Nuevas expropiaciones en las obras del embalse de Mularroya: se desvía 14 kilómetros el oleoducto Rota-Zaragoza
La CHE ha iniciado los trámites para modificar el trazado del tubo a su paso por El Frasno, Morata, Alpartir, La Almunia y Ricla.
Las obras del embalse de Mularroya hacen necesario el desvío del oleoducto que une Zaragoza con la ciudad andaluza de Rota. La actuación, prevista ya en el último anteproyecto redactado hace ahora una década para la construcción de la presa, contempla modificar 14 kilómetros de trazado del tubo que instalaron los americanos a mediados del siglo pasado para conectar ambas bases militares. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado las expropiaciones de los terrenos afectados, mientras que los trabajos los ejecutará la compañía que explota esta infraestructura, CHL-Exolum (antes Campsa). El presupuesto asciende a 4 millones.
Después de quince años de obras, Mularroya afronta su recta final y podría concluir este mismo año o a principios de 2024. Tras un largo camino plagado de obstáculos –jurídicos, pero también de ejecución–, las máquinas se centran ahora en la excavación del túnel para trasvasar aguas desde el río Jalón para contribuir al llenado del embalse.
Mientras, y con el tramo de variante de la antigua N-II ya inaugurado, se prepara el desvío del oleoducto, cuyo trazado se ve en riesgo por el embalse. Para ello, se destinarán 4 de los 150 millones de euros invertidos en la presa. En concreto, se verán afectados 14 kilómetros del tubo que une Zaragoza y Rota, en el tramo entre Ariza y La Muela.
Todo ello, bajo la supervisión del Ministerio de Defensa, puesto que se trata de una instalación estratégica de carácter militar, dado el abastecimiento que ofrece a las bases de Rota, Zaragoza, Morón y Torrejón. Además, cruza la península de extremo a extremo, lo que obliga a velar por su seguridad, y más teniendo en cuenta que en el pasado ha sido objeto de ataques.
Los trabajos, que tienen un plazo aproximado de ejecución de cinco meses, se desarrollarán en los términos municipales de El Frasno, Morata de Jalón, Alpartir, La Almunia de Doña Godina y Ricla. Para ello, la CHE ya ha iniciado los procesos de expropiación, con un coste de 111.906 euros. Servirán para compensar 18,5 hectáreas de servidumbre y 5,7 de ocupación temporal del espacio.
Mientras, las obras de la presa siguen quemando etapas, no sin problemas. Los trabajos se centran en la apertura de un canal de derivación, que comenzó a ejecutarse a finales de 2020 y transcurre a lo largo de 80 metros por el fondo de un pequeño valle a cielo abierto. De los 12,6 kilómetros de galería proyectada, ya se han llevado a cabo más de 8,2 y quedarían por delante los poco más de cuatro kilómetros restantes.
Sin embargo, las obras se encuentran paralizadas, tal y como avanzó este periódico. Fuentes de la CHE explicaron que existe una "ralentización" de los trabajos "como consecuencia de una aprobación de una modificación del proyecto que debe realizar el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico".
No es el primer contratiempo que sufre el proyecto. Los trabajos se vieron alterados por el pinchado de varios acuíferos, en las estribaciones de la sierra Vicor, cuyos flujos de agua han sobrepasado las capacidades del sistema de depuración de caudales de la tuneladora, llegando a hacer que colapse. Por ello, se tuvo que ampliar este sistema y poner en marcha de un tratamiento adicional para mejorar la impermeabilidad del corredor con un coste de 8,1 millones de euros.
Con anterioridad, hubo que aprobar, por vía de emergencia, los trabajos para rescatar la tuneladora al haber quedado atrapada en su avance hacía el Jalón. Mientras, los agricultores de la zona también mostraron su preocupación ante el descenso del nivel en pozos y manantiales.
