guerra civil
La búsqueda de las víctimas de la Guerra Civil en el valle de Cuelgamuros llega a los primeros aragoneses
Tres familias han recibido una solicitud de muestras de ADN para compararlos con los análisis de las realizadas en Toxicología.
Los forenses y un equipo multidisciplinar formado por 30 especialistas (genetistas, antropólogos, historiadores, arquitectos y miembros de la Policía Judicial) han empezado a solicitar muestras de ADN a las familias de algunos aragoneses situados en el nivel 2 del Valle de Cuelgamuros.
Según varias fuentes consultadas por HERALDO, el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) ha reclamado muestras de ADN a varias familias para compararlas con las primeras muestras de los huesos hallados.
La petición de las pruebas proceden del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que es el que está realizando los análisis de huesos de tres fallecidos procedentes de la fosa de Borja, donde se llevaron a 17 víctimas de distintos municipios de la zona: Magallón, Borja, Trasobares, Añón de Moncayo y Fuendejalón.
Pilar Gimeno, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón (AFFAEM), confía en el trabajo del equipo multidisciplinar sobre los análisis de las primeras víctimas procedentes de Aragón en el valle de Cuelgamuros.
“Estoy segura que este trabajo saldrá adelante porque conozco cómo lo llevan los forenses Paco Etxebarria, Paco Ferrandis y Lourdes Serrate, bajo la dirección del secretario de Estado Fernando Martínez y el director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez. Ya se han recibido las primeras solicitudes de ADN para familiares de Aragón que compararán con los exhumados”, resalta Pilar Gimeno, quien no mostró su temor a las últimas demandas presentadas por distintas asociaciones que pretenden frenar estos trabajos.
Fuentes de forenses en Aragón señalaron que en el IMLA reciben estas muestras para compararlas con las muestras extraídas de los huesos exhumados en el valle de Cuelgamuros. “Si se solicitan a los familiares es que los que han hecho a los cadáveres ya son positivos y eso es una ventaja en el análisis”, incide un forense experto en antropología con restos históricos.
Al parecer, la caja de la fosa de Borja tiene los cadáveres mejor conservados que las cajas que guardan los 81 fallecidos que se llevaron del cementerio de Calatayud, donde están sepultados los hermanos Manuel y Antonio Lapeña Altabás, fusilados en 1936, cuya familia consiguió judicialmente la exhumación de ambos en el Juzgado de San Lorenzo del Escorial hace siete años. Son los más reclamados de los 180 reconocidos por el Gobierno de Pedro Sánchez, de las casi 33.833 víctimas de la Guerra Civil que se trasladaron entre 1959 y 1983 desde toda España al Valle de Cuelgamuros.
Purificación Lapeña, descendiente de los sepultados, mostró cierto temor a la iniciativa de las sucesivas demandas de la Fundación Francisco Franco para frenar las exhumaciones de la basílica del Valle de los Caídos, denominado ‘Valle de Cuelgamuros’ desde 2022.
“Del nivel 0 consiguieron sacar a cinco que identificaron y ya fueron enterrados por sus familias. Ahora queremos que en el nivel 2 pase lo mismo. No tiene sentido que ese proceso se paralice cuando nosotros tenemos una sentencia que reconoce la exhumación”, sostiene la descendiente de los hermanos Lapeña.
Al parecer, la situación de las cajas de Calatayud es menos clara porque se cargaron “a paladas” y esa coyuntura dificulta, en principio, las pruebas de ADN de los huesos. “No sabemos nada de la evolución de la búsqueda y pueden paralizarlo a través de esta lluvia de demandas o querellas”, incidió Purificación Lapeña.
Además de los restos de la fosa de Borja y de Calatayud, en el nivel 2 se conoce que hay también restos de vícitmas de otras procedencias de cementerios de Aragón como los de Torrijo de la Cañada y Uncastillo.
