ola de calor

Aragoneses huyendo del calor: "Dormimos con las ventanas cerradas porque hace fresco"

Cada vez son más los ciudadanos que deciden su destino de vacaciones en función de las temperaturas. Los Pirineos, la provincia de Teruel y el norte de España son los lugares preferidos.

María Pilar Bielsa, en Jasa (Huesca); Gonzalo Reyes, en Asturias; Laura Díaz, en una playa de la Costa Brava
María Pilar Bielsa, en Jasa (Huesca); Gonzalo Reyes, en Asturias; Laura Díaz, en una playa de la Costa Brava
H. A.

Las sucesivas olas de calor que estamos atravesando este verano -ya vamos por la cuarta- han hecho replantearse a muchos aragoneses sus destinos de vacaciones con el objetivo de huir de la capital y alejarse lo más posible de las temperaturas tórridas que se registran estos días en Zaragoza.

Encontrar un lugar en el que descansar por las noches, poder salir a pasear por la tarde sin que el calor sea asfixiante y que no cueste un riñón es el objetivo de muchos estos días. Los pueblos del Pirineo oscense, algunos municipios de la provincia de Teruel, el norte de España o la Costa Brava son algunos de los destinos más solicitados para una escapada en agosto que baje algunos grados los termómetros.

Es lo que pensó Gonzalo Reyes cuando decidió irse a Asturias con su familia a primeros de agosto, en medio de una ola de calor. Este chileno residente en Zaragoza suele escaparse siempre que puede a la montaña y no es la primera vez que veranea en el norte de España “por la temperatura y el paisaje”, dice. “Lo del calor fue un aliciente este año para buscar un destino más fresco porque, de hecho, teníamos un planteamiento inicial para ir a Almería, pero al ver las temperaturas pensamos que no era una buena idea”, explica Reyes.

Gonzalo Reyes, en Asturias, donde ha veraneado este año huyendo del calor.
Gonzalo Reyes, en Asturias, donde ha veraneado este año huyendo del calor.
G.R.

“Ya habíamos veraneado en otras ocasiones por el norte y ante la previsión del tiempo, cambiamos de idea y nos decidimos por Asturias”, afirma este vecino de Zaragoza. “Nos gusta cómo es el clima y las posibilidades que nos da el paisaje, que mezcla el verde de los bosques y los animales con la playa. A los niños eso les encanta”, añade.

“Es cierto que el tiempo a veces no es apacible, porque hay días de lluvia, pero para nosotros es una oportunidad de cambiar de actividad y no estar todos los días en la playa tomando el sol”, afirma este vecino del centro de la capital.

La Costa Brava y los Pirineos

“Nosotros hemos estado en la Costa Brava huyendo del calor y de las zonas más masificadas de gente, de playas llenas de edificios altos y de hoteles en primera línea”, dice, por su parte, Laura Díaz. “Estuvimos muy bien, muy tranquilos y fresquitos. Valoro mucho el no pasar tanto calor en la playa”, asegura esta zaragozana. 

Días después, estuvo en otro destino de la costa valenciana. “Fue horrible. Te metías al agua y ni te refrescaba de lo caliente que estaba”, afirma Díaz. “En la Costa Brava eso no pasa. Aunque hacía calor, te sumergías y salías fresquito”, insiste. “Para pasar las vacaciones valoramos zonas como esta, con un paisaje más natural, más montañosos y tranquilo con playas más pequeñas y mejor temperatura”, sostiene esta vecina del barrio de Jesús. “Seguro que repetimos otro año, iríamos incluso más al norte”, añade.

Laura Díaz, en una playa de la Costa Brava, donde ha veraneado para escapar del calor.
Laura Díaz, en una playa de la Costa Brava, donde ha veraneado para escapar del calor.
L.D.

El Pirineo es otra de las opciones más demandadas por los aragoneses para dejar atrás la ola de calor. M.ª Pilar Bielsa tiene un apartamento en la localidad oscense de Jasa donde pasa todo el verano con su familia. “Nos pegamos aquí los tres meses de vacaciones escolares porque los niños están muy libres y la temperatura es mejor pero siempre nos escapábamos unos días a la playa, o bien a la Costa Dorada, Castellón o Valencia”, apunta esta zaragozana.

"Nos quedamos todo el verano en el Pirineo y no bajaremos a la playa. Nos da pereza, por el calor".

Sin embargo, “estos últimos años pasamos más tiempo en el Pirineo. Estamos más fresquitos y nos apetece más estar aquí. De hecho, este verano ni siquiera vamos a ir a la playa porque hace mucho calor y nos da pereza”, afirma Bielsa. “Nos quedamos todo el verano en el pueblo y me estoy planteando, incluso, alargar los días para llegar justo la víspera de que las niñas empiecen el colegio”, continua esta vecina de San Juan de Mozarrifar.

María Pilar Bielsa, en Jasa (Huesca), donde veranea junto a su familia.
María Pilar Bielsa, en Jasa (Huesca), donde veranea junto a su familia.
P.B.

El aire acondicionado no existe en estos destinos. “No tenemos porque no se necesita y, de hecho, por la noche hace fresco y siempre dormimos con las ventanas cerradas, este es el primer verano que las hemos tenido que abrir”, apunta.

"Este es el primer verano que hemos tenido que abrir las ventanas para dormir".

Algunos municipios de Teruel también son conocidos por sus veranos más frescos, como Griegos, Bronchales o Puertomingalvo, donde ya sacan partido de sus agradables temperaturas ofertando un turismo térmico que vende, precisamente, la posibilidad de descansar del calor y dormir tapado. La ocupación en alguno de los hoteles de esta zona, como el hotel Mas de Cebrián, se ha disparado y han colgado el cartel de completo en el mes de agosto.

Cambio de tendencia en el turismo

Este fenómeno es algo generalizado y afecta al resto de España y a los turistas que nos visitan de otras partes del mundo. El aumento de las temperaturas en España y otros países del sur de Europa empieza a tener un impacto sobre el turismo y, según los expertos, dará lugar a una transformación, con un incremento de los veraneantes que elegirán el centro y norte del continente durante los meses más calurosos del año, en detrimento del sur.

Son las conclusiones de un informe del Centro Común de Investigación Europeo en el que se explica que las regiones costeras del sur verían reducido su número de turistas en casi un 10 % en verano si la temperatura subiera tres o cuatro grados centígrados. Por el contrario, los destinos costeros del norte de Europa crecerían en popularidad en torno a un 5 % durante el mismo periodo. 

"Los turistas que visitan el sur de España en verano se reducirán y crecerán los viajan al norte de Europa".

Sin embargo, en las agencias de viajes aragonesas todavía no han visto este cambio de tendencia. “No hemos notado un aumento de la demanda en los países del norte de Europa ni tampoco una disminución de los viajes a países del Mediterráneo debido al calor”, asegura Javier Ariza, de viajes Zanzíbar. 

“Aunque Egipto, que está siendo un destino muy puntero en los últimos años, sí que se está demandando menos en verano y más el resto del año”, señala. “También hemos notado que hay más salidas a países escandinavos, por ejemplo, pero no está siendo una tendencia y el calor, por ahora, no es una cuestión relevante a la hora de cambiar el destino, asegura Ariza. 

Sin embargo, “en EE. UU. sí que hay compañías que ofrecen un seguro de viajes que tiene en cuenta las altas temperaturas y cubre la cancelación por esta razón. Sobre todo, va dirigido a turistas británicos, pero en España no existe nada parecido”, matiza.

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