Heraldo del Campo

Una eficaz gestión que funciona

EL Ciheam Zaragoza ha organizado una prueba piloto de formación en gestión sostenible de plagas, que forma parte de un proyecto europeo con más de 30 socios.

Expertos de quince países se han reunido en Zaragoza para trabajar en la gestión integrada de plagas.
Expertos de quince países se han reunido en Zaragoza para trabajar en la gestión integrada de plagas.
Ciheam

El campo se halla inmerso en un proceso de cambio hacia un modelo de producción más sostenible y menos dependiente de los productos fitosanitarios. Un proceso que requiere tiempo, formación y asesoramiento. Con el objetivo de ayudar a los agricultores en esta transición, el Ciheam Zaragoza ha elaborado una serie de módulos formativos sobre la gestión integrada de plagas, conjunto de estrategias que ayudan a reducir el uso de los plaguicidas y que daba a conocer esta semana en una prueba piloto de formación sobre gestión integrada de plagas en el Ciheam Zaragoza, donde se reunieron cuarenta expertos de quince países.

Esta jornada forma parte de un proyecto europeo denominado Ipmworks (Integrated Pest Management works) tiene como objetivo "dar a conocer a los socios de este proyecto los métodos y técnicas de gestión integrada de plagas en los que se está trabajando, para que ellos los puedan transmitir a los agricultores en sus países. Por ello, la divulgación es uno de los ejes de este proyecto", indica Joaquín Balduque, gestor del proyecto Ipmworks en el Ciheam Zaragoza, única organización aragonesa en la iniciativa, en la que es responsable de la formación dentro del proyecto, que reúne a 31 socios de 16 países (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Serbia, Suiza y Reino Unido).

El encuentro celebrado en Zaragoza ha servido para realizar simulaciones de nuevos materiales y medidas para luchar contra las plagas, así como para analizar la mejor manera de utilizarlos teniendo en cuenta el contexto de cada país.

El objetivo del proyecto Ipmworks es "promover estrategias de gestión integrada de plagas en una red de agricultores que demuestre y transmita que este modelo funciona", indica Balduque. La iniciativa reúne historias de éxito en cinco sectores agrícolas: cultivos herbáceos, hortícolas, frutales, viña y cultivos de invernadero. Sus actividades de formación ofrecen recursos y herramientas a agricultores, asesores y técnicos para avanzar hacia un modelo de producción más sostenible y menos dependiente de los productos fitosanitarios.

La gestión integrada de plagas consiste en la aplicación de diversas medidas de gestión de plagas para limitar la aplicación de productos fitosanitarios únicamente a aquellas situaciones en las que realmente son necesarios

Joaquín Balduque, gestor del proyecto Ipmworks en el Ciheam Zaragoza, ha valorado positivamente los resultados de la prueba piloto realizada, en la que los participantes han debatido la mejor forma de utilizar los materiales formativos desarrollados. "Durante estos dos días hemos intercambiado experiencias y avanzado en una estrategia conjunta para que los agricultores, asesores y técnicos en cada país puedan encontrar a través de nuestro programa formativo soluciones sostenibles a las problemáticas específicas que encuentran en sus explotaciones", señala.

Síntesis química

La gestión integrada de plagas consiste en la aplicación de diversas medidas de gestión de plagas para limitar la aplicación de productos fitosanitarios únicamente a aquellas situaciones en las que realmente son necesarios. Estas medidas se combinan en las explotaciones para reducir la dependencia de los plaguicidas y, por tanto, la exposición del medioambiente y las personas a estos productos, manteniendo al mismo tiempo la rentabilidad de las explotaciones.

Este proceso se desarrolla en varias ‘fases’. La primera de ellas es la ‘prevención’. Es decir tomar medidas para que las plagas no aparezcan, como pueden ser "el cultivo de variedades más resistentes, la rotación de cultivos o prestar atención a las fechas, entre otras cosas", apunta Joaquín Balduque. No obstante y, si pese a todo aparece algún patógeno, el siguiente paso sería "realizar un monitoreo y un seguimiento de su evolución para poder decidir si hay que hacer algo y en ese caso qué hacer".

En caso de tener que tomar medidas, las primeras deberían ser medidas "no químicas", la introducción de depredadores naturales de la plaga, como pueden ser otros insectos, o el empleo de métodos mecánicos, como el deshojado. Si esto no funciona es cuando se debe plantear el uso de fitosanitarios que no sean de síntesis química. "Solo cuando se supera un umbral económico de daños es cuando hay que plantearse el empleo de químicos", recalca Joaquín Balduque.

Así, a través de este modelo de gestión y tratamiento de plagas, "no solo se reduce la dependencia de los plaguicidas, también la exposición de consumidores y del medio ambiente a este tipo de sustancias, manteniendo al mismo tiempo la rentabilidad de las explotaciones agrícolas", asegura.

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