Empieza la reconversión de la antigua sede de la CAI en 30 pisos y una macrotienda de Zara
Ibercaja encarga las obras a la constructora navarra Obenasa, que acometerá en 18 meses la rehabilitación integral de este edificio en Independencia, en Zaragoza.
La transformación de la antigua sede central de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) en el paseo de la Independencia ha iniciado su cuenta atrás. Siete años después de cerrar las puertas a sus clientes, el edificio de cristal se va a someter finalmente a una rehabilitación integral para albergar 30 pisos de lujo y una macrotienda de Zara. Si no hay contratiempos, reabrirá sus puertas a finales del próximo año tras una inversión cercana a los diez millones de euros.
La constructora navarra Obenasa acaba de instalar el vallado en el paseo con la intención de iniciar la siguiente fase de las obras, una vez que le han entregado el edificio reducido a un esqueleto tras el derribo de las tabiquerías interiores, la retirada de los pavimentos y el núcleo interior de comunicaciones, tanto las escaleras como los ascensores. En el último año se sacaron 285 toneladas de residuos.
Los trabajos se centrarán ahora en la demolición de la solera de las dos primeras plantas. Esta actuación ha sido a requerimiento de Inditex para ganar espacio para su futuro establecimiento, que ocupará el primer sótano, de 1.579 metros cuadrados, la misma superficie con la que cuenta la planta baja donde estuvo la sucursal bancaria. Las dos siguientes que se deben reconstruir tendrán 1.039 y 1.184 metros.
La pretensión de Ibercaja Banco, propietario del inmueble, es acometer los trabajos al mismo tiempo, de forma que Inditex pueda acometer el acondicionamiento de la que será una de sus enseñas comerciales del país mientras en las plantas superiores se construyen las viviendas. En total, dispondrá de 5.383 metros cuadrados.
Lo que parece difícil es que se cumpla la aspiración de la multinacional gallega de abrir para las próximas fiestas del Pilar, aunque dispone de su propia filial de construcción, Goa Invest, y podría apurar plazos trabajando su personal festivos y fines de semana como ya ha ocurrido con la apertura de otras tiendas.
Lo que no ha cambiado pese a los ajustes finales es el diseño del futuro edificio, que lleva la firma de los hermanos Joaquín y José María Lahuerta, del despacho zaragozano de arquitectura Ingennus. La propuesta plantea una treintena de viviendas en las seis plantas restantes del número 10 de Independencia, que dispondrán de una zona común en la parte alta del edificio, con piscina y un gimnasio. Los futuros propietarios contarán con un trastero y en el garaje de cuatro plantas al que se accede por la calle de Cinco de Marzo habrá 111 plazas. El resto corresponderá a la tienda de Zara.
