El porcino crearía otros 4.100 empleos si sacrificara en Aragón todo lo que produce
Actualmente procesa el 66,8% de los cerdos, según un análisis del Centro de Transferencia Agroalimentaria. En diez años los puestos de trabajo han aumentado un 76,3%.
Mucho ha cambiado el sector porcino aragonés en los últimos diez años. Ha incrementado notablemente la producción y el número de explotaciones, ha atraído inversiones millonarias y ha duplicado el número de personas ocupadas. Una mano de obra que aumentaría en 4.100 empleos más si Aragón lograra sacrificar y despiezar el 100% (ahora procesa el 66,8%) de los cerdos producidos y engordados en la Comunidad. La cifra podría ser incluso mayor, ya que estos cálculos no incluyen los puestos de trabajo que además se generarían si además toda la carne producida y despiezada se lograra transformar en productos de mayor valor añadido como son los jamones, paletas, embutidos...
Es una de las conclusiones que recoge un estudio realizado por el Centro de Transferencia Agroalimentaria de Aragón, adscrito a la consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, que analiza la evolución que esta ganadería y toda la actividad industrial que genera a su alrededor ha tenido en los diez últimos años.
El documento destaca que entre 2011 y 2021 el número de explotaciones se ha incrementado un 6% hasta las 4.227 existentes en la actualidad, las plazas de cebo se han duplicado y ya suman casi 7,6 millones y la producción de cerdo cebado ha pasado de los poco más de 9,2 millones de animales a superar los 15,7 millones.
Este avance de la producción, recoge el informe, ha ido acompañado también con inversiones en nuevas instalaciones y ampliaciones de las industrias cárnicas que han conseguido que sea mayor el valor añadido de la cadena de producción porcina que se queda en Aragón. De hecho, si en 2011 se sacrificaron y despiezaron en Aragón 2,8 millones de cerdos, es decir, poco más del 30% de los que se producían en territorio aragonés, el pasado año se procesaron 10,5 millones de animales con lo que el porcentaje ha escalado ya hasta el 66,8%.
Es esta mayor transformación la que explica el "incremento espectacular del empleo" que se ha producido en la última década y que los autores del informe cifran en más de un 76,35%. Las cifras lo dejan claro. El sector porcino genera en Aragón 21.107 puestos de trabajo a tiempo completo (UTH) en el conjunto de su cadena de producción, que engloba la construcción de explotaciones, la producción de piensos, el trabajo en granjas, transporte, sacrificio, industria agroalimentaria, sanidad, reproducción, distribución, carnicerías y administración. Hace 10 años, el número de empleados por estas actividades se situaba en los 11.969.
"Este aumento se explica en buena parte por la implantación de nuevas e importantes industrias en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) y en La Litera (Huesca) y por la consolidación de otras ya instaladas en Zuera y Binéfar, así como por el fuerte incremento de los censos ganaderos que se ha producido entre 2011 y 2021", detalla el análisis.
Grandes incertidumbres
El documento señala, sin embargo, que aunque el sector porcino ha mostrado un gran dinamismo en las últimas décadas, desde 2021 y "sobre todo desde la primavera del 2022" arrastra una situación económica complicada motivada especialmente por el fuerte encarecimiento de las materias primas para la fabricación de los piensos compuestos.
Y advierte que a pesar de que "afortunadamente" el pasado mes de septiembre se alcanzaron precios récord en la venta del cerdo vivo, este potente sector cárnico se encuentra inmerso en un momento de grandes incertidumbres sobre su futuro.
Una de esas amenazas es la dependencia cada vez mayor de las exportaciones, en la que juega papel decisivo el mercado chino, que también inquieta porque la recuperación de esta producción en el gigante asiático ha reducido notablemente sus importaciones y es difícil prever su evolución.
Inquieta además la incertidumbre de los mercados de materias primas, tanto en lo que a precio se refiere como a capacidad de abastecimiento. Y "preocupa mucho" la mala imagen del sector en la sociedad, señala el estudio, que insiste en la necesidad de profundizar en medidas de bioseguridad para impedir la entrada de peste porcina africana (PPA), lo que supondría la paralización de las exportaciones y, en consecuencia, unas fuertes pérdidas económicas.
