El Archivo de la Corona de Aragón, a golpe de clic

Más de 33.400 personas han consultado el Fondo Histórico de Aragón de la Fundación Ibercaja, a través del que se difunden por Internet más de 600.000 fichas e imágenes.

Las historiadoras Nuria Gil y Maria José Roy y José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja.
Las historiadoras Nuria Gil y Maria José Roy y José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja.
José Miguel Marco

La Comunidad fue pionera en la digitalización de los fondos del Archivo de la antigua Corona de Aragón, el que Jaime II creó en 1318 y que está ubicado en Barcelona. Lo fue, también, en la difusión de los documentos, que exhiben en el Fondo Histórico de Aragón, que desde 2018 ha recibido 33.400 consultas a través de internet. Detrás del ingente trabajo de recopilación de información está Ibercaja, primero con su Obra Social, en la actualidad como Fundación, que apostó en 1996 por acercar a los aragoneses ocho siglos de historia.

Investigadores, historiadores y cronistas locales encuentran en este fondo una herramienta fundamental para desarrollar su trabajo. Tienen acceso a 46.586 fichas y 564.800 imágenes del Archivo de la Corona de Aragón, que reflejan la vida social y económica de la época. Es el fruto de un intenso trabajo que se inició en 1996, con el envío de dos recién licenciadas en Historia, María José Roy y Nuria Gil, tres años a Barcelona, para documentar el máximo de referencias sobre Aragón, para microfilmar y digitalizar documentos y ponerlos a disposición de la ciudadanía.

Refleja "muchos años de trabajo", señala el director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, que pone el acento en cómo una entidad sin ánimo de lucro se preocupa de ayudar a los demás, de difundir la cultura y de "dar a conocer nuestra historia".

Es un trabajo que no se queda ahí. Confía Rodrigo en poder incluir en el Fondo Histórico de Aragón en uno o dos años documentos digitalizados que proceden del Archivo Histórico Nacional de Madrid, que se creó tras la ley de Desamortización de Mendizábal en 1835 y que incluye información eclesiástica eminentemente económica de los monasterios ubicados en la Comunidad.

Recuerda Rodrigo el gran trabajo para difundir el legado que desempeñaron los ya fallecidos Román Alcalá, director de la Obra Social de Ibercaja, y José Luis Lasala, jefe de la Obra Cultural. Del asesoramiento histórico se encargaron los profesores Guillermo Fatás y Esteban Sarasa, en un proyecto que se emprendió con Amado Franco, actual presidente de la Fundación, como director general de Ibercaja.

La reactivación del Patronato del Archivo de la Corona, que se fija como objetivo avanzar en la digitalización de los cuatro millones de documentos que alberga, abre una puerta la esperanza de poder avanzar con agilidad en las inclusión de nuevos fondos. "Nosotros contribuimos con nuestro granito de arena. Fuimos pioneros", destaca Rodrigo. Y el trabajo realizado, bien podría servir de punto de partida al Ejecutivo autonómico y el Ministerio de Cultura si deciden, finalmente, ampliar la difusión de los documentos incluidos en el Archivo de la Corona de Aragón y avanzar en la documentación para que la memoria histórica siga viva.

Del pergamino al PDF

Con un ordenador portátil de finales del siglo XX, pesado, grande, lento, desembarcaron dos medievalistas zaragozanas en el Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona. Recién licenciadas, María José Roy y Nuria Gil tenían como misión localizar referencias a la Comunidad en más de cuatro millones de documentos.

"Empezamos por los pergaminos de la época condal. Algunos se deshacían en la mano y no dejaban ni tocarlos. Era increíble la información que había allí", detalla Roy. Destaca los registros de cancillería que para ella son "la joya del Archivo de la Corona".

No les costó aceptar la propuesta de Esteban Sarasa, ahora profesor emérito de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, de trasladarse cinco años a Barcelona. "Era septiembre de 1996 y dijimos que sí en el mismo día", recuerda Nuria Gil. Impulsada por la Fundación Fernando el Católico, y a instancia del profesor Guillermo Fatás, se forjó una alianza entre el Ministerio de Educación y Cultura, titular del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona, e Ibercaja, con objeto de acercar a los estudiosos las noticias históricas y las imágenes digitalizadas relacionadas con el Reino de Aragón.

 La presencia de María José Roy y Nuria Gil en el Archivo de la Corona de Aragón fue un soplo de aire fresco. Las trataron bien, recuerdan. Eran "las chicas de Zaragoza", que buceaban entre montañas de archivos; diligentes, con rapidez, para documentar con celeridad, y adaptándose a las innovaciones del momento. Primero, con microfilmaciones. Después, digitalizando escritos, lo que adelantó en dos años su regreso a Aragón.

El trabajo continuó documentando las fichas, incluyendo onomásticas importantes, topónimos. Entre los que consultan el Fondo Histórico de la Fundación Ibercaja priman quienes buscan referencias a sus pueblos.

Apenas está documentado el 5% de los fondos sobre Aragón guardados en el Archivo de la Corona, de manera que hay un amplio margen de mejora. Hasta entonces, se puede disfrutar, a golpe de clic, de cerca de 600.000 documentos referenciados uno a uno que reflejan los siete siglos de vida social y económica en Aragón. La información migra del pergamino a internet, universalizando, con ello, el acceso a historia.

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