La secretaria general de Podemos-Aragón y consejera de Ciencia y Universidad, Maru Díaz, acaba de anunciar que se presenta a las primarias para volver a ser candidata a la Presidencia de la DGA. Lo hará con un equipo de 22 compañeros como mandan las bases y a los que quiere sumar independientes para configurar la lista. Las posibilidades de una alianza electoral con IU son escasas, aunque la decisión dependerá del partido.

El proceso se abrirá oficialmente el 10 de octubre, aunque hay dudas de que alguien plante cara a la líder del partido tras la marcha de buena parte del sector crítico, con Erika Sanz a la cabeza. Los 5.275 inscritos validados en Aragón tendrán la última palabra con su voto telématico y el partido pretende que el proceso esté cerrado para el 4 de noviembre.

Las primarias se extenderán igualmente a las principales ciudades, aunque aún se debe fijar en cuáles en función del número de habitantes que se establezaca para su celebración. Y tampoco se sabe quién podría optar en la capital aragonesa.

Maru Díaz ha expresado este lunes que se debe "poner en valor lo hecho", ya que en una legislatura muy complicada han "hecho los deberes" y demostrado, a su juicio, que fue un acierto firmar parte del cuatripartito. "Queda mucho por hacer, retos por imaginar y respuestas a nuestra comunidad autónoma a las que dar", ha subrayado.

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La líder de Podemos-Aragón ha reconocido su "ambición por el futuro" y destacado que su forma de entender la política huye de los "aspavientos". "He intentado huir de esos rincones a los que tradicionalmente se nos aisla a la izquierda y ser una fuerza que suma", ha añadido.

Maru Díaz ha apuntado igualmente que es una mujer de acuerdos y que el cuatripartito ha sido "un gran ejemplo". "Lo hemos demostrado y en los momentos díficiles hemos priorizado a la gente, dejando las diferencias por el interés general", ha reivindicado.

El proceso interno le quedará ya de baja maternal, ya que sale de cuentas para las fiestas del Pilar y permanecerá fuera de la primera línea entre seis y siete semanas. Esto le llevará a perderse tres plenos de las Cortes, así como la presentación de los últimos presupuestos de la legislatura, cuya negociación llevan muy avanzada los socios.