sanidad

Burletes en puertas y medidores de decibelios para reducir el ruido en el Clínico

El proyecto Silencio se lleva a cabo en el servicio de Neruocirugía, en el que se alcanzaban los 60 decibelios, con picos de hasta 80, mientras que la OMS recomienda no superar los 45. 

Presentación de la campaña Silencio en el Hospital Clínico de Zaragoza.
Presentación de la campaña Silencio en el Hospital Clínico de Zaragoza.
HA

Menos ruido para humanizar la estancia del paciente y mejorar la concentración del personal. Este es el objetivo de la campaña Silencio, que se ha impulsado desde la planta de Neurocirugía del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. "Llevamos alrededor de un año implantando cambios en la organización y recientemente hemos puesto dos medidores de decibelios, uno en el pasillo y otro en el control", ha detallado Rosa Monteagudo, enfermera de la unidad y precursora de la iniciativa. Entre otras cuestiones, han puesto burletes en puertas y cajones para que los golpes sean "más leves", se han revisado los carros para disminuir el ruido que hacen y ahora se colocan todos en un mismo sitio para facilitar la movilidad de las camas y reducir el trasiego. 

Con ellas se pretenden reducir los decibelios que hay habitualmente en la planta, entre 61 y 62 de media y con picos de hasta 80, según las mediciones realizadas durante el estudio de la situación. La OMS recomienda que durante el día no se superen los 45 decibelios en las zonas comunes de los hospitales y los 40 en las habitaciones. Por la noche estas cifras bajan a 35 y 30 decibelios, respectivamente. "Hay dos personas por turno, referentes en este tema, para que si alguien está superando el ruido que se genera, poder advertirle", ha explicado Monteagudo, quien ha recordado que la iniciativa surgió a finales de 2019, pero que a consecuencia de la covid se tuvo que paralizar. 

"Es un proyecto muy pertinente, que se enmarca dentro de la humanización de la asistencia, que lo que pretende, que es una cosa muy difícil, que la asistencia sanitaria sea más amable, mas cercana y más personalizada con los pacientes", ha apuntado José Ignacio Barrasa, gerente del Sector Sanitario Zaragoza III, quien ha reconocido que los grandes hospitales suelen ser lugares "inhóspitos", donde hay "mucho movimiento de personas y un nivel de ruido elevado". "Si en condiciones normales es irritante y estresante, en los pacientes es más perjudicial porque interrumpe sus periodos de descanso y el proceso de curación de la enfermedad. Y también en la concentración de los profesionales", ha detallado. 

En este sentido, el jefe de Servicio de Neurocirugía, Juan Calatayud, ha destacado que la humanización de los hospitales comienza "con proyectos pequeños que tienen que ir creciendo". Y, por ello, tanto él como Félix Asín, secretario general técnico de Sanidad, no descartaron que con el tiempo la campaña se pueda extender a otras áreas o espacios del centro hospitalario. "Este tipo de iniciativas están relacionadas con el sentimiento, la ilusión y las ganas de trabajar más allá de las obligaciones diarias", ha enfatizado Asín. 

Para llevarlo a cabo, han recordado, ha sido imprescindible la cooperación con el grupo BMW Augusta Aragón, que ha financiado los dos medidores de decibelios que se han colocado en la planta y que funcionan a tiempo real. Su gerente, Ángel Mingote, ha confiado en que esta sea la primera de muchas colaboraciones con el Salud y que el proyecto pueda ir creciendo. 

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