El SEPE recupera 14,5 millones en 2022 por devoluciones de pagos indebidos por los ERTE

En Aragón el desembolso por prestaciones ascendió a 433 millones hasta noviembre de 2022 frente a los 427 de todo 2019.

Imagen de Fernando de Miguel, secretario provincial del SEPE en Zaragoza.
Imagen de Fernando de Miguel, secretario provincial del SEPE en Zaragoza, en una foto de archivo.
Laura Uranga

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) siguen dando mucho trabajo a las 160 personas que tiene en plantilla el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en la provincia de Zaragoza. Aunque en diciembre de 2022 todavía había 7.600 trabajadores afectados por ERTE, el volumen de expedientes que llegó a haber en pandemia se ha reducido drásticamente -un total de 340 empresas en 2022 aplicaron ERTE- y en la actualidad solo sectores muy concretos como el de la automoción siguen utilizando esta herramienta de flexibilidad para hacer frente a la escasez de semiconductores.

Sin embargo, de aquel aluvión de ERTE tramitados a toda velocidad el primer año de la covid (en 2020) todavía faltan asuntos por regularizar. "Nos quedan pendientes 6.500 personas a las que reclamarles cantidades por días de ERTE que cobraron indebidamente", recordó Fernando de Miguel, director provincial de este organismo, que cifró en 14,5 millones los recuperados el año pasado por este concepto en todo Aragón. "Podíamos haber hecho una reclamación masiva como en otras comunidades, pero hemos preferido ir expediente por expediente cotejando los datos con Hacienda y con la Seguridad Social para tener la foto concreta de los días que deben y la cantidad a devolver", explicó. "Eso sí, la gente puede asustarse después de tres años al recibir un requerimiento del SEPE, pero se ha considerado mejor hacerlo así", añadió. "Tenemos a 18 personas dedicadas íntegramente a esta labor que en abril o mayo habremos finiquitado", avanzó. Se trata de recuperar los "cobros indebidos a aquellos trabajadores a los que por error pagó el SEPE aunque estaban trabajando. Hubo una avalancha de ERTE, recordó, que les multiplicó hasta en un 700% la actividad. "Solo en la primera mitad de 2020 hubo 82.344 beneficiarios de prestaciones y es normal que para acelerar el pago a la gente no se hicieran todas las comprobaciones que se han hecho a posteriori, comentó. "Es dinero público y hay que recuperarlo como ya se ha hecho en buena medida", reiteró.

Poco a poco el SEPE va recuperando la normalidad de antes de la pandemia. "El pago por los ERTE se ha reducido notablemente y en cifras de gasto nos aproximamos ya al año 2019", comentó De Miguel. Ese ejercicio el desembolso por pago de todo tipo de prestaciones (incluidos los ERTE) ascendió a 421 millones mientras que el año pasado fue de 433 millones, eso sí, hasta noviembre ya que de diciembre aún no tienen registrados los datos. Hay que recordar que la nómina del SEPE en Aragón ascendió en 2020 a 842 millones mientras que en 2021 sumó un total de 542 millones. "Este año previsiblemente cuando computemos diciembre, el gasto del SEPE ascenderá a unos 460 millones en Aragón con lo que estamos ya bastante cerca de la cifras de antes de la covid", indicó el director provincial de este organismos. El número de prestaciones aprobadas en Aragón en 2022 fue de 204.725 y la cuantía que representó en diciembre fue aproximadamente de unos 30 millones.

Frente a los pronósticos de que cuando dejasen de aplicarse los ERTE de fuerza mayor, habría un repunte del desempleo, "lo que se va notando es una tendencia a la baja en los perceptores de prestaciones", apuntó Fernando de Miguel, aunque durará poco, señaló, dado que con la reforma de la ley del empleo aumentarán los subsidios y prestaciones.

De si han resuelto ya los tiempos de espera a la hora de solicitar el paro de forma presencial en las oficinas del SEPE, el director provincial confirmó que eso se ha corregido. "En las oficinas de Zaragoza hasta diciembre dábamos cita a 2 o tres días y para los que lo piden esta semana, les damos ya para primeros de febrero", dijo. Pese a estar volviendo paulatinamente a la carga de trabajo que había antes de la covid, siguen teniendo unas plantillas muy cortas, comentó, ya que hubo refuerzos temporales pero las plazas no se han cubierto. Y en otros casos, como el suyo (le toca en abril), hay compañeros a los que les toca jubilarse.

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