semana santa
Dos pantallas led gigantes para ver mejor el Drama de la Cruz de Alcorisa
La tradicional representación incorpora, por primera vez en su historia, avances tecnológicos para mejorar la visión público.
Las nuevas tecnologías llegarán este 2023 al Drama de la Cruz de Alcorisa, donde quieren aprovechar para mejorar la experiencia de los espectadores que presencian la representación de los últimos días de Cristo, que se realiza todos los Viernes Santo desde hace más de 40 años. El próximo 7 de abril, la Asociación Cultural Drama instalará dos pantallas gigantes tipo led donde se retransmitirá parte de la obra, especialmente aquellas escenas que cuesta más ver como es el viacrucis.
La representación consta esencialmente de tres partes. La primera se desarrolla en un espacio abierto en el parque frente a la plaza José Ángel Azuara, donde se pueden situar varios miles de personas. En esa zona se instalará una primera pantalla gigante para que los espectadores que ahora tienen más dificultades para ver con comodidad escenas como la Última Cena o la Flagelación puedan apreciarlas en detalle.
La segunda parte es el viacrucis que transcurre por un camino empedrado estrecho que de forma sinuosa asciende por el Monte Calvario, donde el Cristo y los ladrones protagonizan el encuentro con la Virgen o el apresamiento del Cirineo para que ayude a llevar la cruz. Dado que es un espacio natural frágil no permite que demasiado público pueda apreciar en vivo esos momentos. Con varias cámaras portátiles camufladas entre la comitiva, se enviará la señal para que los espectadores que lo deseen vean con detalle lo que sucede en esos momentos, como las tres dramáticas caídas que sufre el Cristo.
La tercera parte es la llegada al Gólgota y la crucifixión. En el momento en el que llegue la comitiva, se apagará la pantalla gigante por la que los espectadores situados en la parte alta han podido ver las escenas que ocurrían en la parte baja del monte o durante la ascensión. De esta forma, el público podrá contemplar el dramatismo y plasticidad de la parte más emotiva de la representación. Sólo de esa manera se apreciará la intensidad del golpe seco del martillo al golpear los clavos o el diálogo entre el Cristo y los ladrones. Obviamente la pantalla situada en la parte de abajo del Monte seguirá emitiendo en directo, para que los espectadores con movilidad reducida o aquellos que no deseen ascender a lo alto del Monte puedan seguir la representación.
Un profundo cambio
Jorge Martín, presidente de la Asociación Drama de la Cruz, explica que "es necesario renovar la parte técnica para acercar los detalles que en ocasiones pasan inadvertidos al gran público, pero al mismo tiempo debemos preservar el intimismo de las escenas finales". Las novedades introducidas este año son el cambio más profundo en la forma de presentar la representación en las últimas décadas. “Lo que tenemos claro es que la esencia del Drama no cambia. Sólo aprovechamos las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías”.
Jesús Félez, miembro de la Junta, detalla que “queremos que mejore la forma en la que los espectadores disfrutan y se emocionan con la obra”. La Asociación lleva varios años trabajando en este proyecto para poder hacerlo realidad con las máximas garantías de calidad y preservando el entorno. “Cuando alguien ha recorrido cientos de kilómetros para ver lo que aquí hacemos cada Viernes Santo, lo mínimo que podemos hacer nosotros es intentar que puedan disfrutar de la representación en su totalidad”, añade.
Los preparativos del Drama de la Cruz están acelerándose en las últimas semanas con la puesta en marcha de un taller de recreación histórica centrado en la indumentaria. Desde que nació esta representación, la Asociación ha intentado que la obra que muestra la pasión y muerte de Cristo gozara del mayor rigor histórico posible. Este año se ha optado porque los vecinos de Alcorisa que lo deseen puedan confeccionarse sus propios trajes siguiendo las últimas investigaciones sobre la manera en la que se vestía en la Judea del siglo I.
El Drama de la Cruz
El Drama de la Cruz se representó por primera vez en la Semana Santa de 1978. Nació sin vocación de continuidad, pero la reacción de los dos centenares de alcorisanos que fueron testigos, por primera vez, de la puesta en escena de La Pasión resultó clave para su continuidad. Como se ha hecho a lo largo de los 45 años de vida de la obra, en la edición de este año los papeles principales serán representados por gente del pueblo de poco más de 3.000 habitantes de Teruel. El día de la representación, uno de cada diez vecinos de la localidad participan en la obra como actores y otras varias decenas en labores de organización.
A lo largo de las más de 4 décadas de vida, han sido en torno a 250.000 las personas que han visto la representación en algún momento (seguramente muchas más), llegando a picos de hasta 10.000 espectadores en determinadas ediciones.
