El incendio sigue sin controlar y con una "gran voracidad"

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, visitan el Puesto de Mando Avanzado para coordinar la extinción del primer gran incendio del año, cuyo balance sigue en unas 3.800 hectáreas afectadas.

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig (i) y el presidente de Aragón, Javier Lambán (c), a su llegada al centro de mando en el incendio forestal,
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig (i) y el presidente de Aragón, Javier Lambán (c), a su llegada al centro de mando en el incendio forestal,
EP

El incendio forestal que desde el jueves afecta al interior de la provincia de Castellón, que afecta a Olba y San Agustín en la provincia de Teruel, sigue sin estar controlado y se caracteriza este sábado por su "gran voracidad" y una situación "muy complicada", si bien en las últimas horas no ha crecido el perímetro afectado, que se mantiene en unos 35 o 40 kilómetros.

Así lo han afirmado este sábado el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que han visitado el Puesto de Mando Avanzado establecido en Barracas (Castellón) para coordinar la extinción del primer gran incendio del año, cuyo balance sigue en unas 3.800 hectáreas afectadas.

Lambán ha garantizado que los operativos aragoneses se sentirán igual de concernidos con las labores de extinción con independencia de si la virulencia es mayor en la parte de Teruel o en la valenciana. Así, ha pedido "paciencia y comprensión" a las personas desalojadas, unas 250 en Aragón, en concreto en los municipios de Olba y en San Agustín.

En estos momentos, unos 180 efectivos se encuentran trabajando en la parte aragonesa del incendio. Los medios enviados por el Gobierno de Aragón pasan, entre otros, por ocho cuadrillas terrestres, tres helitransportadas, ocho autobombas, tres helicópteros y 2 bulldozers. Además, la Diputación Provincial de Teruel ha enviado cuatro autobombas, dos nodrizas y dos dotaciones de bomberos.

"No estamos habituados a este tipo de incendios 6.0, que en un momento determinado llegan a ser absolutamente incontrolables, y todavía estamos menos acostumbrados a que se produzcan en el mes de marzo", ha comentado Lambán. Ha recordado que las jornadas técnicas celebradas recientemente en Aragón "resultaron muy aleccionadoras" en la cuestión forestal.

Lambán y Puig, en el puesto de mando que controla el incendio en Castellón.
Lambán y Puig, en el puesto de mando que controla el incendio en Castellón.
EFE

"Empezamos a tomar muy en serio lo que se nos puede venir encima en los próximos meses y años si no valoramos lo que se nos viene encima con la dimensión que realmente merece. Los incendios no se parecen nada a los que pudiera haber hace 30 o 40 años, ya que la acumulación de biomasa en el bosque por el abandono de las actividades agropecuarias hacen que sean auténticos polvorines", ha añadido.

En este sentido, Lambán ha precisado que un incendio forestal empieza a ser cada vez más un problema de protección civil "y a eso tendremos que ponerle remedio".

Un helicóptero trabaja en la extinción del incendio en la zona de los Peiros, en la provincia de Teruel.
Un helicóptero trabaja en la extinción del incendio en la zona de los Peiros, en la provincia de Teruel.
Manuel Bruque/EFE

Igualmente, Puig ha abogado por "actualizar todos los procesos, también tecnológicos y en el ámbito de la prevención". "Hay una cuestión fundamental en estos incendios que es la despoblación: cuando la despoblación avanza, avanzan las posibilidades de mayores incendios", ha afirmado. 

El incendio, en cuya extinción trabajan 700 personas y ha obligado a desalojar a 1.500 vecinos de la provincia de Castellón y a 250 en la zona aragonesa del siniestro, está ahora a expensas de la evolución de la meteorología: el viento de componente sur está afectando más a Aragón, pero puede cambiar y afectar entonces al flanco valenciano.

La extinción del fuego continúa en un alto grado de complejidad, aunque la pasada noche se ha conseguido que no atravesara la carretera de Montán-Montanejos, lo que habría añadido dificultad a las labores de extinción.

Lambán y Puig, en el puesto de mando que controla el incendio en Castellón.
Lambán y Puig, en el puesto de mando que controla el incendio en Castellón.
EFE

Las condiciones meteorológicas de un episodio "casi veraniego", con poca humedad, viento y elevadas temperaturas, hacen que la situación siga siendo muy complicada y a expensas de los cambios meteorológicos, especialmente al viento.

El presidente Ximo Puig ha asegurado que todavía existen posibilidades de que aumente el perímetro de la zona afectada y ha advertido de que al parecer este domingo se va a producir un cambio y se volverá a las circunstancias meteorológicas de este viernes, por lo que todo el dispositivo está prevenido para cambiar la estrategia de extinción si fuera necesario.

Altas temperaturas y viento de poniente 

Las elevadas temperaturas y el probable viento de poniente complicarán de nuevo las tareas de extinción del incendio.

Así lo ha confirmado, tras la reunión de análisis en el Puesto de Mando avanzado (PMA) de los diferentes operativos que intervienen en la extinción del fuego, el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, que ha apuntado que las condiciones meteorológicas harán "mucho más difíciles" los trabajos para frenar el avance de las llamas.

Para este sábado, una veintena de aéreos y 500 efectivos en total trabajarán en la lucha contra el fuego en esta zona del Alto Mijares. De hecho, Ángel ha asegurado que los medios aéreos se incorporarán "de manera secuencial" para realizar cargas "muy precisas y concisas".

Asimismo, ha agregado que los medios aéreos han recibido las indicaciones de los medios terrestres, que durante la noche han detectado los puntos calientes del incendio. "El fin es hacer un trabajo conjunto entre medios aéreos y terrestres para continuar reduciendo la evolución del incendio", ha remarcado. 

Causas del incendio

Puig ha señalado que el incendio se inició en Villanueva de Viver y la Guardia Civil ha iniciado una investigación para determinar el origen del fuego. En el momento oportuno, las autoridades informarán de este extremo.

Fuentes de Emergencias consideran que una de las hipótesis apunta a una mala praxis agrícola pero la investigación del origen del fuego continúa en marcha y no hay nada concluyente por el momento.

"Ahora estamos ocupados, preocupados y concernidos en conseguir sumar esfuerzos para acabar con un incendio que está destruyendo una parte importante del patrimonio", ha concluido al respecto.

Incendios de nueva generación

Ambos presidentes autonómicos han coincidido en que se trata de un incendio de sexta generación, unos fuegos que se declaran a principios de la primavera, son cada vez más frecuentes y llegan a ser incontrolables e inapagables.

Javier Lambán ha señalado que en unas recientes jornadas técnicas celebradas en Aragón se puso de manifiesto que se debe tomar "muy en serio" lo que puede ocurrir en los próximos meses y años si no se valoran estos incendios con la dimensión que corresponde.

La acumulación de biomasa por abandono de actividades agropecuarias hace que estos incendios se conviertan en "auténticos polvorines" y representen un problema de protección civil, por lo que "tendremos que poner remedio", ha manifestado.

Según Puig, son incendios "no apagables, no controlables" y para los que es una suerte tener la alianza de la meteorología; por eso ha considerado fundamental actualizar todos los procesos tecnológicos y de prevención en un entorno asociado a la despoblación que, junto a la sequía y la crisis climática, se convierte en "una tormenta perfecta".

Lambán ha destacado la importancia de un mando y dirección coordinada única entre comunidades autónomas como un paso adelante, como ha ocurrido en este caso y por primera vez con un Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) único, "un avance sustancial que de cara al futuro redundará en beneficios para hacer frente a este tipo de catástrofes".

Ambos dirigentes han pedido la máxima prudencia a la población y paciencia a las personas desalojadas, y han esperado que estén en las mejores condiciones posibles.

Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia envían ayuda 

Las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia van a reforzar este sábado las labores de extinción del incendio forestal.

Así lo ha señalado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, quien ha resaltado "la gran colaboración y el esfuerzo" de todas las Administraciones para intentar atajar este primer gran incendio de la primavera, que ha obligado a desalojar a 1.500 personas y alcanza un perímetro de 40 kilómetros.

Bernabé ha explicado que esta jornada va a ser "muy importante" en la evolución del incendio, para lo cual van a trabajar "a pleno rendimiento" todos los profesionales implicados, que este sábado se han cifrado en 20 medios aéreos y 500 profesionales.

Por lo que respecta al Gobierno de España, ha explicado que en estos momentos 267 integrantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) están actuando en el terreno y hay 74 medios, entre maquinaria y medios aéreos y terrestres.

También ha precisado que la Guardia Civil tiene movilizados a 215 agentes en labores que van desde el control de carreteras y el tráfico al acompañamiento y la colaboración en los desalojos que se llevaron a cabo el primer día.

Bernabé ha destacado asimismo la colaboración entre la Comunitat Valenciana y la Comunidad de Aragón, ya que el fuego comenzó en el límite entre ambos territorios, y ha señalado que está en contacto permanente con la delegada del Gobierno aragonesa.

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