El horario de comedor escolar llega a los tribunales y divide a las familias
La reducción del tiempo para comer entre clases sigue siendo motivo de polémica en los colegios Margarita Salas y Cesáreo Alierta.
La reducción de tres a dos horas del periodo para comer entre clases que se aprobó en Consejo Escolar a finales del curso pasado en los colegios Margarita Salas y Cesáreo Alierta de Zaragoza, ambos en la zona de la Romareda, ha terminado en ambos casos en los tribunales y ha dividido a las familias.
Este lunes, un grupo de progenitores del Margarita Salas se concentró a las puertas del centro para mostrar su malestar por la decisión de un juzgado de paralizar temporalmente la aplicación de este recorte, tras una demanda presentada por la Ampa, que permitiría que los alumnos salieran una hora antes, a las 16.00. Mientras, otra plataforma de padres del Cesáreo Alierta, que se encuentra a menos de cinco minutos andando, formalizó este lunes otro contencioso-administrativo por el mismo asunto con el objetivo de paralizar esta medida.
Las familias que participaron en la protesta del Margarita Salas insistieron en que el acuerdo del Consejo Escolar es "completamente legal" y se adoptó por "razones pedagógicas". ‘Queremos salir a las 16.00, más tiempo para disfrutar’ era uno de los lemas que se podían leer en las pancartas. También recordaron que el sondeo informativo que el equipo directivo impulsó para conocer la opinión de los padres, que arrojó 187 personas en contra del nuevo horario de comedor y 164 a favor, "no era vinculante". Asimismo criticaron que la Ampa promoviera una acción judicial "sin haber pulsado la opinión de todos los socios".
En ambos centros educativos no salió adelante el año pasado la jornada continua que concentra las clases por la mañana y fue después cuando se planteó este recorte del periodo de comedor que ha sembrado la polémica.
