La Generalitat "no se plantea" un minitrasvase del Ebro como solución a la sequía en Barcelona
Confía en un paquete de actuaciones en el entorno metropolitano para combatir la emergencia, a la espera de dos desaladoras.
"La Generalitat no se plantea un minitrasvase como opción para solucionar la sequía que afecta al área metropolitana de Barcelona". Con esta frase, fuentes oficiales de la Consejería de Acción Climática han descartado a este diario cualquier aspiración de recuperar el proyecto aprobado en 2008 en la anterior crisis de que sufrió la capital.
El posicionamiento refuerza las palabras que un día antes pronunció el conseller David Mascort, quien rechazó la propuesta de varios colegios profesionales y economistas de interconectar la red de aguas del Ebro en el Camp de Tarragona con la red metropolitana de Barcelona. "No es una solución para la actual sequía", señaló.
El objetivo es acometer una serie de actuaciones para disponer de mayores recursos hídricos a corto plazo, como la ampliación de la potabilizadora del Besós, con una inversión de 25 millones, programada para este año con el fin de tratar más agua, incluido del freático. Precisamente, Mascort ha acompañado este viernes al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la visita a la estación de tratamiento de agua potable de Sant Joan Despí (Barcelona), cuya mejora entrará en funcionamiento el lunes. En total, el paquete de inversiones asciende a más de 71 millones..
De hecho, las citadas fuentes de Acción Climática han indicado que la opción de recurrir a barcos para llevar agua solo se dará "en caso de extrema necesidad y no antes de junio". Eso sí, han añadido que trabajan para tener todo a punto por si hiciera falta, por lo que analizan dónde captarla.
Tanto el Ministerio para la Transición Ecológica como la Generalitat han señalado que en la reunión del lunes se repasará la situación y se abordará la fórmula para cerrar la financiación de las dos desaladoras con las que se pretende solventar el problema a largo plazo.
La ampliación de la instalación de Tordera y la construcción de la de Foix las sufragará el Estado al estar declaradas como infraestructuras prioritarias y, si se cumplen los planes, deberían funcionar en 2027 y 2029, respectivamente.
