Los estudios de Veterinaria de Zaragoza cumplen 175 años a la espera de que se reforme el antiguo hospital
El Paraninfo acoge una exposición conmemorativa que repasa la historia de estas enseñanzas que se puede visitar hsata el 25 de febrero.
Los estudios de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza cumplen 175 años. La matrícula de lo que primero fue una Escuela de Veterinaria se abrió el 2 de octubre de 1848 y el primer alumno que se inscribió fue Nicolás Marca y González de Alagón. Ese primer curso que comenzó el 1 de noviembre de 1848 acudieron a sus aulas un total de 30 alumnos y en 1943 pasó a ser una facultad con todas las de la ley. El número de estudiantes ha tenido picos, desde un bajón hasta únicamente cinco en el curso 1959-1960 y 1960-1961 a los 815 de nuevo ingreso en el 1982-1983. Más de 20.000 profesionales se han formado en sus instalaciones y hoy se admiten 145 en cada primer curso.
Estos son algunos de los datos que se han dado conocer este jueves con motivo de la presentación de la exposición que se puede visitar en la sala África Ibarra del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza y que es el primer acto de los que se van a llevar a cabo este 2023 para conmemorar este aniversario. La facultad echa la vista atrás pendiente también de que en un futuro próximo se reforme el antiguo hospital, un edificio de 1972 actualmente cerrado, donde se ubicará la nueva sede del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), un instituto universitario de investigación mixto de la Universidad y el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria).
El rector, José Antonio Mayoral, ha anunciado que ya está lista la licitación del proyecto para intervenir en el edificio de las viejas clínicas. Se trata de una de las actuaciones prioritarias en infraestructuras y equipamiento científico que se prevé acometer de aquí a 2026 con una inversión prevista de 6,75 millones de euros. El decano de la facultad, Manuel Gascón, ha comentado que se trata de una "antigua reivindicación", que permitirá unificar a los investigadores que están desperdigados por distintos inmuebles y el CIA y "ganar un espacio vital" para un centro que cuenta actualmente, junto con el Grado de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, con 1.400 alumnos y una plantilla de 240 docentes.
A lo largo de 2023 tendrá lugar otras citas. Así, el próximo 15 de febrero impartirá una conferencia en el Aula Magna del Paraninfo José Manuel Etxaniz, licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, en 1977 y doctor por la de Zaragoza en 1998. Además en mayo, según ha explicado el decano, con motivo de la celebración del patrón se descubrirá una placa en un arce rojo que se ha plantado y se presentará un mural pintado por el artista valenciano Miguel Galbis. También se intentará reunir a los rectores que han pasado por la facultad para rendirles un homenaje.
Historia y evolución de estos estudios
La muestra que se puede recorrer en la sala África Ibarra del Paraninfo, comisariada por Juan José Ramos, recuerda y repasa lo que han signifcado estos 175 años en el sector ganadero y agroalimentario de Aragón y todo el valle del Ebro. Una de las piezas estrella, que se puede contemplar en la entrada al restaurante, ha destacado Ramos, es la maqueta anatómica elástica de una perca marina de 1863 que ha sido restaurada en la Escuela Superior de Conservación de Huesca y que los alumnos de hace siglo y medio utilizaban para el estudio de la anatomía en las distintas especies. En su interior guardan distintos órganos y componentes anatómicos. Esta maqueta de papel maché policromado fechada en 1863 salió del taller del francés Louis Auzoux (aparece firmada en la aleta).
Ya en el espacio África Ibarra hay dos vitrinas en las que se exponen otras maquetas anatómicas de aves, mamíferos y peces, también pertenecientes al taller del español Francisco Blanquet. Además, hay presente material clínico y de laboratorio que hizo su papel en la formación práctica de los futuso veterinarios y en las primeras investigacioens llevadas a cabo en la escuela. Cabe resaltar un microscopio monocular en bronce dorado o una estufa de cobre, hoy superados, pero de una gran calidad.
En la muestra hay varias infografías que explican la evolución de estos estudios y se pueden contemplar cuadros, fotografías, libros y material de archivo que ilsutran toda una época. En concreto, alrededor de 70 piezas de los siglos XIX y principios del XX que han servido para el aprendizaje de los alumnos. Destacan también los cuadros al óleo de sendos caballos, pintados por Nicolás Ruiz de Valdivia, en 1859, que forman parte de una colegio que servía para dar a conocer a los alumnos las capas de estos equinos. Con la misma función docente, el profesor Pedro Martínez Baselga diseñó una serie de láminas sobre las distintas funciones orgánicas que palenó sobre un lienzo Juan Pardós alrededor de 1920.
