Pactados ERTE en Adient Pedrola y Lear Épila en línea con el de Opel
La industria auxiliar de automoción se prepara para encarar otro año los problemas de falta de suministro de microchips.
Como siempre que se acuerda un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en la fábrica de Opel, propiedad del grupo Stellantis, se produce un efecto arrastre en la industria auxiliar. Para poder atender los días de paro productivo que haya que aplicar por falta de semiconductores, los proveedores se han visto forzados también a solicitar ERTE en condiciones similares a las del fabricante. Es lo que ha ocurrido con Adient Pedrola, fabricante de estructuras metálicas para asientos de dos de los modelos de coches que produce Figueruelas y también en Lear Épila que trabaja para el Corsa.
Fuentes sindicales informaron que dirección y comité de empresa pactaron en ambas auxiliares los ERTE correspondientes al próximo año. Román Soro, de OSTA, del comité de Adient Pedrola, señaló que el ERTE pactado se complementará igual que el año anterior y tendrá los mismos días de duración que el de Opel: 60.
Unos diez días menos, 50, complementados al 80% son los que se han pactado en Lear Épila, otro de los proveedores de automoción que tuvo que ir a la huelga hace seis años para conservar la carga de trabajo con Opel (ahora Stellantis) en Figueruelas que siempre ha sido su principal cliente.
Asimismo, en la planta de Arcelor Mittal Thailored Blanks, en Pedrola, tienen negociado ya un ERTE por si acaso aunque confían en no tener que hacer uso de él como ha ocurrido con el de 90 días máximo acordado para este 2022 y que no han utilizado. También en la planta de Gestamp en Pedrola, que fabrica los pilares (piezas que unen el techo a la carrocería del coche para modelos de Stellantis y Mercedes) la intención de la empresa era negociar un nuevo ERTE en 2023 de cara a afrontar la posible falta de semiconductores, que según especialistas en la cadena de suministro podría extenderse al menos medio año más.
La compañía Stellantis ya acordó el pasado jueves, antes del parón navideño, la aplicación de un nuevo ERTE de 60 días laborables con un máximo de 80 a título individual para aplicar a partir de enero, así como nueve días de vacaciones que deberán cogerse los trabajadores antes de que se aplique dicho expediente. Lo suscribieron la mitad de los sindicatos integrantes del comité (UGT, CC. OO. y CCP) al sumar la mayoría y lo rechazaron CGT, OSTA y Stopel por estar en contra de dar a Stellantis "flexibilidad a la carta". La falta de microchips sigue determinando el calendario laboral y ha hecho que 2022 se cierre con apenas unos 20.000 coches más fabricados en Figueruelas que el año anterior.
