El Gobierno de España ha decidido reforzar su apoyo a Ucrania con el envío de otros 19 nuevos tanques Leopard 2A4 de los que permanecen almacenados en el cuartel de Casetas. Esta aportación se sumará a los 10 que ya se trasladaron en dos fases a lo largo del año pasado. Pero antes tendrán que ser reparados en la empresa Santa Bárbara, ubicada en Sevilla.

Fuentes militares destacaron a HERALDO que se prevé que los 10 primeros tanques de esta segunda tanda estén listos para ser enviados a Ucrania a finales del próximo mes de junio.

De hecho, los primeros 6 vehículos salieron el pasado fin de semana en varios camiones y los 4 siguientes han abandonado el cuartel de Casetas este miércoles por la mañana. Varios vecinos de Casetas los han podido ver a primera hora de la mañana.

Esta decisión supone que los trabajadores de la empresa Santa Bárbara, situada en Alcalá de Guadaira, tendrán que encontrar las piezas necesarias para la reconstrucción de los carros de combate de fabricación alemana. Al parecer, con esta situación también se han encontrado otros países europeos que aportan armas a Ucrania, según las mismas fuentes.

Las mismas fuentes precisaron que este segundo envío será más complicado porque ya se seleccionó en 2023 los que estaban en mejores condiciones y ahora los tanques estarán más necesitados de reparaciones y el proceso de recuperación será más complicado.

Diagnóstico de los tanques

En la empresa de Santa Bárbara asumen que los nuevos tanques recibidos el pasado fin de semana y los que han salido hoy "están más deteriorados" que los recibidos en 2023. De momento, van a realizarlos un diagnóstico sobre las partes del carro de combate que deben restaurar para ver qué piezas necesitan recuperar. 

Una vez que ya recuperaron los primeros diez el año pasado, las mismas fuentes de la empresa consideran que es "un reto" conseguirlo con los 19 que les van a llegar estos días en varios turnos. Está previsto que se hará en dos fases para su traslado hacia Ucrania: los primeros diez se entregarán al Ministerio de Defensa a finales de junio y los nueve siguientes sería en septiembre.    

Aun así, los militares consultados destacaron que “la recuperación de los primeros diez tanques consistió en un mantenimiento del motor, la barcaza y la torre”, tras utilizarlos en el campo de maniobras y tiro de Cerro Muriano. Incluso “fueron al campo de tiro para comprobar que los cañones estaban en condiciones y homogeneizados, lo que permitió el éxito”. De hecho, “los vehículos de combate estaban seminuevos y cuando llegaron a Ucrania pudieron utilizarlos en combate desde el principio”.

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En esta coyuntura, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, detalló este martes en el Congreso la lista de todo el material enviado por España a Ucrania, información que hasta ahora no se había facilitado completamente. Además de los diez carros de combate Leopard 2A4 (que adora se multiplicarán hasta 29), el Gobierno ha enviado equipos de visión nocturna, vestuario de protección militar NBQ, radiocomunicaciones, aeronaves no tripuladas UAV (en esta guerra se han multiplicado el uso de los drones), sistemas de control remoto de armas de guiado de munición, obuses, ametralladoras, minas anticarro, munición, granadas de mortero, misiles Hawk, Mistral Harpoon, Aspide, vehículos TOA y ocho patrulleras.

La ministra advierte del peligro

La decisión del Gobierno de España obedece a que la amenaza de un ataque de Rusia, incluso con armamento nuclear, es “total y absoluta”, como manifestó la ministra de Defensa, Margarirta Robles, en una entrevista a La Vanguardia el pasado fin de semana. Incluyó que la sociedad española no es consciente del “enorme peligro” que supone el líder ruso, Valdimir Putin, que acaba de ganar las elecciones rusas, ya que “hoy en día, un mísil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia a España”.

“Me gustaría hacer una llamada de atención a la sociedad española porque a veces tengo la percepción de que no somos conscientes del enorme peligro que hay en este momento. Y no solo en Ucrania, también en Gaza y en el Sahel, donde soy muy pesimista”, aseguró la ministra.