entrevista 

Gonzalo Marco Ariño: "Mis padres me dieron una educación férrea pero flexible"

Nació en Barbastro hace 30 años, ha sido el número uno de su promoción en la carrera judicial y el Rey le entregó la cruz de San Raimundo de Peñafort.

Gonzalo Mariño, juez número uno de la promoción en el parque de La Paz, al fondo el Juzgado de Barbastro.
Gonzalo Mariño, juez número uno de la promoción en el parque de La Paz, al fondo el Juzgado de Barbastro.
Jose Luis Pano

El número uno de la 71 promoción de los jueces españoles, que recogió la Cruz de San Raimundo de Peñafort del rey Felipe la semana pasada, pasa unos días del fin de semana  en su Barbastro natal, antes de incorporarse a su puesto de magistrado en el Juzgado de Primera Instancia de Ibiza.     

Se ha convertido en juez con 30 años, pero antes fue abogado.Hice el grado de Derecho, de cuatro años, y un doble máster: uno porque debes hacerlo para la abogacía y el otro de Derecho Internacional y de negocios. Ejercí como abogado en prácticas en un despacho, pero no me satisfacía. Así que me dediqué a opositar a juez en 2016. Estudiamos para la convocatoria de la pandemia, así que se retrasó la cita durante seis meses. Mis antecedentes familiares no son jurídicos: mis padres son médicos y mi hermano es investigador biomédico. No tenía una fuerte vocación pero acabé estudiando Derecho. Lo hice en Barcelona porque mi hermano estaba allí. 

¿Qué aspecto de la justicia le resulta más atractivo?Lo que más me gusta es el juzgado de primera instancia, lo más jurídico, y es a lo que me voy a dedicar ahora (en Ibiza); y la especialización del contencioso administrativo dentro de la carrera. Es la jurisdicción más compleja y técnica, ya que una de las partes es la Administración pública. Tiene mucho prestigio pero es una batería inabarcable, desde el urbanismo hasta el medio ambiente o la función pública

¿Qué opina sobre la situación del Consejo General del Poder Judicial?
Es una materia que escapa completamente a la competencia de un juez unipersonal. Hay que atender al sistema de renovación y tendrá que ir por esos cauces.   

¿Cómo vivió el acto de entrega de diplomas en la Escuela Judicial, con la presencia del Rey?La presencia del Rey en la entrega de despachos era tradicional, salvo en el año 2020 por determinadas circunstancias. Siempre se ha encargado de entregar la medalla de San Raimundo de Peñafort y de pronunciar unas palabras junto al presidente del Consejo General del Poder Judicial. Es un acto muy solemne.

¿Se sintió apoyado por la presencia del monarca?Sí, la presencia del Jefe del Estado en un acto de esas características da una impronta fundamental. Es un honor y un orgullo que esté el Rey en uno de los días más importantes de nuestra vida, la incorporación a la judicatura

La sentencia sobre el Ayuntamiento de Málaga que usted redactó en sus prácticas se entiende con mucha claridad...
La Justicia tiene un lenguaje técnico, pero tiene que entenderlo el justiciable o ciudadano. En la Escuela Judicial hemos recibido información para hacer oraciones más simples y construcciones orales más comprensibles para cualquier persona, sin perder la especialización que nos caracteriza. No podemos utilizar un lenguaje vulgar en una resolución judicial, pero es necesario que la persona que la reciba pueda entenderla y para ello hay que usar un lenguaje más sencillo. 

¿Qué sienten sus padres teniendo a su hijo como número uno de la promoción?Mi madre era médico de Familia en Barbastro y se ha jubilado. Mi padre trabaja en el hospital San Jorge de Huesca. Sienten mucho orgullo y agradecimiento. Casi todo lo que he conseguido se lo debo a ellos por cómo me han inculcado una educación muy estricta y férrea, aunque flexible, porque es necesario estudiar para conseguir un futuro mejor. Ellos tuvieron una formación universitaria cuando no era tan común y fueron becados. No teníamos antecedentes jurídicos ni, antes de ellos, ningún médico en la familia.

¿Le gustaría ejercer como juez en Aragón?Es muy difícil conseguir plaza en Zaragoza. Es una ciudad donde se vive muy bien y está muy comunicada. En la Escuela Judicial me decían que tendría que esperar un tiempo para llegar, porque las plazas de Zaragoza están cubiertas y tardará mucho en haber vacantes. En un futuro igual podría ir a Huesca, que me gusta mucho. Si me preparo la especialización en contencioso es más fácil llegar antes a tribunales superiores.

¿Ser de la Peña Ferranca en Barbastro qué significa?La Peña Ferranca es la más importante de Barbastro. Nació como un club social y cultural que tiene su equipo de fútbol, sus actividades deportivas y participa en las fiestas patronales. Tiene más de 70 años.

¿También es muy deportista?He hecho muchos deportes de montaña, en Benasque y Cerler, por la proximidad geográfica, me gusta esquiar y la bicicleta. Durante la oposición me aficioné a correr porque el deporte es fundamental para un opositor. Te libera la mente y te ayuda a desconectar. Corres 50 minutos y quedas exhausto. Es lo que buscas para compensar la cantidad de horas que estás sentado.

¿Cuántas horas estudiaba cada día para la oposición?Al principio, una media de 10 o 12 horas diarias. Al acercarse los exámenes orales podía llegar a picos de 13 o 14 horas evitando pasarme de frenada porque tampoco te puedes quedar sin combustible. El opositor debe tener en cuenta la dosificación.

¿Ha elegido Ibiza como destino porque lo conocía?Es una tierra que conozco porque he veraneado algún año y me gusta mucho. El otro motivo se debe a las características del juzgado. En este caso es un juzgado exclusivo de instancia y la plaza es de magistrado. Los primeros en el escalafón podíamos pedir esta plaza porque tiene más atractivos y te permite ejercer la jurisdicción de manera más calmada y especializándote. 

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