El pedrisco deja daños en 1.500 hectáreas de la Denominación de Origen Cariñena

Las fuertes trombas de agua y piedra que descargaron en la tarde del jueves provocan graves destrozos de hasta un 70% en olivares, frutales y almendros de las comarcas turolenses del Bajo Martín y el Bajo Aragón.

Daños provocados por el pedrisco de la tormenta del jueves en viñedos de la D. O. Cariñena.
Daños provocados por el pedrisco de la tormenta del jueves en viñedos de la D. O. Cariñena.
D. O. Cariñena

Los agricultores comienzan a valorar los daños que las fuertes trombas de agua y abundante granizo de gran tamaño que el pasado jueves descargaron con violencia sobre sus cultivos.

En la Denominación de Origen Cariñena, los técnicos ya han realizado las primeros cálculos y estiman que la zona siniestrada se aproxima a las 1.500 hectáreas, lo que supone un 11% de la superficie de viñedo que acoge la denominación más grande y antigua de Aragón.

Las tormentas que se formaron a primera hora de la tarde en los municipios de Encinacorba, Paniza, Aladrén y Tosos dejaron además de una gran cantidad d agua (unos 25-30 litros/m2), importantes afecciones por pedrisco, que como es habitual en este tipo de fenómenos tiene una gran diferencia de daños entre unos viñedos y otros, han señalado este viernes desde la D. O.

Así, y según las primera evaluación de daños, los destrozos en el viñedo oscilan del 80% en los viñedos más afectados hasta el 25% en el resto, ya que “el siniestro ha sido muy variable dependiendo de la variedad, la orientación, el sistema de formación y la situación dentro del eje de la tormenta”.

A pesar de estos daños, los responsables de la denominación zaragozana consideran que el global de la cosecha no se verá afectada de forma importante, ni en lo que se refiere a producción ni en calidad, ya que la zona afectad constituye un porcentaje pequeño dentro del total de la superficie de la D. O. que se extiende por unas 14.000 hectáreas. Además, el consejo regulador ha señalado que el agua caída en el resto de la zona aliviará la falta de precipitaciones que se arrastraba desde el pasado invierno y la primavera.

En las comarcas turolenses del Bajo Martín y el Bajo Aragón, un pedrisco del "tamaño de huevos de gallina”, dejaba violenta huella en prácticamente todos los cultivos de Albalate del Arzobispo. Híjar, Samper y Puigmoreno, localidad está última en el que la “intensa y espesa tormenta”, ha señalado David Andreu, miembro de la Ejecutiva de UAGA, ha provocado “muchos daños” en fruta, almendra, maíz y el poco cereal que quedaba para recoger.

Andreu asegura que todavía es pronto para cuantificar los daños provocados por la tormenta, que se desplazó hacia Alcañiz, donde la tromba de agua obligó a evacuar de manera preventiva un edificio en el que se habían detectado grietas. Incluso reconoce que será complicado determinar la superficie porque en este tipo de fenómenos el impacto es muy desigual incluso en parcelas colindantes. Lo que ha adelantado es que allá donde ha golpeado la piedra “que en algunas zonas cayó en seco y era de gran tamaño” los daños pueden alcanzar hasta el 70%.

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