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Protestas en el colegio Gascón y Marín de Zaragoza: "Más docentes y menos promesas"
Las familias y el equipo directivo se concentran para criticar los dos meses de retraso en la contratación de personal para los niños con necesidades educativas especiales.
Las familias y el equipo directivo del colegio Gascón y Marín de Zaragoza han salido este jueves a la calle para criticar el retraso de más de dos meses en la contratación del personal para atender a los niños con necesidades educativas especiales. "Como centro público, con un aula preferente para alumnos del espectro autista (TEA), no tenemos que salir a la calle para reclamar lo que le corresponde a nuestro alumnado, debería ser algo que se haga de oficio", ha lamentado el director del centro, Luis Albero, quien se ha mostrado "contento" por el compromiso del Departamento de Educación respecto a la contratación de más personal.
En concreto se ha sacado una plaza de Pedagogía Terapéutica, que se incorporará a la mayor brevedad posible, y se prevé también que se cubra una auxiliar de Educación Especial. No obstante, en este segundo caso, ha recalcado Albero, se está pendiente todavía de aprobación presupuestaria, por lo que se desconoce en qué momento podría llegar al centro. Albero, frente a un nutrido grupo de familias y docentes, ha mostrado su "miedo" a que esta situación se pueda repetir el próximo año. "Queremos trabajar en lo que nos gusta y no en protestas o reclamaciones", ha apostillado.
"Sin profesionales no hay educación", "Más docentes y menos promesas" o "Gobierno de Aragón queremos solución" han sido algunos de los lemas que se han podido leer en las pancartas, mientras que los pitidos se han fundido con diferentes cánticos. "Lamentablemente, en noviembre nos tenemos que ver en la puerta del colegio y con escritos a la directora provincial", ha criticado Elena García, madre de un alumno de 2º de primaria, quien ha recalcado que el 1 de septiembre ya se conocen las necesidades y que estas "deberían estar cubiertas para que no haya un descontrol en las aulas".
"Todos los alumnos tienen derecho a recibir una educación pública y de calidad. Y en estos momentos no es así", ha subrayado. El problema radica en 1º de primaria, donde hay cuatro niños con necesidades educativas especiales, cuando el máximo permitido son dos. "No están dando clases con normalidad, están casi sin hacer nada y además mengua muchísimo la calidad", ha detallado Ana Vicente, madre de un niño que acude a esa clase.
En este sentido, ha explicado que todos los apoyos que hay en el centro van a esta clase, "por lo que si un niño de 5º de primaria necesita un apoyo, no lo va a tener". Y el problema se replica en el aula TEA, que "también está desbordada". "Actualmente hay nueve niños y falta por incorporarse otra más, que sería la décima. Además hay tres casos en estudio", ha explicado. En el supuesto de que todos fueran diagnosticados se alcanzarían los 13 menores en esta clase, cuya capacidad máxima es de siete.
