Al igual que hizo ayer el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, Vox ha reivindicado este jueves un plan nacional de agua con el que hacer frente a la grave sequía que sufren estos meses Andalucía y Cataluña. La principal diferencia entre ambas formaciones es que la extrema derecha reclama claramente la “interconexión de todas las cuencas” para transferir 10.000 hm³ mediante trasvases. Su líder, Santiago Abascal, ha criticado a “la izquierda, el separatismo y la derechita autonomista” por oponerse a esta redistribución de los caudales.

Vox ha emitido un comunicado en el que señala “la necesidad urgente de ejecutar un plan nacional del agua que contemple la interconexión de todas las cuencas mediante el trasvase de 10.000 hm3 para la puesta en regadío de 2,5 millones de hectáreas y apoyo a la reforestación”. Para esta formación, “el margen que presentan los caudales actuales de los grandes ríos de España es muy amplio para plantear esa interconexión que lleve el agua, recurso de todos, a cada rincón de del país”.

Así lo ha defendido Ignacio Garriga, vicepresidente de Vox y líder del partido en Cataluña, en declaraciones a los medios. “Llevamos muchos años viendo cómo no se han hecho inversiones en infraestructuras que están decadentes, han despreciado el plan hidrológico nacional que llevamos años defendiendo, el agua es un bien que forma parte de todos los españoles, independientemente de donde vivas”, ha señalado.

“Unos y otros han contribuido permanentemente a una guerra entre españoles, es el momento de reivindicar a Vox como única fuerza política que defiende ese plan nacional que lleve el agua a los rincones de España que la necesiten, cueste lo que cueste”, ha añadido.

Según Vox, “muchos lobbies ecologistas han difundido el falso mito de que la agricultura es el principal consumidor del agua y culpable de problemas medioambientales como la desertificación”, mientras que a su juicio, “la realidad es que el principal consumidor de agua es el mar, al que desemboca a través de los ríos el agua que previamente pasa por las turbinas de generación eléctrica”. En este sentido, ha subrayado que “el Ebro vierte al mar 13.000 hm3/año y consume 2.999 hm3/año; el Tajo vierte al mar 17.000 hm3/año y consume 5.000 hm3/año”.

"Este urgente plan nacional del agua al servicio del desarrollo de España supone un ejemplo de concepción nacional de los problemas políticos y sus soluciones frente al autonomismo insolidario y divisorio, avanzando hacia la cohesión territorial y la noción nacional de los problemas colectivo", añaden.

Para el líder de Vox, Santiago Abascal, la culpa de que no se conecten las cuencas en España para transferir el agua es de “la izquierda, el separatismo y la derechita autonomista”, un término, este último, que aludiría al presidente de Aragón, Jorge Azcón, al ser el único barón del PP que se ha opuesto a las reivindicaciones trasvasistas de compañeros de partido como los presidentes de Valencia (Carlos Mazón), Juanma Moreno (Andalucía) o Fernando López Miras (Murcia).

Mientras, Vox-Aragón trata de cerrar filas con el partido y respalda las tesis de Abascal en materia de trasvases, pese a que ha mostrado su rechazo al planteado por Cataluña para regadíos en el Priorato (Cataluña). En aquella ocasión, el vicepresidente de la DGA, Alejandro Nolasco, llegó a calificar la propuesta de “cacicada” ya que “ni siquiera es para agua de boca, sino para regar 5.000 hectáreas de viñedos”, una postura que choca con el comunicado emitido hoy por la dirección nacional, que apuesta por las transferencias para impulsar regadíos.