defensa 

Así funciona el submarino S-81 Isaac Peral

El capitán de navío de Ingenieros de la Armada, José March Al-Lai Baeza, explica que pueden estar dos días bajo el agua y tienen 200 instalaciones en apenas 80 metros.   

El submarino S-81 Isaac Peral tiene una eslora de 81 metros y un diámetro de 7,3 metros.
El submarino S-81 Isaac Peral tiene una eslora de 81 metros y un diámetro de 7,3 metros.
Heraldo

El capitán de navío del cuerpo de Ingenieros de la Armada, José Marcha Al-Lai Baeza, estuvo el pasado miércoles en el Ateneo de la EINA, en el salón de grados del edificio Torres Quevedo, en el campus Río Ebro de Zaragoza, para dar la charla ‘El submarino S-80 y la construcción naval’. Antes de entrar, explicó cómo funciona este submarino en el que ha viajado en varias ocasiones desde que el pasado 30 de noviembre la empresa Navantia lo entregara a la Armada en Cartagena (Murcia).

El submarino es un barco bastante más complejo que los de superficie. España había construido otros pero no tenía la capacidad de diseño desde un papel en blanco y su posterior construcción. Este camino ha costado 20 años de trabajo, pero ahora ya está navegando”, destaca el capitán Marcha. “El programa S-80 que ha encargado el Ministerio de Defensa a la empresa Navantia (antes Bazán) prevé construir cuatro submarinos de esa clase. El primero está entregado, el segundo llegará en 2026”.

Datos técnicos del submarino S-81 Isaac Peral

 

Tiene claro que, para Navantia, “haber diseñado y construido este submarino ha sido un reto tecnológico” porque “es muy complejo”. Antes la empresa “tenía experiencia en la construcción de submarinos, pero con ingeniería y diseño francés”, pero a finales del siglo XX “se decidió hacerlo con un equipo de diseño español y ése fue el reto”.

El capitán de navío de Ingenieros. José March Al-Lai, el pasado miércoles en el edifico Torres Quevedo en la Universidad de Zaragoza para dar la charla.
El capitán de navío de Ingenieros. José March Al-Lai, el pasado miércoles en el edifico Torres Quevedo en la Universidad de Zaragoza para dar la charla.
Oliver Duch

El experto en Ingeniería (tanto Industrial, Naval e Informática) conocía el anterior S-70 y no tiene nada que ver con los S-80. “El prototipo S-81 es comparable con el nuevo Land Rover (o los aviones A400M que cambiaron por los Hércules), aunque la empresa británica sacó cien nuevos coches por todo el mundo, los rodaron y los devolvieron con la lista de defectos. Pero aquí hay que acertar a la primera y se soluciona lo que va saliendo”, asume el capitán. “Pero aún está como en ‘un kilómetro 0’. No ha habido problemas reseñables. Afortunadamente no ha habido ningún susto y ha ido todo razonablemente bien”.

Detalles de la inmersión 

Los nuevos submarinos de la clase S-80 pueden recorrer hasta 6.500 millas naúticas. Viajan a una velocidad de 19 nudos en inmersión (10 nudos en superficie). Su eslora es de 81 metros y el diámetro es de 7,3 metros.

“La capacidad es para mas de 40 personas de dotación y el objetivo es que ésta sea lo más reducida posible”, reconoce el capitán de navío José March Al-Lai. “Cuando ha salido a navegar en pruebas iban 55 personas y hay que hacerlo configurable a las necesidades que tengan”.

El capitán de navío de Ingenieros, José March Al-Lai Baeza, participa en el Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza.
El capitán de navío de Ingenieros, José March Al-Lai Baeza, participa en el Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza.
Oliver Duch

El oficial dibuja la costumbre habitual del submarino cuando hace la inmersión: “Debajo del agua salen de patrulla mientras están en zona de operaciones. Cuando consideran salir a la superficie, pinchan la expiración, cargan las baterías, transmiten y reciben para volver a sumergirse. Según el sistema convencional pueden estar bajo el agua hasta dos días, dependiendo del uso de la batería. Y el plazo para estar fuera de la base se prolonga hasta 44 días”.

También precisa que el S-81 “puede llevar seis tubos de lanzamiento de torpedos” y “tiene capacidad de almacenar el minado”. Eso supone que puede embarcar hasta 16 armas entre misiles, torpedos y minas para cumplir con su misión como “un arma táctica disuasoria”.

Otra de las grandes novedades que ofrece este sumergible es “la inclusión del sistema de propulsión anaeróbico independiente del aire (AIP)”, para el capitán de navío. “Es el segundo elemento que puede cargar las baterías aun estando sumergido. Esta es la mayor diferencia respecto a los submarinos convencionales, quitando los nucleares que juegan en otra liga”.

Dotación a bordo del submarino 

A la hora de la dotación de los militares que lleva el submarino enumera que hay un comandante, un segundo comandante, varios oficiales con un jefe de servicio, los suboficiales y la marinería, que son los más numerosos. “Hay distintas especialidades más allá del arma de combate, que incluyen mecánicos, electricistas, sonaristas, cocinero y ayudantes de cocina. La comida suele ser bastante buena, aunque depende de lo que compres”, bromea el oficial antes de dar la charla ante varios profesores y catedráticos de la Universidad de Zaragoza.

La tripulación ha realizado un proceso de formación, adiestramiento y certificación en las pruebas de mar que les ha llevado a conocer la plataforma en profundidad. De esta manera, puede ser operado con seguridad, tanto en superficie como en inmersión.

El nuevo submarino S-81 Isaac Peral, el pasado mayo, en su primera navegación en superficie en aguas de Cartagena.
El nuevo submarino S-81 Isaac Peral, el pasado mayo, en su primera navegación en superficie en aguas de Cartagena.
EFE

“Es muy difícil desarrollar el sistema de este submarino con 200 instalaciones en 80 metros. Es un proyecto muy ambicioso”, reconoce el capitán de navío José March. “Lleva una propulsión, generación eléctrica con motor de diésel y alternadores, motor eléctrico principal, diseñado de hélice, el sistema AIP nuevo, el sistema de combate desarrollado, unos compresores de aire, radares, sonar, capacidad de meter y sacar agua para que la gente se duche, y un horno que funcione”, enumera.

Se despide reconociendo que el submarino Isaac Peral “es un barco para ir a la guerra que debe poder soportar choques e impactos”. También destaca que las principales misiones que hacen estas naves actualmente están relacionadas con asuntos de inteligencia que les encarga el Estado Mayor de Defensa. 

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