Aragón cierra un verano caluroso y muy húmedo y espera un otoño más cálido de lo normal

Este año agrícola se sitúa como el quinto más seco desde 1961 y el más cálido con una anomalía de 1,4 grados.

Un termómetro del centro de Zargoza rozaba los 39 este mes de agosto
Un termómetro del centro de Zargoza rozaba los 39 en el mes de agosto
P. RAMOS

El verano climático de 2023 ha sido en Aragón muy cálido y muy húmedo, en el que se ha registrado una anomalía de 1,4 grados frente a los 1,3 de la España peninsular, y se han registrado en la Comunidad aragonesa un 131 % de precipitaciones respecto al valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para este nuevo trimestre es que sea más cálido de lo habitual, con entre un 60 y un 70 % de probabilidades de que se produzca el fenómeno.

Así lo ha explicado el delegado territorial en Aragón de la Aemet, Rafael Requena, en el informe sobre el resumen climático del verano y las previsiones para el otoño.

En cuanto a precipitaciones, el mes que ha marcado el trimestre fue el de junio que en Aragón alcanzó la calificación de extremadamente húmedo en el que se doblaron las cantidades habituales en el periodo de referencia con un 236 %.

Uno de los aspectos que ha resaltado Requena es que en el mes de agosto "por primera vez" se estuvo "una semana seguida por encima de los 40 grados, cuando lo habitual eran cuatro días" y el 18 de julio fue el día más cálido con un registro histórico de 44,5 grados.

Así, Teruel encabezó los registros con 156,6 litros frente a los 43,1 habituales y alcanzó la categoría de extremadamente húmedo con un 363 %, mientras que en los aeropuertos de Zaragoza y Huesca fue muy húmedo con un 258 % y 177 % respectivamente.

Julio fue un mes normal en la Comunidad, mientras que agosto fue extremadamente seco y sólo en algunos puntos del Pirineo se registraron lluvias estimables.

En el caso de agosto, el porcentaje de precipitación promedió un 28 % con respecto a los valores normales, además de que un buen número de puntos los valores fueron nulos, sin precipitación como fue el caso de Zaragoza, Calatayud, Alhama, Leciñena, Calamocha o Alcañiz, entre otros.

En cuanto a temperaturas, junio fue cálido y tanto julio, que fue el octavo mes más cálido de la serie histórica 1961-2023 empatado con 1991, como agosto fueron muy cálidos. Este último mes fue el cuarto más cálido de la serie y la anomalía media fue de 1,8 grados en Zaragoza y de 1,9 en Huesca y Teruel.

En lo referente al año agrícola, cerrado el pasado 31 de agosto, el promedio de precipitaciones ha sido del 78 % respecto al periodo 1991-2020 con un carácter muy seco.

La variación en la distribución territorial oscila entre totales pluviométricos de alrededor del 49 % en Calanda y del 130 % en el Teruel-Observatorio con un déficit de -116 milímetros.

Estos datos sitúan este año agrícola en el quinto más seco desde 1961 y el más cálido con una anomalía de 1,4 grados para una calificación de extremadamente cálido.

Para el nuevo trimestre, septiembre, octubre y noviembre, las probabilidades de temperatura apuntan a un periodo cálido con entre un 60 y 70 %, frente a un 30 % de que sea normal y tan solo un 10 % de que sea frío.

En lo referente a precipitaciones, las previsiones para el trimestre son de que sea un 50 % más lluvioso de lo normal (40 % en Canarias), un 30 % de que sea normal y de un 20 a un 25 por ciento de probabilidades de que sea más seco.

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