Cientos de agricultores de la provincia de Huesca salieron ayer a las carreteras con sus tractores, sin previo aviso, para volver a protestar contra las políticas comunitarias realizando marchas lentas que colapsaron el regreso de los vehículos desde el Pirineo, provocando atascos kilométricos. Las tractoradas comenzaron a las 16.00 y la circulación no quedó totalmente normalizada hasta pasadas las 21.30.

Desde la Delegación del Gobierno en Aragón dejaron claro que estas marchas no habían sido comunicadas previamente y que en el momento en el que se tuvo conocimiento de ellas, la Guardia Civil desplegó sus patrullas para controlar el tráfico y preservar la seguridad. Cifraron en 359 el número de tractores participantes en las diferentes columnas.

Estas movilizaciones «sin siglas ni banderas» ya comenzaron el pasado viernes en La Litera y en la Jacetania. Esta vez, los tractores ralentizaron la circulación en las principales vías de acceso al Pirineo oscense. Así, se vieron afectadas la N-240, entre Puente La Reina de Jaca y Asso-Veral, y la N-330, entre Lanave y Rapún, las dos rutas de salida de las estaciones de esquí de los valles del Aragón y de Tena. También hubo marchas lentas en la A-138, entre Enate y Escalona (57 km), de acceso a la comarca de Sobrarbe; y la N-123, a la altura de Estada, y la N-230, entre Castillonroy y Casos (Lérida) y desde Alcampell a Benabarre, de acceso a Ribagorza.

En Barbastro, medio centenar de tractores partieron a primera hora de la tarde en dirección a Graus. A ellos se unieron agricultores de Estadilla y de Fonz para sumarse a decenas de compañeros de la comarca de la Ribagorza, que bajaron desde El Grado, Torres del Obispo y Graus para dirigirse todos juntos a la capital del Somontano. La Guardia Civil les dirigió por el centro de Barbastro para poder descongestionar la N-123, donde se normalizó el tráfico a las 19.00. Todos los vehículos se concentraron en el parquin del Alcampo antes de regresar de nuevo a sus localidades de origen.

Los agricultores y ganaderos de la Ribagorza aseguraron ser un «movimiento espontáneo» para reivindicar que no se trabaje por debajo de costes; la descriminalización de la ganadería; la flexibilización de la aplicación de la nueva PAC, reduciendo la burocracia; el mantenimiento de la bonificación del gasóleo agrícola; el rechazo del sector con la aplicación de la agenda 2030; y el respeto al medioambiente y al medio rural.

Mientras, las organizaciones agrarias de Aragón (Araga, Asaja, UAGA y UPA) han acordado convocar acciones de protesta conjuntas los días 8, 13 y 22 de febrero para denunciar la ingente burocracia y los tratados de libre comercio de la política comunitaria. Hoy darán los detalles en una comparecencia en Zaragoza.

Heraldo

El secretario general de UAGA, José María Alcubierre, remarcó que no son las organizaciones agrarias las convocantes de este tipo de «protestas espontáneas que muestran el descontento que hay». Será hoy, anticipó, cuando presenten su calendario de movilizaciones «ordenadas y perfectamente autorizadas». Y dijo entender «la desesperación que existe en el sector y que surjan a nivel local y comarcal estas tractoradas». Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca, defendió la unidad de acción de las organizaciones agrarias. «Que cada uno haga lo que tenga que hacer. No puedo hablar por los que se han manifestado», señaló.

José Manuel Roche, secretario general de UPA, coincidió en que «las organizaciones agrarias no pueden responsabilizarse de movimientos externos que no saben quien organiza», aunque «muchos de los que participan sean agricultores nuestros». Son tractoradas, dijo, «que se convocan a través de las redes sociales por parte de una plataforma nacional, que recuerda a la de los camioneros» y que «utiliza al sector agrario con otro tipo de finalidades y tintes políticos». Y además, dijo, «van en contra de las organizaciones agrarias», lo que calificó de «error ya que son las que negocian con la Administración».

«Ha sido un éxito pese a convocarla rápidamente por redes. Hay que apoyar todo lo que se haga y seguir adelante mientras el Gobierno no se siente a negociar», manifestó por su parte Federico Lorente, presidente de Araga. «Nos tomamos esta protesta en las organizaciones agrarias como un toque de atención para tener más celeridad. Se nos han adelantado», concluyó.