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La OTAN responde en el campo de San Gregorio a un supuesto ataque en Europa

En las maniobras Defender Europe 23 participan 2.000 militares, trece aviones de transporte y nueve cazabombarderos.

Maniobras de la OTAN en el campo de San Gregorio
Maniobras de la OTAN en el campo de San Gregorio
Efe/Javier Cebollada

El presente contexto internacional, que recientemente nos está mostrando su realidad más compleja y exigente, nos impulsa a mantener la preparación de nuestras unidades como principal objetivo”, indica la División Castillejos en la introducción del ejercicio Defender Europe 23, relacionado con la guerra en Ucrania que empezó en febrero de 2022.

Aun así, el coronel Briant Mccullouch, del ejército de Estados Unidos, ha señalado en Huesca que la invasión de Ucrania por parte de Rusia “no afecta necesariamente” al diseño del Ejercicio Defender Europe 23 (DE-23), ya que su planteamiento está “preparado para cualquier intervención a lo largo del mundo”.

Asimismo, el coronel ha manifestado que estas operaciones tienen un “propósito importante", que es “demostrar la capacidad de despliegue rápido ante una amenaza y una agresión a la paz en Europa”.

La OTAN pretende responder en el campo de maniobras de San Gregorio a una supuesta crisis en Europa a través de unas fuerzas multinacionales compuesta por 2.000 militares procedentes de Estados Unidos, España, Francia, Italia, Portugal y Hungría que son “aerotransportadas e interoperables”. De esta manera, quieren demostrar la proyección y disponibilidad de las fuerzas españolas y aliadas ante un ataque producido en un país aliado de Europa.

El capitán Marco Bonelli, del Ejército español, detalló que este ejercicio lleva realizándose desde 2020 y pretende mejorar la interoperabilidad con los aliados de la OTAN, con el fin de “crear una fuerza de disuasión en defensa común”. “La misión pretende responder a unos grupos hostiles que actúan en contra de los aliados”, agrega.

Medios de transporte y cazabombarderos 

Estas maniobras que se realizan en tres países (España, Estonia y Grecia) duran entre el 7 y el 19 de mayo. En Zaragoza se han acumulado 1.400 paracaidistas, que no pudieron hacer el salto masivo previsto ayer a las 7.00 por el cierzo que llegó hasta 20 nudos cuando lo máximo para un salto es de 13 nudos. 

Participan trece aviones de transporte (9 de Estados Unidos, tres de España y uno de Italia), destinados a su traslado de los militares paracaidistas y de cargas, y nueve cazabombarderos (cinco A-10 de las USAF y cuatro del Ejército del Aire).

El ejercicio que se desarrolla en el campo de San Gregorio, conocido como Swift Response, está dirigido por la División Castillejos destinada en Huesca, lo que supone “un hito” para las tropas españolas porque el mando suele recaer en el mando del componente terrestre del Ejército de Estados Unidos para Europa y África (USAREUR-AF).

Es la primera vez desde que se realiza el Defender que Estados Unidos no lidera esta parte de ejercicio. Según explicó el coronel Mccullouch, las divisiones 82 y 101 del ejército estadounidense,  que son las que se encargan del desarrollo del mismo, estaban en estas fechas comprometidas con otras operaciones y, por ello, se planteó a la OTAN la posibilidad de que otro país aliado asumiera el liderazgo. España fue el único que se ofreció para hacerlo a través del Cuartel General de la División Castillejos, que cuenta con las certificaciones y reconocimientos necesarios para ejercer el control de mando.

El teniente coronel Joaquín Martínez Valero ha indicado que desde el puesto de mando instalado en el cuartel Sancho Ramírez e integrado por 300 personas (de las cuales 34 son militares de USA, Polonia, Alemania, Países Bajo e Italia) se controla a 6.000 soldados de 13 países, 24 aviones de ala fija y 56 helicópteros.

Maniobras de la OTAN en el campo de San Gregorio
Maniobras de la OTAN en el campo de San Gregorio
Efe/Javier Cebollada

Un salto previo de 80 paracaidistas 

Aunque este miércoles no se ha podido realizar el salto masivo de unos 1.400 paracaidistas, el ejercicio tuvo el martes un primer capítulo con la infiltración de otros 80 militares (húngaros, italianos, norteamericanos, franceses y españoles) que iban en un avión T-21 (airbus C-295 de la base de Getafe) para preparar el terreno.

La misión es lograr que el aeropuerto esté asegurado 36 horas desde que se produzca el lanzamiento”, detalla la comandante Rebeca Galán, de la Brigada de Almogávares de paracaidistas. “El primer salto se hizo a bastante distancia del lanzamiento que se iba a hacer hoy (cerca del aeropuerto simulado) para que los enemigos no los detecten. Se infiltraron, aseguraron la zona y comprobaron si hay condiciones para que se produzca el lanzamiento masivo”.

Participan 2.000 militares, trece aviones de transporte y nueve cazabombarderos en el Defender Europe 23

El plan inicial es reforzar la interoperabilidad entre los ejércitos aliados porque “es muy efectivo”, destaca la comandante. “Durante el ejercicio se iba a producir el salto y reagruparse el personal para desplazarlos a sus zonas. Los americanos iban a asegurar el aeropuerto, los franceses tienen la responsabilidad de montar una estación de tren… Si hay incidencias, se conduce la operación”. 

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