Sabiñán busca alternativas para restaurar la torre de Las Encantadas

La atalaya, de origen mudéjar, es de propiedad privada y el Ayuntamiento quiere que asuma las obras o la ceda.

Francisco Tobajas, junto a la torre de Las Encantadas.
Francisco Tobajas, junto a la torre de Las Encantadas.
Macipe

En un cerro sobre el barranco de Trasmón, que va paralelo a la carretera A-1503, la torre de Las Encantadas, dentro del término municipal de Sabiñán, permite observar la imponente figura del Moncayo. Se trata de una atalaya de planta rectangular levantada en el siglo XIV con tapial y piedras irregulares, declarada Bien de Interés Cultural, de propiedad privada y que en la actualidad se encuentra en estado de ruina progresiva, con varios desprendimientos de grandes bloques de uno de sus lienzos en los últimos seis años. El Ayuntamiento de Sabiñán ha remitido escritos a la Dirección General de Patrimonio Cultural, a la Diputación de Zaragoza y al dueño para promover actuaciones que eviten que la situación se agrave.

Dichos documentos los firma Francisco Tobajas, concejal de Cultura en el municipio, consejero del Centro de Estudios Bilbilitanos y estudioso de la historia local. "La intención es salvarlo, porque está en peligro", advierte a los pies del edificio. Desde fuera, además de los materiales sueltos, se aprecian grandes grietas, principalmente en el lienzo de la entrada. En su interior, todavía se conserva una sala bajo el nivel del suelo con una bóveda apuntada de ladrillo y reforzada por tres arcos fajones y la escalera que da acceso al piso superior, donde se conserva el arranque de las arcadas, pero donde crecen árboles y matorrales y cuya cubierta está desplomada.

Lo que ya se ha perdido es su terraza, sin almenas. "Todavía estamos a tiempo de hacer algo y que no lo perdamos. Por eso hemos mandado una carta al propietario recordándole que la ley le obliga a mantenerlo por ser BIC", puntualiza Tobajas. En este sentido, el edil explica: "La única solución es que ceda la propiedad al Consistorio, por ejemplo a través de una donación y eso nos abriría la posibilidad a pedir subvenciones para empezar la restauración". "Pero tenemos que hacer algo ya", insiste. Para Sabiñán, el torreón supone un símbolo de "memoria común".

Cuna de leyendas

Esto es porque a su alrededor circula una leyenda popular que se revive cada noche de San Juan y que narra la tortuosa historia de amor entre las tres hijas de un acaudalado musulmán y tres labriegos cristianos. "Se dice que ese día se veían tres palomas rondando la torre y de ahí el nombre de Las Encantadas", explica Tobajas, que ganó el segundo premio del concurso de relatos cortos de la Asociación Cultural de Costumbres Aragonesas con una obra inspirada en esta leyenda. Cada 24 de junio, desde 1993, la Asociación Sabinus Sabinianus promueve una andada hasta el torreón, donde se lee la historia y se reponen fuerzas con el dulce típico, el ‘torreoncito’.

De esta forma, en el escrito a la DGA se pide un informe de la torre y que se exija al dueño que cumpla con la ley. Desde Patrimonio explican que todavía no han recibido el escrito. A su vez, Tobajas también solicita que la DPZ elabore otro análisis y lo traslade a la DGA. Por su parte, el propietario ha preferido no responder a este periódico.

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