¿La jornada partida puede volver a los colegios en Aragón como ha pasado en Navarra?
Navarra es la primera comunidad española en dar marcha atrás a los nuevos tiempos escolares: "Da miedo que pueda pasar algo así en Aragón".
Cuando creíamos que el debate de los tiempos escolares perdía fuelle y que la mayoría de los colegios de nuestro país iban, poco a poco, adoptando una nueva jornada intensiva en detrimento de la partida, Navarra lo saca de nuevo a la palestra con fuerza.
Hace apenas una semana el Consejo Escolar de la comunidad foral aprobaba que la jornada partida volviera a los centros escolares públicos a partir del próximo curso, a pesar de que la nueva jornada intensiva llevaba años implantada en este territorio.
Una decisión, que no está exenta de polémica, obliga a plantearse si puede crear precedente en otros territorios como en Aragón. ¿Puede pasar algo parecido en nuestra comunidad? ¿Podrían los colegios aragoneses que han instaurado una jornada intensiva, volver a la anterior distribución horaria?
En el caso de Navarra, se establece la jornada partida como obligatoria pero se permite a los centros optar a un cambio de jornada. Para ello deberán someterlo a votación y contar con el voto favorable de tres quintos del censo de votantes de las familias. Posteriormente tener el respaldo de dos tercios de los representantes del Consejo Escolar. Además, su resultado será aplicado durante los siguientes cuatro cursos, en los que no se podrá volver a votar.
Entre satisfacción y desastre
Algunos miembros de la comunidad educativa aragonesa hacen una valoración de esta decisión. “Lo que ha pasado en Navarra nos parece un desastre”, dice Teresa Hernández, presidenta del sindicato independiente de profesores de la enseñanza pública ANPE Aragón.
“No lo entendemos porque la jornada continua está aprobada desde hace más años en la comunidad foral que en Aragón y durante ese tiempo ha tenido un desarrollo satisfactorio. No hay estudios en la administración navarra que digan que el tipo de jornada determina el rendimiento escolar”, afirma Hernández.
“Es un despropósito que una administración, sin estudiar los resultados, imponga a los centros tener que pasar de nuevo por un proceso de votación más restrictivo todavía que el que tenemos en Aragón para poder cambiar a la jornada continua”, critica la presidenta de ANPE Aragón.
“Da miedo que pueda pasar algo así en nuestra comunidad”, confiesa Hernández. “Navarra es una comunidad cercana que va un paso por delante de nosotros en la implantación de la jornada continua en las escuelas y, tras esta decisión, nos da miedo que en Aragón se puedan plantear lo mismo”, apunta.
En una posición totalmente contraria se encuentra la Federación Aragonesa de Padres y Madres de Alumnos (FAPAR). “Valoramos positivamente que el Consejo Escolar navarro haya hecho una reflexión sobre la calidad de la jornada y que la conclusión sea que la jornada partida sea mejor”, afirman.
En este sentido, “echamos de menos que también el Consejo Escolar aragonés haga una evaluación rigurosa de los resultados de las evaluaciones de los proyectos de tiempos escolares. Habría que establecer si se está cumpliendo los proyectos que fueron aprobados y también su grado de cumplimiento”, aseveran desde FAPAR.
“Lo que percibimos es que, a partir del 4ª año de desarrollo, lo único que queda de estos proyectos es el horario. Muchos talleres y refuerzos desaparecen, se modifican y las familias no podemos hacer nada”, lamentan en la asociación de padres y madres.
“Los proyectos pueden modificarse adaptándose a las nuevas necesidades del centro, sobre todo del alumnado, pero siempre con la aprobación del Claustro y del Consejo Escolar con informe favorable de la comisión de evaluación y el visto bueno de inspección”, explica Teresa Hernández a este respecto. “No son fáciles de cambiar ni suponen cambios sustanciales del proyecto del centro”, insiste la presidenta de ANPE Aragón.
Centros educativos o asistenciales
En el caso de Navarra, “los profesores ya se están movilizando y 65 centros han mandado ya escritos a la administración porque no se ha tenido en cuenta a todas las familias, solo a una parte de ellas, lamenta. “Esas familias que piensan que los centros escolares no son centros educativos sino asistenciales”, insiste Hernández. “Nosotros siempre estaremos en contra de que los colegios sean un servicio asistencial”, añade la presidenta de ANPE Aragón.
Para Hernández, la decisión del Consejo Escolar navarro se basa en un documento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que recomienda a España la jornada partida, con los colegios abiertos más tiempo por las tardes, como forma para reducir el abandono escolar temprano, que sigue siendo uno de los más altos de la UE y es el principal problema educativo de nuestro país.
Sin embargo, “el alumnado desfavorecido ya tiene en Aragón apoyo a través del Programa AUNA y otros programas que están funcionando muy bien”, explica, pero “como siempre, la tendencia al final es hacer del centro educativo un centro asistencial para suplir la conciliación laboral que muchas familias no tienen en su trabajo”, continua Hernández.
Desde el Departamento de Educación de la DGA, por su parte, aseguran que “en Aragón no se han planteado cambios” en este sentido. Los últimos datos de las encuestas de satisfacción de las familias de centros con proyectos de tiempos escolares que se manejan son los del curso 2021/2022 y reflejan que más del 85% están muy o bastante satisfechas con el proyecto de innovación de sus centros educativos frente a un 13,65% que lo están poco o nada.
Respecto a la organización horaria, el 88,5% de las familias están satisfechas frente al 11% que no lo están. Unos datos que, aunque positivos, son peores que los de 2016, primer año de implantación de la jornada continua en Aragón, en los que casi el 90% de las familias estaba satisfecha con el proyecto de innovación y más del 90% con la organización horaria.
