justicia 

La clave por la que los aragoneses son líderes en las oposiciones de judicatura

Tres jueces y un fiscal han sacado el número uno en los últimos cinco años.

El nuevo juez Gonzalo Marco Ariño, en el acto celebrado el pasado 31 de enero, ante el rey Felipe.
El nuevo juez Gonzalo Marco Ariño, en el acto celebrado el pasado 31 de enero, ante el rey Felipe.
Heraldo

El último fue el magistrado Gonzalo Marco, número uno de la 71 promoción. Un barbastrense de 30 años, que recibió el despacho de manos del rey Felipe VI el pasado 31 de enero en Barcelona. Se pondrá al frente del Juzgado de Primera Instancia de Ibiza.

Con él, Aragón suma tres números uno de sus respectivas promociones de judicaturas en los últimos cinco años.

La llegada del juez barbastrense se suma a las dos magistradas aragonesas, Carlota Alonso Benito y Cristina Menéndez Félez, quienes también quedaron al frente de sus promociones y recibieron sus despachos en los actos celebrados en 2019 y 2020, respectivamente. De hecho, la juez Cristina Menéndez ha sido la única que tuvo que leer un discurso de cinco minutos ya que aquel año no intervino el Rey por una polémica decisión del Gobierno. En aquella ocasión, ella defendió la independencia del Poder Judicial.

En el caso de Gonzalo Marco hubo ocho aragoneses que aprobaron de los 71 y en el de Cristina Menéndez, siete de 62. Cristina Menéndez está destinada en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de San Feliu de Llobregat (Barcelona)  y Carlota Alonso, que tuvo que instruir el triple crimen de Igor el Ruso en Andorra y estuvo destinada en el Juzgado de la Almunia de Doña Godina, está trabajando en el Juzgado de Vigilancia de la Mujer número 1 en Lérida.   

¿Qué hay detrás de este liderazgo de los aragoneses en las oposiciones de la judicatura? El fiscal jefe de Huesca, Juan Baratech, que preparó a Carlota Alonso, destacó en su día que “en Aragón hay muy buenos juristas y además salen muy bien preparados de la Facultad de Derecho de Zaragoza”, en referencia a las dos jueces Carlota (a la que preparó él) y Cristina, a quien llevó el magistrado Armando Barreda, un canario aclimatado a Aragón.

Cristina Menéndez
Cristina Menéndez
CGPJ

En una entrevista que realizó HERALDO con el juez barbastrense, que se publicará el sábado, explicó que él se formó en la Facultad de Derecho de Barcelona porque acudió a estudiar allí, junto a su hermano mayor que estudiaba Biomedicina y sus preparadores han sido José Manuel Regadera, Pablo Llarena y Gema Espinosa.

He estudiado en Barcelona, pero sé que Armando Barreda, el de Zaragoza, es un preparador muy bueno y muy exigente, y con una gran tasa de éxitos”, apunta Gonzalo Marco. “Uno de los que me tocó se preparó en Zaragoza y aprendió del maestro Epi (Epifanio López Fernández de Gamboa), que llevó a la mayoría de los que nos preparan ahora y están en fase adulta. Aunque no tienen orígenes aragoneses tienen ese antecedente de Zaragoza o bebieron en la fuente de Epi”.

Por este motivo, el juez de Barbastro destaca que “números uno de la judicatura” han sido “tres aragoneses en cinco años” (el lo logró en 2021, después de que lo hicieran Carlota en 2018 y Cristina en 2019). Recordó también que un año después (en 2022) de que él aprobara, “hubo un fiscal número uno que era de Huesca” (Tomás Enrique Pérez).

La jueza Carlota Alonso Benito, ayer en Heraldo.
La jueza Carlota Alonso Benito.
Guillermo Mestre

“Creo que la tradición jurídica en la Universidad de Zaragoza y los preparadores de justicia que hay en Aragón tienen mucha reputación, con unas tasas de éxito y exigencias muy altas, sobre todo en Zaragoza”, agrega Gonzalo Marco.

Dos mujeres aragonesas de la justicia que pasan a la judicatura  

En la última oposición judicial celebrada, también aprobaron para entrar en la judicatura dos aragonesas que ya pertencían a la justicia como María Contín Figueroa, que estuvo 15 años en la Fiscalía del Tribunal Militar.

Contín hizo una tesis doctoral sobre ‘Independencia del juez militar’, que aprobó en 2019, y ahora ha sido destinada como magistrada penal a Málaga.

El fiscal Fidel Cadena, un aragonés destinado en el Tribunal Supremo desde 2007, ya tenía claro que “la simiente y el germen” de la formación de los juristas en Aragón lo sembró el preparador Epifanio López Fernández de Gamboa, un vitoriano que falleció en 2018, que tenía “un sentimiento aragonés” y fue fiscal jefe del Tribunal de Justicia de Aragón.

Cadena ya recordó que Epi puso en marcha un modelo memorístico basado en repetir muchas veces los temas hasta que se quedaran grabados. Por su casa llegaron a pasar 800 alumnos que acabaron siendo fiscales, magistrados, letrados de administración de justicia y notarios. Algunos de ellos fueron tan conocidos como Javier Moscoso, quien fue ministro de Presidencia; el fiscal Javier Zaragoza, que dirigió la Fiscalía de la Audiencia Nacional, o José María Félez, fiscal jefe de Navarra; magistrados aragoneses del Supremo como José Manuel Bandrés y Octavio Herrero; el expresidente del TSJA, Fernando Zubiri; el notario Honorio Romero; el Justicia de Aragón, Ángel Dolado, y su antecesor Fernando García Vicente.  

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