El PSOE-Aragón espera que Ferraz respete la elección de sus diputados provinciales

Los socialistas afrontan el jueves otra comisión de listas en un ambiente de desconfianza y desmovilización ante el 23-J.

Homenaje a Alfredo Rubalcaba
Felipe González saluda  a Javier Lambán
Enrique Cidoncha

Con las heridas del comité federal del sábado todavía sin cicatrizar, el PSOE-Aragón y la dirección nacional afrontan esta semana un nuevo proceso de designación de cargos que medirá el nivel de confianza entre ambas partes. Se trata de los nombres que configurarán las diputaciones provinciales, un listado que mañana definirá cada territorio y que deberá ser ratificado el jueves por la comisión federal. Tras el veto a las candidaturas al Congreso y al Senado, Zaragoza y Teruel confían en que en esta ocasión haya acuerdo. De lo contrario, advierten, se "atacaría a la línea de flotación" del partido de cara a una campaña electoral para el 23-J que se enfrenta al riesgo de la desmovilización de la militancia.

En concreto, las comisiones ejecutivas de cada provincia designarán mañana a los representantes para las diputaciones, que saldrán de las corporaciones municipales tras los comicios del pasado 28 de mayo. El proceso no tendría mayor trascendencia si no fuera porque, de nuevo, las listas deben contar con el visto de bueno de Ferraz.

En las provincias de Zaragoza y Teruel, las dos afectadas por las imposiciones de la dirección nacional para el Congreso y el Senado, confían en que no se repita el conflicto. Trasladan, no obstante, un alto grado de "incertidumbre", ya que los puentes con Ferraz están inutilizados, y cruzan los dedos para "que pase esta semana y centrarnos en otra cosa", señalan fuentes del partido en Aragón.

Mientras, Ferraz mantiene silencio para no alimentar más la polémica y circunscribe el acuerdo a las negociaciones que mantenga, de forma oficial o en privado, el secretario de Organización, Santos Cerdán, y el secretario provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, representante además de Aragón en la comisión federal de listas.

"Frustración"

La relación entre Ferraz y Aragón sigue lejos de normalizarse. Ayer, Sánchez Quero advirtió de que los cambios impuestos por Madrid para dar entrada en las listas a Pilar Alegría, Susana Sumelzo, Víctor Ruiz y Miguel Dalmau, "desacredita" al partido. "Si no respetamos a la militancia, perdemos credibilidad", apuntó en Radio Zaragoza. En la misma línea, la secretaria general del PSOE-Teruel, Mayte Pérez, mostró "decepción, frustración y perplejidad" por los vetos de la dirección nacional, que en su caso obligó sacar de la candidatura a Ignacio Urquizu para situar como número 1 al Congreso a Herminio Sancho.

Pero más allá de las quejas, los socialistas de ambas provincias se enfrentan al riesgo de desmovilización a las puertas de una campaña en la que parten con las encuestas en contra. "Esto causa desmotivación y decepción, en un momento que exige toda la fuerza de la gente para imponer un proyecto político que ha dado buenos resultados", advirtió Pérez. "Hay un desánimo que impacta en los afiliados", respaldó Sánchez Quero.

Los mensajes durante el fin de semana, después de que Ferraz volteara unas listas que consideraba poco menos que una provocación, estaban cargados de pesimismo. "Votaré pero que no cuenten conmigo para nada", decía un mensaje en los foros del PSOE de Zaragoza. El propio líder autonómico, Javier Lambán, trasladaba la semana pasada un entusiasmo moderado: "Me pondré a disposición de la dirección nacional para hacer campaña, es una obligación de un militante".

Este lunes, no obstante, uno de los cargos que renunciaron en señal de protesta a figurar en las listas reconocía que "poco a poco" se va calmando el ambiente. "Ya se ofrecen a arrimar el hombro, quieren demostrar que están para el partido", apuntaba.

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