Frenética huida en un coche robado, que terminó destrozado en la vía del tren
Un joven fue detenido por la Policía en Calatayud tras una intensa persecución después de que se saltase un control. Los agentes tuvieron que rastrear la zona para detener al conductor, que resultó ileso, porque se había escondido.
Un varón de 23 años, de nacionalidad extranjera y residente en Calatayud, protagonizó en la madrugada del sábado al domingo una huida temeraria e infructuosa de un control preventivo de alcoholemia establecido por la Policía Local bilbilitana en el inicio del paseo Barón de Warsage. Tras un recorrido que llegó hasta la pedanía de Huérmeda y que acabó en las vías del ferrocarril convencional, los agentes consiguieron detenerle por los delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad y de investigarlo por dos delitos contra la seguridad vial, por conducción temeraria y carecer de permiso de conducir.
Todo arrancó en la principal artería de la ciudad, cuando el vehículo no se detuvo ante el alto de los agentes y se dirigió hacia otras calles, causando daños en los vehículos estacionados, entre otros puntos, en la vía Dueville. Desde allí, el itinerario le llevó hasta el barrio rural de Huérmeda, donde circulando en contradirección, causó daños en mobiliario y viviendas de la calle Real, dejando un reguero de marcas y partes del coche. De vuelta hacía Calatayud por la carretera provincial CV-601, con fuertes daños en la carrocería y sin una de las ruedas, acabó precipitándose a las vías del tren convencional.
En la persecución participaron dos vehículos de la Policía Local que estuvieron en comunicación y coordinación con la comisaría bilbilitana de la Policía Nacional. Así, los agentes tuvieron que descender hasta el eje ferroviario y tuvieron que rastrear las huellas del conductor para poderlo detener. Una vez identificado, y dando negativo en los controles de alcohol y drogas, los agentes pudieron comprobar que el vehículo era robado y que en su interior portaba 10 móviles de procedencia desconocida.
Por todo ello, fue detenido por los agentes por un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad, y además de abrirle una investigación por dos delitos contra la seguridad vial, por conducción temeraria y carecer de permiso de conducción.
Otros sucesos la misma noche
Sin embargo, no fue el único servicio que la Policía Local tuvo que prestar durante la misma noche.Así, los agentes procedieron a la detención de una conductora que circulaba por la Ronda Campieles bajo los efectos del alcohol, arrojando una tasa que casi triplicaba a la permitida, y que sufrió un accidente. Su vehículo acabo en el borde de un pequeño muro que delimita la calzada y el tramo final de acera del paseo San Nicolás de Francia, frente a la puerta de Zaragoza. No hubo que lamentar daños personales.
En un comunicado, la Policía Local detalla que esa madrugada, junto con Policía Nacional, tuvieron que hacer acto de presencia en una pelea en la zona entre Justo Navarro y el paseo Cortes de Aragón, que se solucionó con la asistencia de los agentes. A eso se sumó una atención a un hombre que, refugiado en la depuradora municipal, denunció haber sido perseguido por dos personas con palos para agredirle, sin que se encontrarse a los presuntos autores.
Los agentes tuvieron que prestar servicios por molestias vecinales por ruidos y una mediación por un accidente de poca entidad ocurrido la noche del viernes, en la calle Madre Rafols.
