Un médico general ayuda al dermatólogo de Teruel, que registra la mayor demora de Aragón

La Unidad del Obispo Polanco dedicada a la piel solo tiene uno de sus dos especialistas. Los pacientes esperan una media de 260 días para ir a la primera consulta.

Acceso al área de consultas externas el hospital Obispo Polanco de Teruel.
Acceso al área de consultas externas el hospital Obispo Polanco de Teruel.
Antonio Garcia/Bykofoto

El Servicio de Dermatología del hospital Obispo Polanco de Teruel ostenta el triste honor de tener la mayor demora de todo Aragón para primeras consultas, 260 días por término medio, frente a los 99 del San Jorge de Huesca o los 109 del Miguel Servet de Zaragoza, por poner solo algunos ejemplos.

Pese a que el envejecimiento poblacional -presente en la provincia turolense- es un factor de riesgo en materia de lesiones cutáneas, la plantilla de dermatólogos del Obispo Polanco consta solo de dos plazas y desde hace unas semanas solo hay una de ellas cubierta, pues la especialista que ocupaba la segunda se encuentra de excedencia y nadie la ha sustituido.

La situación es tan crítica que, desde hace pocas semanas, un médico de Familia está habilitado para poder ayudar al único dermatólogo que hay en estos momentos y que tiene que atender a una población que ronda las 80.000 personas -aquellas que viven en la mitad sur de la provincia de Teruel y en zonas limítrofes de Guadalajara y Valencia-.

En concreto, este médico de Familia se ocupa de tratar, e incluso extirpar si es necesario, lesiones benignas una vez que estas han sido diagnosticadas como tales por el dermatólogo del hospital. Realiza esta colaboración fuera de su horario de trabajo y con el instrumental adecuado y puesto a su disposición en el hospital Obispo Polanco.

«Si tenemos solo un dermatólogo y este se tiene que hacer cargo de todas las lesiones leves que llegan a la consulta, nunca lograremos agilizar el Servicio», afirma el delegado sindical de la Federación Aragonesa de Sindicatos de Médicos Titulares (Fasamet), Mariano Lozano.

Para Lozano, el apoyo que este médico de Familia presta ahora al Servicio de Dermatología del Obispo Polanco permitirá al especialista centrarse en la curación de las patologías más graves.

El delegado de Fasamet destaca, no obstante, que, en su opinión, el hecho de que un médico de cabecera asuma el tratamiento de lesiones cutáneas leves tampoco supone introducir una gran novedad en el sistema sanitario. Señala que en 2019, antes de la pandemia de coronavirus, estas patologías benignas ya eran tratadas por los médicos de Familia en las unidades de cirugía menor que había en los propios centros de salud y que se eliminaron con las restricciones a que obligó la covid.

Añade Lozano que, en el caso de los centros de salud de la capital turolense, dichas unidades de cirugía menor podrían recuperarse a corto plazo, quizá para la próxima primavera, con lo que los facultativos volverían a extirpar las lesiones leves en los propios ambulatorios, como se hacía antes.

"No es coherente"

Los pacientes se dan cuenta de la enorme demora que tienen que soportar para acudir a una primera consulta de Dermatología y no están de acuerdo con tal retraso. «Los profesionales sanitarios destacan siempre la importancia de la prevención y de recibir un tratamiento temprano para evitar complicaciones en las enfermedades de la piel y, luego, no hay forma de que te den cita para que te vea el especialista; eso no es muy coherente», declaró esta semana un hombre que aguardaba su turno para entrar a la consulta del hospital Obispo Polanco y que prefirió dar solo su nombre de pila, Fernando.

El delegado de Fasamet confía en que la dermatóloga en excedencia regrese pronto para que, al menos, la plantilla del Servicio esté completa.

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