Algunos diputados se vuelven excéntricos en sus juramentos y promesas en las Cortes

Los 67 componentes de las Cortes de Aragón han tomado posesión de sus cargos poniendo la mano, a su elección, sobre la Constitución o sobre el Estatuto de Autonomía. 

Tomás Guitarte toma posesión de su cargo de diputado en la constitución de las Cortes de Aragón.
Tomás Guitarte toma posesión de su cargo de diputado en la constitución de las Cortes de Aragón.
Guillermo Mestre

El Parlamento autonómico ha celebrado este viernes, 23 de junio, la sesión plenaria constitutiva de la XI Legislatura, en la que los 67 diputados han jurado o prometido acatar la Constitución española y el Estatuto de Autonomía y ejercer su cargo "en defensa de los intereses de los aragoneses".

La sesión ha comenzado a las 11.00 bajo la presidencia de la Mesa de Edad, formada por el diputado de mayor edad, José Pedro Sierra, y los dos más jóvenes, Silvia Casas y Darío Villagrasa, quienes han tomado juramento o promesa a los parlamentarios.

Los 67 han jurado o prometido poniendo la mano, a su elección, sobre sendos ejemplares de la Constitución y el Estatuto de Autonomía, manifestando la mayoría "sí, juro" o "sí, prometo". Hasta aquí todo normal. Sin embargo, algunos de ellos han echado mano de fórmulas más heterodoxas y excéntricas a la hora de mostrar su adhesión al cargo que ya ocupan. 

De este modo, los tres diputados de Teruel Existe lo han hecho "en especial por el cumplimiento de los principios de igualdad, desarrollo sostenible y equilibrio territorial recogidos en los artículos 138 y 139 de la Constitución y el 99 del Estatuto", en palabras de Tomás Guitarte. El diputado de IU, Álvaro Sanz, ha prometido su cargo sin renunciar a sus principios republicanos. 

El reglamento de las Cortes de Aragón solo indica para estos casos que el presidente de la Mesa de Edad prestará y solicitará de los secretarios, y posteriormente de los demás diputados electos, el juramento o la promesa de acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía, pero nada dice sobre las coletillas que algunos componentes de la Cámara apostillan llegado su momento. 

Antecedentes polémicos

El juramento o promesa es la expresión formal, exigible a todos los que asumen un cargo o una función pública, de sometimiento y sujeción a la Constitución, como norma fundamental del Estado. Pero en el Congreso de los Diputados esta fórmula no ha estado exenta de polémica en los últimos años al tomar posesión de sus cargos diputados electos provenientes de partidos independentistas. 

Así, en mayo de 2019, durante el acatamiento de la Constitución, Oriol Junqueras (ERC)usó esta fórmula: "Como preso político, y por imperativo legal, sí, prometo". En la misma línea se expresó Jordi Sànchez: "Con lealtad al mandato del 1 de octubre y como preso político, sí, prometo". En su momento, estas fórmulas generaron polémica, pero fueron muchos los expertos constitucionalistas que las dieron por válidas porque todos dijeron 'prometo' de manera clara, por lo que se cumplió el acatamiento.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, defendió asimismo la fórmula utilizada echando mano de un antecedente: una sentencia del Tribunal Constitucional de 1990, después del acatamiento de los diputados de Herri Batasuna. Ese año, la fórmula para prometer el cargo "por imperativo legal" les costó la expulsión y se les negó la condición de diputados. No obstante, el Alto Tribunal sí la validó en una sentencia.

Por cierto que en el mismo pleno del Congreso de 2019 también se escucharon promesas "por la democracia y los derechos sociales" por parte de los diputados de Unidas Podemos, y un "por España" por parte de los representantes de Vox. El diputado del PRC se acordó de su región: "Por Cantabria y por España, sí prometo", dijo. Y Tomás Guitarte, por cierto, añadió un recuerdo a la España vaciada.

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