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El pueblo zaragozano que no elegía concejales desde hacía 36 años

Urriés ha dejado de ser concejo abierto estas elecciones por aumentar su población y recoge firmas en Change.org para mantener su condición.

Rosario, vecina de Urriés (Zaragoza) de 101, en las elecciones del 28-M.
Asunción, vecina de Urriés (Zaragoza) de 100 años, en las elecciones del pasado 28-M.
H. A.

En Urriés hacía 36 años que no se elegían concejales, no porque no hubiera llegado la democracia sino porque eran los propios vecinos. El pequeño municipio zaragozano de las Cinco Villas es uno de los 71 organizados como concejos abiertos en Aragón. Desde 1987 solo se votaba qué alcalde querían y las decisiones se tomaban en plenos a los que pueden acudir todos los habitantes. Este año su situación ha cambiado al aumentar el número de empadronados, una de las condiciones que pone la normativa. En estos comicios ha pasado a ser considerado ayuntamiento, pero los urriesinos se han movilizado para oponerse.

Incluso los más ancianos del lugar, como Asunción García, que tiene 100 años, colaboraron con su voto para reflejar en el resultado de las urnas del pasado 28 de mayo que quieren quedarse como están, como concejo abierto.

Dos candidatas "fantasmas"

Tras el escrutinio, la candidatura que encabeza el actual alcalde, Armando Soria, respaldada por CHA, ha contado con 30 votos, mientras las otras dos que aparecieron al convocarse elecciones, una de PP y otra de PSOE solo han obtenido uno cada una. "Lo peor es que se presenten dos personas que no tienen relación con nada", lamenta el alcalde. Se queja de que los vecinos no han conocido a las otras dos candidatas "fantasmas", que no residen en el pueblo, ni se han acercado antes ni después de las elecciones. Ni siquiera cree que acudieran el domingo a votar, pero formarán ahora el gobierno local con él y las decisiones se tomarán solo entre ellos tres ya que se necesitaba elegir a tres personas. Aún tienen pendiente recoger sus actas de concejales.

Los reproches del edil llegan porque asegura que no se informó expresamente del cambio, se enteraron "al ver las papeletas". En su etapa de concejo abierto aparece la frase "doy mi voto para el alcalde/alcaldesa" y ahora simplemente era la lista de aspirantes. 

Además, afirma que "siempre hemos estado por encima de los 40 habitantes, podía haber pasado otros años y nadie lo cambió". No entiende por qué este ha sido diferente aunque por el pueblo corren todo tipo de especulaciones.

"Si hubiéramos sabido que hacían falta hubiéramos presentado tres candidaturas con gente del pueblo", afirma, ya que hay disposición por parte de muchos vecinos para participar en las iniciativas del municipio. Este pueblo situado a solo 130 kilómetros de Zaragoza forma parte del Aragón vaciado, que se ha ido repoblando con jóvenes con ganas de poner en marcha proyectos. La media de edad de los vecinos ronda los 45 años. "Solo nos quedan cinco mayores", explica el alcalde. En estos años ha sido un municipio muy activo, con iniciativas como un huerto de autoconsumo solar, un museo románico, unas jornadas de periodismo y despoblación y otras citas culturales.

No llegó la solicitud a tiempo

El alcalde achaca a una serie de errores burocráticos que no hayan podido frenar el proceso, y que su petición no llegara a tiempo, ya que existe la posibilidad de hacerlo antes de que se celebren las votaciones, como ha ocurrido en la vecina población de Longás. Desde el Gobierno de Aragón confirman que la solicitud para seguir siendo concejo abierto "no llegó en tiempo y forma, con lo que no es posible mantenerlo". Por ello, explican que la única alternativa ahora es "esperar a las próximas elecciones locales". 

Este es el peor escenario que maneja el alcalde actual, que teme que se produzca una situación de "bloqueo" estos cuatro años, si no hay acuerdo con las otras dos concejales elegidas. "La gente está muy enfadada, incluso pensando en salir a la calle con cacerolas", asegura. Su cabeza no para de dar vueltas para ver qué más puede hacer y ha preparado una carta para pedir su apoyo al Justicia de Aragón y este martes ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org. La campaña lleva el nombre 'Salvemos Urriés. Decidiremos nuestro futuro', que en el primer día ha superado los 500 apoyos. 

Vecinos de Urriés e imágenes del pueblo.
Una calle en Urriés.
H. A.

"En el momento que se enteró la gente que vive fuera, todo el mundo ha querido venir a hacer lo que haga falta", apunta Soria. Entiende que la normativa contempla la posibilidad de dejar de ser concejo cuando aumenta el censo y resulta difícil tomar decisiones en asamblea con quórum.

Sin embargo, esos problemas asegura que no se dan en Urriés. "Nosotros hacemos más plenos porque siempre que hay que hacer cualquier cosa hablamos". Las reuniones suelen ser en sábados o viernes por la tarde para facilitar la asistencia. La última la hicieron coincidir con la Cincomarzada, fiesta en Zaragoza capital, para que se desplazaran los empadronados que residen fuera. "Se repasaron los presupuestos y cómo va la comunidad energética y otras obras", recuerda. 

Soria insiste en no perder el modelo de concejo abierto. "Me parece la mejor forma de democracia y participación ciudadana que hay", sentencia.

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