Aragón

La CHE reducirá el caudal ecológico de hasta el 40% de sus ríos y embalses conforme avance la sequía

La Confederación, que teme más periodos críticos por el cambio climático, prevé que esta semana entren en emergencia otras cuatro subcuencas.

La torre de Mediano, visible por el bajo nivel del agua, se ha convertido en atracción turística.
La torre de Mediano, visible por el bajo nivel del agua, se ha convertido en atracción turística.
Javier Navarro

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) reducirá el caudal ecológico de hasta el 40% de las masas de agua de la cuenca conforme vaya avanzando la sequía. Se trata de un instrumento recogido en la normativa actual, que permite ajustar el nivel de agua sin riesgo ambiental de 270 de los 686 ríos y embalses de su demarcación. Para ello, el sistema afectado deberá entrar en situación de emergencia, un extremo que salvo sorpresa ya alcanzarán esta semana el Eje del Ebro, el Bajo Ebro, el Aragón y el Arba y el Iregua, sumándose así al Segre.

Miguel García Vera, jefe de Planificación de la CHE, ha explicado este miércoles que de momento “se están manteniendo” los caudales ecológicos, puesto que para ajustarlos es necesario estar en una situación de sequía prolongada, como es el caso del Segre, que sin embargo se encuentra entre los sistemas que no pueden ver alterado su nivel de agua para garantizar la protección ambiental.

En cualquier caso, ha reconocido que a partir de ahora, conforme se reduce la posibilidad de recibir aportaciones, se empezarán a aplicar los caudales ecológicos allá donde esté previsto. En concreto, la normativa establece reducciones de hasta el 50%, que supondrán un “mayor estrés” para estos ríos y embalses, pero “no excesivo”, ha apuntado el portavoz de la CHE.

Estado de la cuenca del Ebro

Nuevo plan de sequía

García Vera ha hecho estas declaraciones momentos antes del inicio de una jornada celebrada en Zaragoza sobre el nuevo plan especial de sequía de la cuenca del Ebro, que ha contado con la presencia de la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual. El documento, que sustituirá al actual en vigor desde 2018, se encuentra en fase de elaboración y de información pública para recibir aportaciones.

Se trata de la herramienta de gestión hidrológica para las situaciones prolongadas de escasez de lluvias, que según ha detallado el jefe de Planificación de la CHE, serán cada vez más habituales. “Con el cambio climático, se estima que del 20% de probabilidad de sequía podríamos pasar al 25%. Tenemos que trabajar con ese escenario”, ha reconocido.

"Con el cambio climático, se estima que del 20% de probabilidad de sequía podríamos pasar al 25%"

La novedades de este plan de sequía 2023 serán técnicas y puntuales, puesto que “se parte de una buena base”, ha explicado García Vera. Entre estas modificaciones destaca la actualización de los datos del Plan Hidrológico del Ebro aprobado este año y la incorporación de los nuevos embalses en funcionamiento (Santolea, Albagés y Enciso). También se han revisado los protocolos de actuación de los gestores de las unidades de explotación y, en algunos casos, se han incrementado algunos volúmenes de reserva para abastecimiento.

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