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Un parásito poco común, detrás del brote de gastroenteritis de Tarazona

Sanidad y el Ayuntamiento trabajan en las técnicas necesarias para eliminar los ooquistes de protozoos causantes de la red de abastecimiento. 

Un niño lavándose las manos
Un niño lavándose las manos
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La presencia de un parásito poco común –un protozoo del género cryptosporidium– en el agua de Tarazona es la causante del brote de gastroenteritis que ya supera los 230 contagiados. "Estos ooquistes – un cigoto rodeado de una pared quística– se encuentran en el intestino humano o del ganado y pueden llegar a contaminar las aguas provocando estos brotes comunitarios", recalcaron este jueves desde el Departamento de Sanidad. Este viernes, los miembros del consistorio turiasonense se reunirán con responsables de Salud Pública para determinar las medidas necesarias para eliminar los protozoos causantes de la contaminación que pudieran permanecer en la red de abastecimiento. Mientras tanto, los vecinos continuarán sin utilizar el agua de boca para consumo, cocina e incluso higiene bucal.

Según señaló Sanidad, los actuales sistemas de depuración de aguas residuales y de potabilización de aguas de consumo "no siempre son obstáculo suficiente para la supervivencia" de los ooquistes del protozoo, que son "muy resistentes al tratamiento por cloro". Por lo que, aunque se trata de una afección muy poco frecuente en los últimos años, se considera ahora una posible "enfermedad emergente".

Su detección se produjo gracias al análisis de heces de afectados, dado que todos parámetros medidos en el agua habían dado "valores correctos". De este modo, se descartó completamente la posibilidad de hiperclorar el agua, que hubiera prohibido su uso hasta para cuestiones como la higiene personal o la limpieza de la ropa. 

En este sentido, el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, Joaquín Quílez, señala que para su detección en el agua es necesario filtrar muchos litros –en una tesis que llevaron a cabo llegaron a filtrar hasta 100– y además hay que utilizar unos filtros "concretos" y recurrir a herramientas de "tinción de anticuerpos". Un proceso que tuvieron a punto en la Facultad de Veterinaria durante años dentro de una línea de investigación sobre criptosporidiosis, que finalmente abandonaron por falta de financiación.

Quílez especifica que estos casos no son frecuentes en países desarrollados y que cuando se dan suelen estar relacionados con las guarderías. La transmisión puede ser por contacto directo con las heces –tanto humanas como animales, especialmente en rumiantes–, por el agua, por el consumo de alimentos que hayan sido regados con agua contaminada o incluso en las piscinas, "puesto que resisten durante semanas si no se eliminan".

Objetivo: parar la transmisión

Para su solución, incide, es fundamental saber el origen para cortar la contaminación y conocer si este es humano o animal. Una vez descubierto, se debe corregir y dejar que pasen los días hasta que deje de haber ooquistes en el agua. "Prácticamente la única herramienta que funciona es la luz ultravioleta, pero hay muy pocas plantas de potabilización que cuenten con este sistema. También hay otro bastante eficaz, basado en la potabilización con ozono, que requiere una infraestructura importante y que es todavía menos común", puntualiza.

Recuerda que en la población sana esta enfermedad suele cursar sin diarreas de gravedad que remiten en cuestión de días. Hay que tener mayor cuidado cuando se da entre población inmunodeprimida, puesto que al tener un volumen de defensas tan bajo, "el parásito persiste mucho más tiempo y puede provocar diarreas incoercibles e incluso derivar en la muerte". Además, uno de los mayores problemas que presenta es que "no tiene buen tratamiento". "Normalmente se usa algún antibiótico, pero no son tratamientos completamente eficaces. Y en veterinaria, el problema es el mismo", subraya.

Desde el lunes, el Ayuntamiento de Tarazona y Salud Pública mantienen la prohibición de consumir agua de boca para beber y cocinar dado el incremento exponencial de contagios en apenas unas horas. A raíz de ello, el Consistorio, en colaboración con Mercadona y Cruz Roja, comenzó el reparto de garrafas de agua. Ya han sido más de 200 litros de agua que han llegado a 13 familias. Según apuntaron fuentes municipales, esta medida se mantendrá hasta que se autorice el consumo de agua de boca, para el que todavía no hay fecha.

Recomendaciones

De momento, han señalado desde Sanidad, continúa prohibido el uso del agua de la red de abastecimiento tanto para consumir, cocinar y la higiene bucal. Además, si se quiere usar para la limpieza de utensilios y superficies será necesario que se hierva durante al menos 10 minutos. Sí que se puede utilizar para el aseo personal, es decir, la ducha.

Salud Pública ha ampliado las restricciones también para los contagiados o personas que hayan tenido una sintomatología compatible. En estos casos, piden extremar las medidas de higiene personal y lavado de manos, especialmente tras cambiar pañales de niños o pacientes infectados hasta 48 horas después de la desaparición de la diarrea. Este misma plazo se da para la manipulación de comida o cuidado de personas hospitalizadas o en instituciones como residencias o guarderías; y para que los niños que van a guardería se incorporen a la misma. 

Asimismo, se recomienda que los afectados no se bañen en piscinas durante las dos semanas siguientes al cese de la diarrea y que tampoco se mantengan relaciones sexuales. Recalcan que es fundamental la limpieza de manos con agua y jabón y no con geles hidroalcoholicos, que no son útiles en estos casos. 

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