sanidad

Las sociedades médicas ante las plazas mir sin ocupar en Aragón: "No sorprende. La situación es agónica"

El proceso ordinario terminó el viernes con 22 vacantes en medicina de familia y dos en la especialidad de preventiva y salud pública. 

Sesión dirigida a los futuros residentes sobre la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, este martes en el Servet.
Sesión dirigida a los futuros residentes sobre la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, este martes en el Servet.
HA

Los 24 puestos de médicos internos residentes (mir) sin ocupar en Aragón (22 de familia y dos de preventiva) tras finalizar el proceso ordinario de selección no han pillado por sorpresa a los profesionales, que recuerdan que este problema ya se viene repitiendo los últimos años y que cada vez va a más. "La situación es agónica y va a ir a peor. La atención sanitaria en Aragón corre peligro", señala Ángel Vicente Molinero, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Aragón, quien define este resultado como la "crónica de una muerte anunciada". 

Lamenta que las provincias de Teruel y Huesca “soy ya desiertos médicos” y que en parte de Zaragoza, incluso en barrios de la capital, la prestación del servicio "está comprometida". No considera que las nuevas medidas para captar más especialistas vayan a tener un gran efecto y lamenta que supongan “un mayor gasto” que si hubiera llevado a cabo la planificación adecuada.

“No dudo de la buena voluntad de esta consejería y de la anterior, pero no dejan de ser parches”, subraya, al tiempo que hace hincapié en los problemas que pueden surgir en otras especialidades e incluso en la posible dificultad a la que se podrán enfrentar los nuevos hospitales de Teruel y Alcañiz a la hora de encontrar profesionales: “¿Vamos a pensar inocentemente que van a estar al completo o esperaremos a medidas extraordinarias?”.

Desde su punto de vista, la solución parte de la reordenación del mapa sanitario aragonés: “Pero hay que hacerlo desde criterios técnicos y no políticos. No puede ser que la determinación de recursos tenga que ver con el poder político del alcalde de turno”. En este sentido, plantea que se ajuste a la realidad comarcal más que municipal, y también sugiere que las unidades docentes de las distintas zonas sanitarias se agrupen. 

Desde la Sociedad Aragonesa de Médicos Generales y de Familia (SEMG Aragón), su presidenta, Paola Martínez, se muestra triste ante este resultado. "Los que ya ejercemos la medicina de familia nos cuesta comprender cómo no hay más estudiantes que decidan elegir una especialidad tan bonita y completa", señala, aunque reconoce que las condiciones laborales actuales "no son las mejores". 

Reclaman un mayor peso en el grado de Medicina

Asimismo, recalca que parte de la explicación de esta falta de interesados es el escaso conocimiento que se tiene de la atención primaria: "Falta mucha presencia de medicina familiar y comunitaria en las aulas en la Universidad de Zaragoza, tanto a nivel teórico como práctico". Coincide en ello con Izarbe Galindo, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), quien pide que se dedique más espacio a esta formación dentro del temario de Medicina. 

Por su parte,  señala que la oferta de plazas de familia es 18 veces superior al de resto de especialidades con lo que al final resulta "fácil" que sobren algunas. No obstante llama la atención sobre que mientras en Aragón el primer mir cogió una con un número 3.000, en el ámbito nacional fue un 17. Defiende que pese a los problemas que atenazan la atención primaria, 'burnout', excesiva burocracia, esperas, poco reconocimiento y "un discurso muy pesimista general", los médicos de familia "tienen un nivel altísimo".

Para mejorar la situación, apuesta por replantear la atención continuada, mientras que lamenta la "contratación masiva sin la formación adecuada", en relación a los facultativos extranjeros en las plantillas de los consultorios sin tener ninguna especialidad. El presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Aragón, Pepe Borrel, también pone el foco en esta cuestión, ya que considera que más que solucionar el problema lo "agrava". Desde su punto de vista, lleva a los recién titulados a cuestionarse para qué necesitan los cuatro años de residencia.

Como al resto, no le llaman la atención las plazas libres: "Es lo esperado, porque llevamos mucho tiempo con un abandono total y un desprestigio, incluso desprecio, de la atención primaria impresionante". No obstante, se muestra preocupado por las renuncias que pueden producirse ahora y por si los que terminan su formación van a continuar o no en la especialidad. Borrel critica que "no hay nadie capaz de aglutinar a las 17 autonomías para presentar un proyecto común" y que el problema de base, más allá de "pagar un poquito más", pasa por "redefinir" la atención primaria y dotarla de medios.

A la espera de la segunda vuelta

Este lunes comenzará el llamamiento extraordinario con el que se confía que se cubran alguna de todas estas vacantes. Desde las 10.00 hasta la misma hora del día 24 de abril, aquellos que se han quedado sin plaza pueden hacer una nueva solicitud. Será en esa misma jornada en la que se lleven a cabo las correspondientes adjudicaciones que ya darán por concluido el proceso. El año pasado ninguna de las 15 vacantes que había, todas ellas correspondientes a medicina de familia, consiguió interesado. 

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