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Jesús Anzano: "Lo que hacemos aquí repercute en el aire de la Antártida"

El investigador de la Universidad de Zaragoza participa en la Campaña Antártica Española.

Jesús Anzano, flanqueado por pingüinos, durante una campaña en la Antártida.
Jesús Anzano, flanqueado por pingüinos, durante una campaña en la Antártida.
Heraldo

Jesús Anzano es catedrático de Química Analítica de la Universidad de Zaragoza. Durante la presentación de la Campaña Antártica Española realizada en el Paraninfo ha detallado su experiencia en anteriores campañas en la Base Gabriel de Castilla. Su estudio de los aerosoles les ha llevado a detectar por primera vez “microplásticos” en la Antártida.

“Eso significa que en un lugar tan limpio y fuera de contaminación, lejos de los países próximos como Argentina y Chile, los microplásticos circulan y llegan hasta allí. Lo que hacemos malo aquí para el Medio Ambiente puede repercutir en el aire antártico”, denuncia el catedrático aragonés a HERALDO en la presentación de una nueva edición de la Campaña Antártica Española, en la que participarán también 13 militares durante cuatro meses desde el 22 de diciembre.

El catedrático explicó que se especializó a principios del año 2000 en la espectroscopia láser y su utilización en investigación. Con compañeros del Centro de la Universidad de la Defensa (CUD) aplicaron esa tecnología en cuestiones de medio ambiente y en los aerosoles atmosféricos, que recogían en unos filtros particulados para poderlos analizar luego en el laboratorio.

Militares del Ejército de Tierra acompañan a científicos por un cráter de la isla Decepción en la Antártida.
Militares del Ejército de Tierra acompañan a científicos por un cráter de la isla Decepción.
Campaña Antártica del Ejército de Tierra

Tras haber estado hasta en dos campañas en la Antártica, Jesús Anzano tiene claro que “el cambio climático tiene que preocuparnos y ser más sensibles ante este hecho”. “Hemos llegado a ver microplásticos en algunas partes de las orillas de las playas antárticas, porque llegan a través de barcos o algunos que van a la deriva. He visto plásticos y botellas allí”, enumera. “Eso entristece y hemos visto también que hay muchos pingüinos a los que se les ha detectado microplásticos en sus intestinos”.

Presentación de la aportación del Ejército de Tierra a la Campaña Antartica Española en el Paraninfo, presidido por el rector José Antonio Mayoral, junto al general Juan Carlos Olalla, jefe de la Brigada Logística. El catedrático de Química, Jesús Anzano, (a la derecha en la foto) ha contado su proyecto de investigación realizado en la Antártida.
Presentación de la aportación del Ejército de Tierra a la Campaña Antartica Española en el Paraninfo, presidido por el rector José Antonio Mayoral, junto al general Juan Carlos Olalla, jefe de la Brigada Logística. El catedrático de Química, Jesús Anzano, (a la derecha en la foto) ha contado su proyecto de investigación realizado en la Antártida.
Universidad de Zaragoza

La investigación del equipo del catedrático de Química Analítica y otros compañeros como Jaime del Valle, que lleva dos campañas en su haber, les conduce a “medir la contaminación ambiental de la Antártida porque su limpieza me indica hasta dónde llega”.

En 2016 prepararon un proyecto con el CUD y la Universidad de Zaragoza sobre los aerosoles en la Antártida y, posteriormente, al tener más financiación del Ministerio de Ciencia e Investigación, pudieron llevar sus captadores para tomar aire, agua y suelos. “Hicimos algunos análisis allí, en la Base Gabriel de Castilla, y otros en nuestros laboratorios de aquí. Hoy he venido para contarlo como experiencia y seguimos trabajando porque tenemos nuestras muestras y se siguen analizando”, precisa.

Miembros del Instituto Andaluz de Geofísica instalando una estación sísmica en la Isla Decepción
Miembros del Instituto Andaluz de Geofísica instalando una estación sísmica en la Isla Decepción
IAG

De hecho, su equipo, compuesto por 4 miembros, tiene financiación del Gobierno de Aragón y de la Universidad de Zaragoza para seguir haciendo análisis. Consecuencia de sus trabajos son las recientes publicaciones científicas sobre los aerosoles y la contaminación radioquímica, niveles que detectaron cuando “hay más presencia humana en ciertas épocas en la Antártica, había balleneros o gente que pasaba por allí”.

“En el tiempo del verano austral en la Antártida pueden tener de 0 a -2 grados. Estás bien con un forro polar, pero el problema viene con las ráfagas de viento, entonces la sensación térmica se rebaja”, relata. “En Isla de Decepción no vemos nieve porque corresponde a una zona volcánica que está dormida y nada más que nieva se derrite, a diferencia del tiempo del invierno en la que se ve helada la Base Gabriel de Castilla".

Anzano, en la base Gabriel de Castilla.
Anzano, en la base Gabriel de Castilla.
Heraldo

El rector y el general de la Brigada Logítica 

La presentación de la aportación del Ejército de Tierra a la XXXVII Campaña Antártica Española en el Paraninfo fue presidida por el rector José Antonio Mayoral y le acompañó el general Juan Carlos Olalla Simón, jefe de la Brigada Logística del Ejército de Tierra, quien destacó “el esfuerzo de las Fuerzas Armadas en la colaboración con el Ministerio de Ciencia e Innovación” para realizar la investigación en la Antártida.

Esta colaboración institucional entre el Ejército de Tierra y los investigadores se viene realizando desde 1988 y, como ha defendido el general, “se ha mantenido firme” para “impulsar el desarrollo científico”. “Para la Brigada Logística tenemos que abrir, mantener y sostener la Base Gabriel de Castilla en la Isla Decepción”, recalca.

El jefe de la XXXVII campaña, el teniente coronel Ángel Prado, destinado en Jaca, agrega que van a acudir 13 integrantes (de ellos tres proceden de unidades aragonesas) para apoyar a la comunidad científica facilitándoles las “condiciones de vida” para que puedan realizar sus proyectos y ayudarles en los “movimientos por la isla, porque es un lugar inhóspito y hostil” por su meteorología y orografía. “Aprovecharemos nuestra estancia para hacer proyectos militares, sobre todo logísticos, y dar a conocer a la sociedad estas actividades”, precisa.

“La Base se abrirá cuando volemos hacia Argentina el próximo 22 de diciembre y permanecerá abierta unos cien días, pero los movimientos logísticos se prolongarán unos cuatro meses”, agrega el teniente coronel Ángel Prado. Llevan preparándose desde inicios de 2023, cuando fueron seleccionada la dotación de 13 militares, que son expertos en sus áreas. “Trabajamos en preparaciones comunes como la vida en montaña para adaptarnos a esas condiciones de la isla y en la navegación, que es el principal movimiento”, señala.

La base Gabriel de Castilla, en isla Decepción
La base Gabriel de Castilla, en isla Decepción
ET

En este sentido, el rector Jose Ántonio Mayoral ha apuntado que la Antártida tiene unas condiciones muy válidas para hacer experimentos científicos relacionados con el cambio climático que son complejos de realizar. “Es un detector de la situación que estamos viviendo. Hay investigadores aragoneses como Jesús Anzano que han estado allí participando en campañas de investigación realizadas en esas condiciones muy difíciles de encontrar en nuestro planeta”, apunta el rector.

Asimismo, Mayoral ha recordado que uno de los promotores del buque oceanográfico Hespérides que llega a la Antártida fue el aragonés José Ignacio Díaz Guerrero, doctor en Geología que se especializó en esos temas, estuvo en el CSIC hasta su jubilación en 2022, y ha trabajado bastante haciendo experimentos. “Esto nos tiene que dar un cierto orgullo para que estos investigadores hayan salido directamente de la Universidad de Zaragoza”, apunta el rector, quien da las gracias al apoyo del Ejército de Tierra para impulsar los proyectos de investigación, que “son muy difíciles de llevar acabo fuera de las condiciones que ofrece la Antártida” y sin su apoyo “sería imposible”.

De hecho, el rector señala que este lugar de investigación es la sede científica más lejana de España porque se encuentra a 13.000 kilómetros (y a 1.000 km. desde la ciudad más cercana del continente americano). “Hacer allí proyectos científicos es un lujo y si España no tuviera una presencia potenciada por el Ejército no competiríamos igual con otras naciones”, concluye. 

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