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Una treintena de direcciones generales del Gobierno de Aragón están vacantes
Presupuestos, Función Pública, Universidades, Planificación Estratégica y el Instituto de Gestión Ambiental figuran entre las áreas sin altos cargos al frente.
Más de cien días han pasado del inicio de la campaña electoral que puso fin la era del cuatripartito de Javier Lambán y abrió el cambio al bipartito PP-Vox que, dirigido por Jorge Azcón, definirá el futuro de Aragón en los cuatro próximos años. La frenética actividad política que dilató la toma de posesión del nuevo Gobierno autonómico hasta el 12 de agosto dio paso a una especie de calma chicha que se prolonga hasta ahora.
Tras 28 nombramientos y medio centenar de ceses en una sola jornada llegó un parón que ha dejado durante quince días una treintena de direcciones generales vacantes. Y no son de áreas menores. Aunque algunas son de reciente creación, como las de Salud Mental, Cuidados y Humanización o Caza, en el nuevo Ejecutivo no se ha elegido, aún, al responsable de Función Pública, que negocia con los sindicatos, el de Presupuestos y el director del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). La situación se empezará a corregir el miércoles, cuando está previsto que el Consejo de Gobierno apruebe varios nombramientos.
Para que un director general pueda ejercer su cargo es obligatorio que se publique su nombramiento, como recordó el diputado del PSOE Óscar Galeano, que hizo alusión a una sentencia que puso fin a un contencioso. Aseguró, además, que el cuatripartito de Lambán había culminado el 29 de agosto el 91% de su estructura, un porcentaje del que el Gobierno actual está lejos.
La vicepresidencia de Alejandro Nolasco tiene vacantes las direcciones generales de Desarrollo Territorial y Despoblación, y por ahora sigue en la de Justicia María Ángeles Júlvez. En la de Mar Vaquero, hay cinco vacantes (Política Económica, Pymes, Energía y Minas, el Instituto de Empleo y el de Fomento), aunque figura entre los departamentos con más estructura orgánica cerrada.
La consejería de Presidencia, de Tomasa Hernández, carece aún de responsable de Relaciones Institucionales, Administración Local, Interior y Emergencias, Cultura y Patrimonio Cultural, e incorporó a Cristina García (Deportes) y Mª Fe Antoñanzas (Instituto Aragonés de la Mujer), exconcejalas con Azcón y de los primeros fichajes.
Presupuestos, Financiación y Fondos Europeos y Función Pública son las áreas aún vacantes en Hacienda, la consejería de Roberto Bermúdez de Castro, piezas clave en la Administración. Como también lo son Vivienda, Transportes y Planificación Estratégica y Logística, incluidas en la consejería de Fomento de Octavio López, que también siguen sin asignar.
Ángel Samper ha optado en Agricultura por mantener la estructura hasta que lleguen los relevos y solo tiene vacante el director de Caza y el del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA). En Medio Ambiente, gestionado por Manuel Blasco, hay cuatro puestos sin cubrir (Medio Natural, Calidad Ambiental, Educación Ambiental y el Inaga).
Educación, de Claudia Pérez Forniés, afronta la vuelta a las aulas sin director general de Política Educativa y de Universidades. El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, tiene muy avanzada la estructura de la consejería y los únicos huecos por cubrir son los responsables de Salud Mental y Cuidados y Humanización. Contrasta con Bienestar, de Carmen Susín, que tiene todas sus direcciones generales vacantes (Familia, Igualdad de Oportunidades, Mayores e Inclusión Social), y tampoco ha elegido aún al director del Instituto Aragonés de la Juventud.
