PSOE
Lambán defiende sus “magníficas” listas y lamenta que no habrá “oportunidad de votarlas”
El líder de los socialistas aragoneses recuerda que las candidaturas vetadas por Ferraz fueron elegidas “democráticamente”.
El secretario general del PSOE-Aragón, Javier Lambán, ha lamentado este sábado el veto de la dirección nacional del partido a las listas electorales configuradas por Zaragoza y Teruel para las elecciones generales.
El aún presidente de la Comunidad ha defendido que ambas provincias “elaboraron democráticamente unas magníficas candidaturas al Congreso y al Senado”. Por ello, lamenta “mucho” que, finalmente, no habrá “oportunidad de votarlas” el 23-J.
Así lo ha manifestado a través de su cuenta de Twitter a pocos minutos de que dé comienzo el Comité Federal del PSOE en Madrid, donde está previsto ratificar las listas definitivas. Sin embargo, ni Lambán, ni los secretarios generales de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, ni de Teruel, Mayte Pérez, van a asistir en señal de protesta. Tampoco la mayor parte de los representantes de estas provincias citados hoy en Ferraz.
De hecho, la modificación de las listas por parte del secretario general del partido, Pedro Sánchez, causó anoche la renuncia en bloque de 15 candidatos afines a Lambán, aunque la mayoría de ellos no figuraban en puestos de salida tras la limpia que ejecutó la dirección nacional.
En Aragón, los cambios afectaron a Zaragoza y Teruel, mientras que Huesca, en sintonía con Ferraz, no vio modificada su propuesta. En la provincia que dirige Sánchez Quero, la dirección nacional impuso a Pilar Alegría, Susana Sumelzo y Víctor Ruiz para el Congreso, y a Miguel Dalmau como número 1 al Senado.
En cuanto a las candidaturas diseñadas por Mayte Pérez, también fueron desbaratadas. Sánchez vetó de nuevo a Ignacio Urquizu y en su lugar concurrirá Herminio Sancho, seguido de Cuca Montull y Jorge Hernández. La lista para la Cámara Alta la encabezará María José Villalba.
No fue la única comunidad afectada. La dirección nacional también impuso cambios en los territorios de los barones más díscolos, como Valencia (Ximo Puig), Castilla y León (Luis Tudanca) e incluso Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), lo que anticipa un Comité Federal convulso.
