El Polanco incorpora técnicas contra el dolor para acabar con los viajes al Servet

La nueva cartera de servicios ha triplicado la cifra de pacientes hasta 3.000 y solo un 2% son derivados

Los anestesistas Vicente Conesa y Fernando Murciano, con las enfermeras Carmen Guillén y Teresa Romero.
Los anestesistas Vicente Conesa y Fernando Murciano, con las enfermeras Carmen Guillén y Teresa Romero, en la Unidad del Dolor de Teruel.
Javier Escriche

La Unidad del Dolor del hospital Obispo Polanco de Teruel ha incorporado en los últimos tres años nuevas técnicas que han permitido reducir a un porcentaje mínimo los desplazamientos de los pacientes al Miguel Servet de Zaragoza, donde estas terapias se aplican desde hace mucho más tiempo.

La ampliación de la cartera de servicios ha hecho que esta sección haya triplicado el número de pacientes hasta llegar a los 3.000, de los que solo un 2% son derivados a la capital aragonesa. Antes, al no existir estas prestaciones, muchos más enfermos eran enviados a Zaragoza. Algunos, ni siquiera pasaban por la Unidad del Dolor del Obispo Polanco y eran atendidos en Primaria o en las especialidades de Reumatología, Rehabilitación o Traumatología.

Así lo explica uno de los anestesistas que integra el equipo médico de esta sección, Fernando Murciano, quien destaca que el salto ha sido posible al hacerse cargo de esta unidad tres profesionales en lugar de uno solo, como había anteriormente.

Las nuevas circunstancias han permitido "pasar de terapias limitadas prácticamente al uso de fármacos a realizar intervenciones en el quirófano, que son las verdaderamente resolutivas", señala Vicente Conesa, quien junto a Fernando Murciano y José Antonio Ruiz, además de dos enfermeras, completa el nuevo equipo médico.

Dos de las técnicas se han implantado en el último año. Con ellas se logra destruir el nervio que transmite el dolor o hacer que este comunique peor la sensación de daño físico al paciente. La mayoría de los usuarios que llegan a la Unidad del Dolor de Teruel son personas mayores con artrosis y lumbalgias. "Tenemos una población muy añosa, uno de mis pacientes tiene 101 años", relata Conesa.

El nuevo equipo, que no se dedica en exclusiva a tratar el dolor, sino que interviene también en todas las operaciones quirúrgicas que se realizan en el hospital de Teruel, quiere seguir incorporando técnicas, lo que supone "ser capaces de atender toda patología de paciente con dolor", subraya Murciano. Los profesionales piden que, cuando se abra el nuevo hospital, se amplíe también la plantilla de anestesistas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión