política

Azcón selló el pacto de gobernabilidad en Madrid con el jefe de gabinete de Abascal

El acuerdo programático se cerró el mismo día de las elecciones generales y la cesión de una vicepresidencia y dos consejerías se terminó de fraguar esta semana.

Ana Alós y Alejandro Nolasco firman el pacto de coalición.
Ana Alós (PP) y Alejandro Nolasco (Vox) firmaron el pacto de coalición en las Cortes el pasado viernes.
Guillermo Mestre

Con absoluta discreción, alejado de los focos, el próximo presidente aragonés, Jorge Azcón, asumió directamente las negociaciones para su investidura, que se fraguaron en Madrid con un único interlocutor, Kiko Méndez Monasterio, jefe de gabinete del presidente de Vox. El líder del PP-Aragón contó con el apoyo de una de las personas de su máxima confianza, el coordinador de presidencia del partido, Octavio López, y también se involucró Alejandro Nolasco, portavoz voxista en las Cortes y que se convertirá el próximo sábado en vicepresidente primero de Aragón y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia.

Solo el núcleo duro del presidente del PP estaba al tanto del avance de los contactos, mientras los diputados de uno y otro partido seguían la evolución de los acontecimientos por lo que se iba publicando en los medios de comunicación. "No tenemos ni idea, pero ni idea, ya nos enteraremos cuando toque. Algunos hemos optado por no preguntar", confesaban parlamentarios de PP y Vox en la cafetería y en los despachos de las Cortes a lo largo de las dos últimas semanas.

Fuentes conocedoras de la negociación aseguran a este diario que el acuerdo programático fue lo primero que se cerró tras varios encuentros y cruce de propuestas, un trabajo que se condensó en 80 puntos detallados en un documento de trece folios firmado el pasado viernes por los portavoces parlamentarios de PP y Vox, Ana Alós y Alejandro Nolasco.

Se podría haber rubricado el mismo día de las elecciones generales, el pasado 23 de julio. Tras depositar sus dos sobres en las urnas ante las cámaras y hacer declaraciones a los periodistas, Jorge Azcón se subió al AVE junto a Octavio López y se fue a Madrid para acabar de atar las bases del pacto con Méndez Monasterio. Era el tercer encuentro y todo parecía encarrilado.

El documento tiene puntos en común con los firmados por ambos partidos allí donde gobiernan juntos, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Extremadura, pero Azcón y su equipo se preocuparon de adaptarlo a la realidad aragonesa y limar todo aquello que pudiera generar focos de polémica. Así, no hay mención a los trasvases –como lo hay en el pacto valenciano y que era la cuestión más crítica a salvar– y sí una defensa de la reserva hídrica. "También hay una condena expresa de la violencia machista, hasta se alude al compromiso de erradicar los discursos machistas, y no se toca la ley aragonesa contra la violencia de género", añaden.

Del mismo modo, los populares no se cansan de repetir que las supuestas concesiones al relato de Vox forman parte de su propio discurso, como el hecho de que ya votaran en contra de la ley de Memoria Democrática que se comprometen derogar o que no suscribieran en su día puntos de la ley ‘trans’ que van a reformar pese a que la votaran a favor. Y lo mismo ocurre con la rebaja fiscal, núcleo del discurso de oposición a Javier Lambán.

La negociación se complica

El resultado electoral del 23-J no fue el esperado por el bloque de la derecha, que con 173 votos se quedaba sin opciones de llegar a la Moncloa pese a que el PP había ganado. El batacazo de Vox y la gestión postelectoral, con cruce de reproches y especialmente de ataques de barones a la formación de Abascal, llevó a Méndez Monasterio a dejar en suspenso la negociación el 26 de julio tras un nuevo encuentro en Madrid. En esa ocasión, Azcón viajó solo. "Hay un buen entendimiento y diálogo con él, pero los contactos se quedan en ‘stand-by’ hasta que en Génova reconsideren la relación y haya respeto", apuntaron desde Vox.

Esa misma semana, el líder popular cerró la segunda ronda de contactos con los otros dos partidos que podían facilitarle la investidura con mayoría simple, Teruel Existe y PAR. La entrevista publicada por este diario el día 28 con el presidente en funciones, Javier Lambán, en la que negaba cualquier posibilidad de que el PSOE se abstuviera, dio pie al pacto de gobierno. Vox tenía la llave de la gobernabilidad y los conservadores decidieron ceder, renunciar al gobierno en solitario que pretendían y pactar una vicepresidencia y dos consejerías, como en Valencia.

No se necesitaron nuevas reuniones en Madrid, solo intercambio de papeles para dejar cerrado el documento que terminaron firmando en las Cortes los dos portavoces, la popular Ana Alós y el voxista Alejandro Nolasco. A los parlamentarios de Abascal se les reunió antes para dar cuenta del pacto. A los del PP se les mandó el acuerdo una vez firmado a través del grupo de Whatsapp que comparten.

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