aragón
Casi 20 años de interina en un ayuntamiento: "Estamos donde nadie ha querido venir"
María Pillar Villanueva se encarga del día a día de cuatro pueblos turolenses que no suman 200 habitantes. Forma parte del colectivo de secretarios interventores de la España vaciada que han convocado huelga desde este miércoles.
El trabajo en el día a día de un secretario de ayuntamiento incluye desde encargar las flores para las fiestas patronales hasta disolver la corporación tras unas elecciones, como ocurrirá este miércoles, o volver a constituirla, como tendría que ocurrir este sábado, si la huelga convocada por el colectivo de interinos desde este miércoles no lo impide. María Pilar Villanueva es la secretaria de cuatro ayuntamientos de Teruel que forman una agrupación, frecuente en la España vaciada. Se encarga del papeleo del día a día de Bezas, Saldón, Valdecuenca y Rubiales. El pueblo más grande es el primero y tiene unos 70 habitantes. Entre todos no llegan a 200 vecinos que residan todo el año.
"Aquí te toca hacer de todo porque estás solo, aunque yo tengo una auxiliar hace cinco años", cuenta María Pilar, que forma parte de la Asociación sindical de secretarios interventores de Aragón, una de las que convocan la protesta a nivel nacional. Ella vive en Teruel capital y se desplaza tres días a la semana para estar de forma presencial en los municipios y dos teletrabaja. Lleva 19 años en esta agrupación en un puesto interino. "Siempre pensaba que vendría un habilitado y ocuparía la plaza", explica, en referencia al funcionario que la tiene fija.
La solución de contratar interinos se ha venido utilizando para tapar esos huecos, sobre todo, en pequeños municipos donde se quedan vacías años porque los titulares prefieren pedir destino en otros puestos en la administración con mejores condiciones laborales.
Tareas de todo tipo
María Pilar no tiene ningún interés en marcharse, al contrario, desearía que el proceso que se ha abierto ahora para reducir la temporalidad en la Administración, para cumplir con Bruselas, la dejara en su agrupación, pero con una plaza fija. De la estabilización en marcha, con 800 puestos fijos para 4.400 solicitudes, puede resultar que consiga plaza pero en otros ayuntamientos.
"Estamos donde nadie ha querido venir", asegura. Por ello, pide quedarse donde está, con un empleo estable, y "que se nos deje de ningunear". En estas casi dos décadas de temporalidad ha formado una familia. Está casada, tiene dos hijos y le gusta su trabajo.
"Un secretario interventor hace desde un informe jurídico para el control de un fondo europeo Next Generation a la contabilidad, nóminas, seguros sociales, gestión de presupuestos o una fotocopia a un vecino", enumera, sobre el tipo de papelo que gestiona. "Somos la cara visible", señala. Así, a ella acuden los vecinos si necesitan echar un bando o es la encargada de elaborar un informe para la Cámara de Cuentas. "Estamos para todo", recuerda, en el caso de los pueblos pequeños como los que lleva ella. "Aquí no hay departamentos, yo soy departamento único. Hacemos desde lo más complicado a lo más esencial", resume. La lista continúa con el trabajo de tesorería, es juez de paz y encargada del registro civil.
Entre el colmo de su trabajo ha figurado cumplir con el proceso de estabilización de la otra empleada del ayuntamiento, siguiendo también la normativa, siendo que ella seguía de interina.
Hace tres semanas se sumó a la concentración con sus compañeros en Madrid, donde acudió desde Teruel con un enorme bombo de Semana Santa. Ahora ya ha avisado en sus ayuntamientos que puede quedar "en el aire" tanto la disolución de la corporación como su constitución esta semana.
María Pilar reconoce que si un ayuntamiento se queda sin secretario no hay secretarios en la bolsa de empleo que creó la DGA. "No hay personas que quieran ser secretarios", confiesa.
