Los rezagados de la que iba a ser y no fue la última mañana del voto por correo

Este jueves iba a ser el último día para depositar el voto por correo, pero se ha ampliado hasta el viernes a las 14.00.

Raquel y Ana rellenan las papeletas en la oficina de Correos.
Raquel y Ana rellenan las papeletas en la oficina de Correos.
Oliver Duch

En las oficinas de Correos del paseo de la Independencia, los clientes con paquetes ya han vuelto a ser la amplia mayoría. Sin embargo, todavía podían contarse unas cuantas papeletas esta mañana. A pesar de las recomendaciones de no esperar al último día, algunos habían decidido apurar el plazo. Al inicio de la jornada, todavía quedaban alrededor de 170.000 documentaciones electorales sin recoger en las oficinas de toda España. Personas que, hasta el anuncio de la ampliación del plazo hasta las 14.00 del viernes 21 de julio, solo tenían un día para realizar ambos trámites.

Es el caso de Raquel y Ana. Madre e hija se encontraban en la montaña cuando el cartero llamó a su portero automático en Zaragoza, y decidieron volver con el tiempo justo para votar. Esta mañana venían a recoger su documentación electoral, para depositar la papeleta momentos después. Habían optado por este sistema por diferentes motivos: Ana se ahorraba así un viaje a un colegio electoral pamplonés y Raquel se quedaba más tranquila ya que “no sabía dónde iba a estar el domingo”.

A María Dolores y su hermana Ana les había pasado lo mismo que a ellas. Solicitaron el voto por correo para irse de vacaciones y evitar subir al pueblo, pero el cartero las había pillado fuera. En lugar de acortar su estancia, habían vuelto con el tiempo justo para coger su documentación y depositar su papeleta. Aseguraron que era algo que ya habían hecho otras veces, ya que al ser “de ideas fijas” nunca tardaban en decidir su voto.

Pero no todos estaban fuera de la ciudad. Cayetana admitía que “lo había procrastinado”. Su papeleta ya le había llegado la semana pasada, después de que la pidiera de forma telemática, y fue entonces cuando se decidió sobre a quién votar. Había solicitado el voto por correo para pasar el 23-J en un festival.

Más apuraba Alba, quien no solo acudía a votar de último momento, sino que también solicitó la documentación justo antes del fin del plazo. “Soy así, un desastre”, comentó entre risas. Ella ya tenía claro desde hacía tiempo que no iba a estar en Zaragoza este domingo: “Vivo fuera de España desde hace 4 meses”.

Laura, por su parte, había solicitado y recibido la documentación con un amplio margen. No obstante, rellenaba a toda prisa su papeleta en la oficina de Correos porque ha decidido a quién votar “hace cinco minutos”. Se va de vacaciones este fin de semana, así que, sin poder adivinar que se ampliaría el plazo, aprovechaba para depositar la papeleta antes de irse. “No me he organizado antes”, confesó.

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