Los pocos bares abiertos en Zaragoza hacen su agosto: "En el centro se trabaja muy bien gracias al turista"

La capital aragonesa ha recuperado el turismo internacional después de dos años de pandemia.

Toño Utrillas, Javier Martín y Armando Crespo.
Toño Utrillas, Javier Martín y Armando Crespo.
Oliver Duch

El cartel de 'cerrado por vacaciones' cuelga de decenas de puertas de establecimientos hosteleros de la capital aragonesa. Son muchos los empresarios que bajan la persiana en el octavo mes del año -especialmente la segunda y tercera semana- ante el ya tradicional éxodo que se experimenta por estas fechas. Sin embargo, hay quienes prefieren mantener la puerta abierta y acoger a los turistas que seleccionan Zaragoza como destino o como ciudad para hacer un alto en el camino.

Estos negocios, la gran mayoría en el centro de la ciudad, están haciendo su 'agosto' en agosto, a pesar de que esta expresión en Zaragoza suele utilizarse más bien para las Fiestas del Pilar o en Navidad, cuando la facturación de los hosteleros se dispara. Los bares y restaurantes de la zona del Tubo y del entorno de la plaza del Pilar y de la calle Alfonso I son los que más se nutren del turismo. 

La Miguería, uno de los clásicos de la zona, ha reforzado la plantilla con dos personas más para este mes. "Agosto es el mejor mes para nosotros, junto a octubre -por los Pilares-. Imagino que en el resto de barrios habrá menos movimiento, pero aquí, en el centro, se trabaja muy bien gracias al turista", dice el propietario, Javier Martín, que nunca cierra el negocio durante estas semanas. "De lunes a viernes tenemos más movimiento que durante el año. Es verdad que los fines de semana igual no", añade.

Durante este mes, Martín deja a un lado el menú económico que elabora a diario durante el año. "No nos da tiempo a prepararlo y la gente que viene no pregunta: coge la carta y pide lo que le apetece. En vacaciones, la gente no mira el precio", declara el hostelero. Los comensales que se sientan en este restaurante suelen desembolsar entre 15 y 20 euros por comer.

"Zaragoza es una ciudad de paso. Son muchos los que paran, visitan la plaza del Pilar, comen y se ponen otra vez en carretera. Este año se ve bastante turista extranjero, especialmente francés e italiano, pero en nuestro negocio sigue primando el viajero nacional, sobre todo a la hora de las comidas. Para cenar, la cosa cambia un poco", reconoce Martín.

Javier Martín, dueño de La Migueria en Zaragoza.
Javier Martín, dueño de La Migueria en Zaragoza.
Oliver Duch

Con él coinciden la mayoría de establecimientos que no han elegido agosto como mes de vacaciones. "Está siendo muy buen mes, como siempre. Yo de hecho nunca he cerrado en agosto porque siempre se ha trabajado bien. Yo cierro en junio", reconoce Miguel, el dueño de El refugio del Tubo, que como veterano de la zona asegura que lo que diferencia este año de otros es que "hay más turista extranjero que español". "Hay, sobre todo, muchos franceses que pasan por Zaragoza y paran a comer. También hay italianos, ingleses y alemanes", añade

Miguel asegura que el turista extranjero "mira menos el bolsillo". "Hay de todo, pero a nivel general, no miran precios y les da igual el dinero que gastarse", subraya. Algo similar sostiene Toño Utrillas, uno de los dueños de la Antigua Casa Colás. "El 70% son extranjeros y el 30% españoles. Vienen buscando especialmente tapas, raciones, cerveza y vino", asegura este empresario, que es consciente del 'tirón' que tiene el Tubo. "Nosotros abrimos hace muy poco y es verdad que la gente viene por aquí porque es el sitio más tradicional de Zaragoza para hacer turismo gastronómico", apunta.

Toño Utrillas, uno de los dueños de la Antigua Casa Colás.
Toño Utrillas, uno de los dueños de la Antigua Casa Colás.
HA

Al lado de los establecimientos de Miguel y Toño se sitúa el Bula Tapas, un local que cuenta con una carta especialmente variada, y donde estas semanas, "los turistas extranjeros superan a los del país". "Estando en el Tubo no cabe duda que agosto es muy buen mes. Podríamos decir que es uno de los que más vendemos y por tanto, no tenemos ninguna queja", reconoce Pablo Salmerón, el camarero más veterano.

En la zona de Independencia

"Los pocos que quedamos abiertos estamos trabajando bien. También los días que a priori parecía que iban a ser más flojos. Aquí -en la calle Cádiz- estábamos pocos locales abiertos durante el puente de agosto y entonces, ha sido bueno, similar al del 2019", subraya Armando Crespo, propietario de los Espumosos, al mismo tiempo que prepara dos pedidos de Glovo. 

El empresario asegura que la mayoría de turistas "se quedan por la plaza del Pilar". "Es cierto que a las bocacalles de Independencia llegan menos viajeros, pero al tener hoteles cerca, algo sí que notamos", dice el hostelero, que asegura que en su establecimiento sigue teniendo también "clientes habituales". "Este año, la gente se va de vacaciones menos días y yo sirvo a diario a trabajadores que no se han escapado más de una semana", cuenta

Armando Crespo, propietario de los Espumosos en la calle Cádiz de Zaragoza.
Armando Crespo, propietario de los Espumosos en la calle Cádiz de Zaragoza.
Oliver Duch

El calor es el enemigo del bar Chipre, y no tanto la fuga de zaragozanos a los pueblos, a la playa o a la montaña. "Este mes no es malo, no nos falta trabajo. El problema son los días que las temperaturas han sido excesivamente altas... Los clientes no venían a la terraza, porque no se podía estar", lamenta Isabel Laserda, propietaria del bar, que para la temporada de verano contrata a dos personas más para la terraza.

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