Inclusión social

Un proyecto de inclusión alía a un sintecho y a una inmigrante ecuatoriana: "Aprendo de todos, no sabes qué te puede tocar un día"

José Torrubia y Diana Quinatoa son dos de las más de 1.600 personas que participan en el proyecto Aragón Incluye. Asisten a talleres en la Obra Social El Carmen para encontrar un trabajo.

Diana Quinatoa, Cristina Sierra y José Torrubia con un cartel del proyecto Aragón Incluye.
Diana Quinatoa, Cristina Sierra y José Torrubia con un cartel del proyecto Aragón Incluye.
Oliver Duch

José Torrubia, de 51 años, se quedó en la calle por un problema familiar a finales de 2021 y hoy vive en una casa okupa en un barrio de Zaragoza. Entró en contacto con distintas entidades que trabajan con las personas sin hogar que le han ayudado a "continuar adelante" y seguir creyendo en sí mismo. Diana Quinatoa, ecuatoriana de 36 años y licenciada en Comunicación Social, llegó a Zaragoza el 14 de febrero de 2020 con su marido y su hijo mayor dejando atrás una carrera profesional y un puesto como coordinadora de tres provincias en el Secretaría de Deporte de un Gobierno por el que empezaba a sentirse perseguida. Ahora, con una segunda hija, reside en una de las viviendas para familias de la Obra Social El Carmen.

Sus vidas, tan dispares, confluyen en el centro de día de la parroquia del Carmen en el que participan en el itinerario de inserción laboral en el marco del proyecto Aragón Incluye de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión. Persigue dar herramientas a personas vulnerables en riesgo de exclusión para acceder al mundo laboral y favorecer su autonomía.

En el Carmen participan 46 usuarios (26 mujeres y 20 hombres) de 11 nacionalidades y con edades entre los 19 y los 61 años. A los talleres de inclusión social asisten ocho y a los que ayudan a encontrar un empleo, 38.

"Nunca me hubiera imaginado en esta situación y estoy aprendiendo de todos mis compañeros. No sabes qué te puede tocar un día"

El programa, impulsado por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, lo llevan adelante en la Comunidad un total de 22 entidades de la Red que el pasado septiembre empezaron a trabajar en la identificación y diagnóstico de los posibles beneficiarios. Al final, se seleccionaron más de 1.600 personas de 50 nacionalidades. De ellas, el 73,35% son mujeres y el 26,71% hombres, y hay 279 familias monoparentales, el 98,21% encabezadas por mujeres.

Este plan piloto del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) está financiado por el Ministerio de Inclusión con 7,4 millones de los Fondos europeos de Recuperación y Resiliencia.

Las 22 organizaciones de la Red Aragonesa de Entidades Sociales llevan a cabo las acciones formativas en 15 localidades aragonesas de las tres provincias y cuentan con una plantilla de 174 profesionales. Además, en la segunda parte de este proyecto piloto están implicados los ayuntamientos de Zaragoza y Calatayud y 14 comarcas a través de programas de atención comunitaria, con colectivos concretos, que llegan a más de 1.000 personas.

"Somos como una familia"

Torrubia y Quinatoa coincidieron el pasado viernes en el centro de día para transeúntes de la Obra Social El Carmen. Hace justo un año que abrió sus puertas. La afluencia de gente es continua a lo largo de la jornada. En este antes bar de dos plantas, en el que ahora las personas que duermen en la calle y los usuarios del comedor social juegan a las cartas, al futbolín, leen y hacen talleres, se llevan a cabo hasta junio las sesiones de habilidades sociales, las actividades formativas y las entrevistas.

"Desde que empecé a venir se ha convertido en mi lugar de referencia. Somos como una familia, nos conocemos todos y nos ayudamos unos a otros en lo que podemos", cuenta Torrubia. Ha trabajado de camarero y feriante. Ahora, aunque dice que está "chapado a la antigua", toca "reciclarse". "Estoy aprendiendo a manejar el ordenador y a hacer una entrevista, me he sacado el certificado digital para las gestiones y estoy llevando mi currículo a las empresas de trabajo temporal", explica sobre los "deberes" que hace bajo la supervisión de la psicóloga Cristina Sierra, una de las profesionales encargadas del proyecto.

"Estoy chapado a la antigua, pero ahora toca reciclarse. Aprendo a usar el ordenador, a hacer una entrevista y me he sacado el certificado digital para las gestiones, además de repartir mi currículo"

"Nunca me hubiera imaginado en esta situación y estoy aprendiendo de todos mis compañeros. No sabes qué te puede tocar", comenta Quinatoa. Jamás pensó, y se emociona al contarlo, en emigrar como sus hermanos mayores.

Su idea y la de su esposo era montar algún tipo de negocio, pero la pandemia se cruzó en su camino, la pasaron en casa de su hermana y "los ahorros comenzaron a ser plata de bolsillo". Entró en contacto con la Asociación de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Zaragoza. Tanto ella como su marido, guardabosques en su país, se han empleado en este sector, además de ser una activista de la causa de este colectivo que exige mejores condiciones laborales. El último trabajo de ambos ha sido siete meses en una empresa de automoción, un periodo que les ha permitido solicitar el arraigo laboral. Su "anhelo" es poder ejercer de comunicadora y dar voz a las organizaciones solidarias.

Para ello confía en superar esas "barreras" de las que habla la psicóloga de este plan. "Nosotros les damos herramientas para funcionar en su vida cotidiana, empezando por su autoestima -asegura Sierra-, pero son conscientes de las barreras que se van a encontrar fuera de aquí".

Bases del futuro sistema aragonés de inclusión

El plan Aragón Incluye, impulsado por la DGA y en el que trabajan conjuntamente 22 organizaciones de la Red Aragonesa de Entidades Sociales de esta área, sentará las bases del futuro sistema aragonés de inclusión. Con él se pone a prueba la metodología a aplicar de forma homogénea por todas las asociaciones, su impacto y resultados.

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, lo destacó esta semana durante su visita a uno de los talleres del proyecto que se llevan a cabo en la Obra Social El Carmen. "El Gobierno de Aragón siempre ha demostrado su compromiso con las personas más vulnerables y no dudó en participar en esta convocatoria que supone una gran oportunidad para muchas personas en riesgo de exclusión", aseguró.

De la partida global de 7,4 millones de euros con que se financia esta iniciativa, procedentes del Ministerio de Inclusión con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya se han abonado 4,8 millones, según los datos facilitados por el secretario general técnico del Departamento de Ciudadanía, José Antonio Jiménez. También destacó que las entidades contactaron con hasta 3.500 personas que tenían el perfil idóneo para tomar parte en esta iniciativa.

El Partido Popular, por su parte, criticó que, más allá de la puesta en marcha de este programa, "no se ha movido ni un solo papel del servicio aragonés de inclusión".

Las 22 organizaciones de la Red llevan a cabo las acciones formativas en 15 localidades aragonesas repartidas entre las tres provincias Zaragoza, Calatayud, Alagón, María de Huerva, Zuera, Teruel, Alcañiz, Andorra, Huesca, Barbastro, Jaca, Fraga, Monzón, Almudévar y Sabiñánigo.

En la segunda parte de este plan intervienen los ayuntamientos de Zaragoza y Calatayud además de 14 comarcas: Bajo Cinca, Cinca Medio, La Jacetania, La Litera, Alto Gállego, La Ribagorza, Sobrarbe, Comarca Central de Zaragoza, Bajo Aragón Caspe, Tarazona y el Moncayo, Campo de Borja, Ribera Baja del Ebro, Ribera Alta del Ebro y Bajo Martín.

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