Guiños, lapsus y un rifirrafe en el Congreso con Aragón como protagonista

La delegación aragonesa exhibió su arraigada cultura del pacto, pero en el Congreso siempre acaba volando alguna pulla. 

El presidente del Parlamento aragonés, Javier Sada (3d), durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados
El presidente del Parlamento aragonés, Javier Sada (3d), durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados
EP

Aragón se hizo dueño del Congreso por un día. La reforma del Estatuto de Autonomía abrió la sesión plenaria de la Cámara Baja y reunió a una nutrida representación política de la Comunidad, que salió a escena ante un hemiciclo a media entrada. No se puede quejar la delegación aragonesa, puesto que este tipo de debates territoriales despiertan poca expectación en la carrera de San Jerónimo.

No fue el caso, pues la jornada venía con asuntos de calado -como el impuesto a las eléctricas y a la banca-, y el papel de teloneros le quedó como un guante a la delegación aragonesa. Por los pasillos del Congreso se respiró familiaridad, se repartieron abrazos, guiños y fotos, y se hizo gala de la famosa cultura del pacto con una modificación legal por consenso bajo el brazo.

La jornada no estuvo falta de anécdotas, como la del portavoz de Podemos, Pablo Echenique, reivindicando por error la Agencia Espacial Aragonesa, que no Española, o la de la senadora del PP Luisa Fernanda Rudi dejando a un lado el protocolo durante los preparativos de la foto oficial para saludar a la presidenta del Congreso y a sus invitados.

Pero al igual que el de la luz, el precio del minuto de micrófono en el Congreso está por las nubes, y cualquier debate, por mucho consenso que despierte, es una ocasión de oro para arrimar el ascua a su sardina. Y más a pocos meses para las elecciones. Si el representante de Vox, Pedro Fernández, aprovechaba para cargar contra los independentistas catalanes a cuenta del aforamiento de los políticos, Echenique usaba el mismo asunto para criticar a los jueces. Y Eloy Suárez, para acusar a Podemos y Ciudadanos de reivindicar el fin de este privilegio a la vez que lo usan en su beneficio en causas judiciales en su contra.

No gustó la referencia al portavoz de la formación naranja en el Congreso, Edmundo Bal, que no solo pidió turno por alusiones, sino que tras el debate llevó el asunto a los pasillos de la Cámara Alta. Él y Suárez intercambiaron palabras subidas de tono, pero finalmente todo se encauzó con una última foto de grupo en el patio.

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