"Las altas temperaturas y la basura influyen en que haya más moscas"

La mayoría de especies, explican los expertos, se sienten atraídas por el sudor. Eso explica que sean molestas tanto para animales como para personas.

Las vacas atraen las moscas de los establos y otros tipos.
Las vacas atraen las moscas de los establos y otros tipos.
Pixabay

Quizás sea una sensación de cada verano, pero este año, son muchos los que aseguran que hay "más moscas". Más allá de la mosca negra, muy conocida por sus picaduras, existen decenas de tipos que conviven no solo entre ellas sino también con los humanos y otros animales, y en ocasiones resultan molestas.

"Las altas temperaturas y la basura influyen en que haya más moscas. Son de sangre fría y su metabolismo depende del ambiente. Los ciclos son muy rápidos y en pocos días puedes tener una nueva generación", explica Javier Lucientes, catedrático de Parasitología en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Aunque los termómetros no han marcado cifras muy altas en las últimas semanas, sí que llevan meses siendo agradables. Y en el caso del mes de abril y mayo, por encima de lo habitual. "Con el calor crecen de forma exponencial", concreta.

En los grandes núcleos, especifica, no suele ser habitual que su presencia sea especialmente molesta. "Las moscas crían en materia orgánica o basura. En las ciudades, se suelen desinfectar los contenedores, aunque siempre puede haber excepciones o zonas donde se acumule basura. También es cierto que hay gente que deja la la bolsa en cualquier lado, por ejemplo, en solares que están vacíos. Todo eso propicia la cría de moscas", reconoce. 

"Son de sangre fría y su metabolismo depende del ambiente. Los ciclos son muy rápidos y en pocos días puedes tener una nueva generación"

En otras zonas como en el Pirineo crían con mayor facilidad. "Están ligadas a la materia orgánica en descomposición, es decir, a las heces del ganado. En la zona de montaña, en concreto, existe "explotaciones de vacuno". "Cada vez los pueblos crecen más y se acercan a las explotaciones e incluso en ocasiones las granjas están dentro de la localidad", subraya. Lo mismo sucede en otras zonas de Aragón, tanto en la provincia de Huesca como en la de Teruel y Zaragoza.

La mayoría de especies, explica, se sienten atraídas por el sudor y no necesitan picar. "Se alimentan de líquidos y por eso acuden a los animales y humanos, y suelen ser molestas", concreta. Existen también otro tipo de especies que se alimentan de sangre.

Javier Lucientes, siempre a pie de obra, en el laboratorio de la Facultad de Veterinaria.
Javier Lucientes, siempre a pie de obra, en el laboratorio de la Facultad de Veterinaria.
Toni Galán

Por su parte, Nacho de Blas, también profesor de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, asegura que este año "hay más insectos que en años anteriores". "Este curso ha empezado el calor mucho antes. Todo lo que es aumento de temperatura hace que los insectos tengan más ciclos vitales. Eso se va acumulando y los ciclos reproductivos se acortan con las altas temperatura", argumenta.

Si la temperatura fuese muy extrema, admite, sería peor para las moscas. "Perjudica por la sequedad. Ahora la temperatura es alta, pero no extrema, y llevamos así muchas semanas. En el Trópico hay muchas moscas por esa misma razón", declara.

NACHO DE BLAS PROFESOR DE LA FACULTAD DE VETERINARIA EN EL AREA DE SANIDAD ANIMAL / 18-09-2020 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ [[[FOTOGRAFOS]]]
Nacho de Blas
FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

De Blas asegura que no solo es mosca negra sino "también mosca doméstica, tábanos, mosquitos,...". "Además, la mosca común se adapta muy bien y se puede multiplicar con facilidad", señala. 

Así, este año, entre los aragoneses, hay quienes perciben que hay más insectos que otros años. "Mucho se habla de la mosca negra, pero poco de la común, que este año parece haberse triplicado. En mi casa incluso se cuelan en el momento en el que muevo las mosquiteras. No sé cuál será la razón puesto que, de momento, no hace más calor que otros años, pero es cierto que incluso están más pesadas, como atontadas. Creo que hay incluso más que mosquitos, al menos en la zona en la que resido", comenta Marta Usía, vecina de Miralbueno

La mosca negra

Más allá de la molestia que supone la mosca doméstica o otras especies, los zaragozanos están especialmente preocupados por la mosca negra. La mosca negra es capaz de volar entre 15 y 20 kilómetros "tranquilamente", eso explica que uno pueda encontrársela prácticamente en cualquier punto de la capital aragonesa.

En invierno, especifica el experto, "los termómetros no han marcado cifras especialmente bajas y el agua del río Ebro no ha estado por debajo de los 6 grados". "A esa temperatura, las larvas ni se congelan ni se alteran por lo que se han criado con mucha facilidad. A eso se suma que el calor ha llegado antes y eso acelera el ciclo y salen antes", concreta.

"Mucho se habla de la mosca negra, pero poco de la común, que este año parece haberse triplicado"

Este año, el ascenso de las temperaturas es "el inmejorable caldo de cultivo" para que su creciente expansión continúe su vertiginoso ritmo, según apuntan desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).

Para evitar las picaduras y protegerse de estos insectos, los expertos sostienen que los colores llamativo pueden atraer a la mosca negra, por lo que es mejor vestirse con ropa clara. Además, recomiendan no pasear por el curso de los ríos o zonas cercanas, especialmente a última hora de la tarde.

En las viviendas, aconsejan instalar mosquiteras en puertas y ventanas en el caso de situarse cerca de las riberas. También evitar la acumulación de agua en el exterior de la vivienda y mantener cubiertos los depósitos de agua. Asimismo, es necesario controlar los desagües y utilizar repelentes certificados, sobre todo los que contienen citronela.

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