La vuelta a casa tras las llamas en el Moncayo: "Estamos apenados por el paisaje, pero contentos por las casas"

Los vecinos desalojados por el incendio vuelven a sus hogares tras días de incertidumbre.

La vuelta de los vecinos tras permitir el realojo de los municipios afectados por el incendio de Alón del Moncayo. Francisco Jiménez
La vuelta de los vecinos tras permitir el realojo de los municipios afectados por el incendio de Alón del Moncayo. Francisco Jiménez
Francisco Jimenez

El paisaje devastador que han dejado a su paso las llamas del incendio del Moncayo acongojaba a los vecinos de la zona. El fuego, en algunos municipios como Ambel, Vera del Moncayo, Añón del Moncayo, El Buste, Trasmoz o Bulbuente se quedó prácticamente a las puertas.

El Buste vivió también una situación parecida porque el fuego, detallaba su alcalde, José Ángel Villalba, rozó casi la entrada: "Las llamas se quedaron a 10 metros de localidad", afirmaba. Unas jornadas de intenso trabajo y nerviosismo que empujó a que algunos habitantes de los municipios amenazados por la virulencia del fuego se quedarán a ayudar tras el desalojo de los ocho pueblos afectados. "Cuando llegó la UME, agricultores del pueblo se montaron en sus camiones para guiarles porque se conocían el terreno", explicaba Villalba.

En Añón del Moncayo, uno de los pueblos más castigados por el fuego, también amanecieron con una estampa negra e insólita sobre los al rededores del pueblo. "Estamos apenados por el paisaje y tristes por los daños ambientales, pero contentos por las casas, la suerte es que no haya entrado al núcleo urbano", explicaba su alcalde, José Maria Vijuesca.

"La situación más difícil la vivimos el sábado por la noche aunque gracias al trabajo de los agricultores y efectivos las llamas no llegaron al pueblo, pero se quedaron a 20 metros del núcleo urbano", explicaba la alcaldesa de Ambel, Paula Trívez, que agradecía la colaboración de todos los medios que realizaron "un trabajo digno de admirar". El municipio de Ambel, detallaba la alcaldesa, en una primera estimación, podría tener entre el 30% y el 40% del término municipal calcinado.

Los vecinos de Talamantes tuvieron un desalojo preventivo y su suerte fue otra porque el pueblo no ha sufrido daños. "Aún así, después del susto que tuvimos hace 10 años había muchísimo miedo", reconocía el alcalde, José Julian Domínguez. En 2012 el municipio de Talamantes vivió un incendio que calcinó 3.500 hectáreas.

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