Ribera y la Generalitat descartan el trasvase tras pactar otras soluciones: "No hace falta"

Aznar y los presidentes autonómicos del PP sí ven necesario interconectar las cuencas.

Teresa Ribera y Mascort se reúnen para tratar el tema de la sequía en Barcelona
Teresa Ribera y Mascort se reúnen para tratar el tema de la sequía en Barcelona
E. P.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el consejero de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, han zanjado el debate sobre un posible trasvase del Ebro para paliar la grave sequía que sufre Cataluña y han optado por acelerar las inversiones en desaladoras y, en caso necesario, por transportar agua en barcos desde Sagunto. En cambio, los líderes autonómicos del PP en Valencia, Murcia y Andalucía han vuelto a reclamar un plan hidrológico nacional que contemple trasvases como el que diseñó en 2001 José María Aznar, que critica la decisión de su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, de tumbar el proyecto.

Tras sellar el acuerdo con la Generalitat, Ribera ha rechazado ante la prensa la viabilidad del trasvase del Ebro. "Trabajamos en las hipótesis que plantea la administración competente y esto hemos estado viendo estas semanas, cuáles eran las opciones más ágiles y eficaces para dar tranquilidad a los vecinos. En ese escenario, la más sencilla técnica y administrativamente era la desaladora de Sagunto", ha relatado.

En la misma línea, el consejero catalán ha explicado que "no habrá trasvase del Ebro" porque según las estimaciones del Govern "no hace falta". Detalló que en la actualidad el área metropolitana de Barcelona consume 400 hm3 al año, de los que el 55% ya no procede de embalses. Esto, unido a los otro 200 hm3 que aportarán las desaladoras en construcción, harán innecesaria una conexión con el río, que además del rechazo de Aragón tampoco cuenta con el apoyo de Tarragona.

La amenaza de un PHN

Superado, al menos de momento, el riesgo de un trasvase del Ebro hacia Cataluña que agravie los intereses de Aragón, la amenaza se mantiene aún viva procedente de los presidentes autonómicos del PP, que reclaman un plan hidrológico nacional que permita la interconexión de cuencas.

El de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha reclamado que ante el "drama" de la sequía, se hace necesario aplicar un principio de "acción unitaria" entre las administraciones. Por su parte, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha celebrado el acuerdo alcanzado para ayudar a Cataluña, pero considera que es una solución "muy excepcional" y por eso reclama "ir más allá".

"Si hay una parte de España, como Cataluña, que necesita agua, pues hay que llevarle un recurso que es de todos los españoles", dijo el murciano, para quien "hay reservas hídricas suficientes para atender a las demandas, pero hay que redistribuirlas con un plan nacional de agua".

El propio presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció un plan de choque en favor del medio rural que prevé ayudas a los agricultores y un pacto nacional del agua que "asegure" el suministro mediante "inversiones en infraestructuras".

Carlos Mazón (Valencia) dijo que la solidaridad entre regiones es un principio "infranqueable" y denunció que no haya sido recíproco. "No le vamos a negar el agua a quien en su día nos la negó", dijo en referencia a Cataluña. Mientras, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó la gestión del agua que ha hecho Cataluña para llegar a esta situación en un acto en el que el expresidente José María Aznar reivindicó su fallido plan hidrológico que contemplaba el trasvase del Ebro. "Conectaba todas las cuencas, suministraba agua al Levante y era el abastecimiento de aguas de Barcelona", defendió.

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