El servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, el hospital más grande de Aragón, registra de este martes una elevada presión asistencial, con 26 pacientes en los pasillos y 52 esperando tener una cama asignada en planta, cinco de ellos durante al menos 72 horas. Una saturación que ya venían alertando los profesionales desde hace días, y que se agrava en verano por el bloqueo de camas y el cierre de una sala de la unidad. 

El resultado, una sobrecarga de trabajo en plena época estival, con parte del personal de vacaciones y pendientes del impacto de la ola de calor, sobre todo entre la población más vulnerable, como los ancianos. Desde el Departamento de Sanidad han explicado que, como sucede en otras ocasiones, se registran incrementos de demanda que se van absorbiendo a lo largo de la mañana con las altas. Las cifras, aseguran, varían cada hora. De momento, no hay constancias de que haya problemas de saturación en ningún otro hospital de Aragón. En el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa el lunes se registraron más urgencias que los días previos pero "de momento está controlado".

El Servet ha amanecido este martes con 26 pacientes en los pasillos (21 pendientes de subir a planta) y las dos de las tres salas de observación que están abiertas al completo. A primera hora había 20 personas en saturación en el Hospital General, cuatro en la unidad de apoyo (respiratoria) y dos en Traumatología. Una complicada situación que impera en los servicios de Urgencias de todo el país durante el verano. La saturación se traduce en largas horas de espera de los pacientes en unas salas llenas y con unos profesionales que deben asumir una avalancha de atenciones con falta de espacio, lo que complica mucho la asistencia. 

 Jessica Fessenden, responsable de Sanidad de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), ha reconocido que "todos los veranos cierran una de las salas", lo que aumenta la saturación en el servicio: "Y los profesionales deben atender a los mismos pacientes con menos personal". También Dori Bordonaba, delegada de CSIF en el Miguel Servet, ha indicado que la Urgencia está "totalmente saturada", con pacientes en los pasillos. El motivo, asegura, es el cierre de la sala 3, una medida habitual en verano. Hay que recordar que el Servicio Aragonés de Salud prevé bloquear hasta 608 camas estos meses, principalmente en agosto. El Miguel Servet planteaba dejar inoperativas hasta 253 plazas, entre ellas la sala 3 de Urgencias desde principios de julio. "En la junta de personal se trasladó que si en caso de saturación se podría volver a abrir esa sala, y nos dijeron que sí", indica. Sin embargo, dice, "a día de hoy sigue cerrada". El panorama resulta "difícil" tanto para los pacientes, que deben permanecer horas en los pasillos, como para los trabajadores. "Por la mañana es cuando menos afluencia hay en Urgencias", pero a partir del mediodía y por la tarde hay más movimiento", señala. 

Para el doctor Rafael Marrón, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Aragón y jefe de unidad del servicio de Urgencias del Miguel Servet de Zaragoza, ha indicado que reciben, sobre todo, a pacientes ancianos con pluripatologías. El principal problema radica en el drenaje a las plantas de hospitalización, al haber menos camas para ingresar a los pacientes desde Urgencias. Ha disminuido también la derivación a Geriatría del Hospital General de la Defensa. En este centro, como en el resto de hospitales, en verano se reducen algunas camas para facilitar que el personal sanitario pueda disfrutar de una parte de sus vacaciones. La derivación de pacientes de Geriatría se sigue haciendo, aunque de manera proporcional a esa disminución de plazas. 

"Aunque pueda disminuir el número de atenciones en Urgencias, el número de ingresos lleva ya años que no baja en verano. Si tenemos la misma demanda de ingresos y menos oferta de camas hay episodios de saturación", pone de manifiesto. En 2022 se alcanzó el número récord de atenciones en Urgencias hospitalarias en Aragón (615.330), un incremento que responde a múltiples factores: demoras en Atención Primaria que repercute en los servicios de Urgencias, retrasos para consultas especializadas, aumento de patologías crónicas... A pesar de que el pasado mes de junio bajaron las asistencias respecto al año pasado, los trabajadores reconocían estar "expectantes" ante lo que pueda ocurrir conforme avance el verano. En mayo se puso en conocimiento del Salud la "situación precaria" que se preveía durante la época estival, porque las sustituciones iniciales previstas eran "insuficientes". Pedían más recursos para atender toda la asistencia. El número de contratos temporales para el verano para médicos de Urgencias hospitalarias en Aragón aumentaron de 7 a 15.